1976 UNAS VACACIONES DIFERENTES: Parte 8
Claudio habiendo conquistado a Ani su gran amor, recibe por parte de ésta la "autorización" para entregar dicha y felicidad a las otras "parientas"
Capítulo 8: ¿Qué Pasa con el Resto de las Necesitadas?
El resto del día siguió con la rutina ya establecida para las vacaciones, playa, sol, paseos al atardecer, magreo con tía María y sexo con Ani al anochecer, cansado de tanta acción, me dormí rápidamente y al otro día realicé un trote matutino al que fui solo, a mi regreso estaba Ani esperándome para ducharnos juntos, la ducha fue de caricias y besos, no pasamos a mayores pues ella tenía un poco de escozor de la noche anterior, luego desayuno y como de costumbre me ofrecí para ayudar a la cocinera de turno. Esta vez tía Pilar se quedó para cocinar; claro que la acompañé pero dado que pensaba que no accedería a mis eventuales avances, no le hice nada, solo conversé con ella; la encontré muy dulce y simpática, de una belleza casi pura, tal vez esa visión que tenía y aún tengo de ella me limitaba en mis deseos carnales para con ella, en todo caso creo que nunca había hablado tanto con ella en mi vida.
Ya después de almuerzo fuimos nuevamente a la playa, retozamos un poco, nos bañamos y aproveché como las veces anteriores de tocar todo lo que pude de mis “parientas”, en esta oportunidad y luego de ver lo linda y dulce que era tía Pilar, envalentonado por el gran desarrollo de mi autoestima en los últimos días, apliqué el tratamiento completo a todas, repito a todas sin excepción, ninguna protestó, a pesar de que pensé que tía Pilar podría alterarse, me imaginé que se pondría a gritar o rechazarme bruscamente, pero no fue así, con su silenciosa recepción del tratamiento quedé confiado que también sería mía.
Es más le pasé la bendita crema por su espléndido culo, sin limitarme a la frontera que imponía su bikini, el mejor culo de todas mis “parientas”, ella me miró y se sonrojó, pero después de sostener mi mirada un par de segundos metió su linda cabecita entre los brazos y se dejó hacer, mi confianza iba en aumento, era el dueño de ella y pasaría a integrar mi harem, en ese momento pensé que las tenía a todas al alcance de mi verga, pese a que aún no intentaba nada con la tímida y dulce Roxanita. El que tía Pilar la más santa de las santas permitiera que le masajeara el culo a placer así me lo indicaba, terminada de aplicar la loción en su espalda, le pedí amablemente que se pusiera de espaldas, misteriosamente ella accedió a lo pedido y comencé por la delantera, primero sus lindas piernas hasta casi rozar su conchita, podía sentir su calor que se diferenciaba de lo aportado por el sol, por la evidente humedad que pude apreciar en ella, ¡estaba excitada!
Como dijo Julio Cesar según mi profesor de historia -alea jacta est- o simplemente la suerte está echada, con la silenciosa complicidad de Pilar, comencé a aplicar la protección en el resto del cuerpo hasta llegar al borde de unas lindas tetas que se gasta tia Pilar, ella abrió los ojos y me miró, yo ni siquiera pestañe, pasé directamente a masajeárselas, alcanzando sus pezones con la punta de mis dedos, ella cerró sus ojos y se dejó hacer. Finalmente para no discriminar entre todas mis parientas, me dirigí a Roxana y sin preguntar le apliqué el tratamiento que fue seguido atentamente por tía María, mi primita suspiraba pero en ningún momento dejo de mirarme y se relajó completamente, pude sentir sus pezoncitos estaban que completamente erectos.
Luego nos bañamos como de costumbre y como de costumbre recorrí accidentalmente los cuerpos de mis “parientas” mientras jugábamos en el gélido mar, cuando ya estábamos agotados de tanta playa, regresamos a la casi rutinaria ducha para sacarse la sal y la arena, en esta oportunidad me metí con mi adorada Ani a la ducha, estaba en eso cuando sentimos que se abría la puerta del pequeño baño y asoma su cabeza mi madrina que nos dice:
- Vine para que tardemos menos en ducharnos, ya que somos muchas para el otro baño.
- Buena idea atiné a contestar
- ¡Mamá!!! dijo Ani colorada como un tomate intentando ocultar su desnudez a su madre.
- ¡Ay niña! te he visto toda la vida y a él también.
- Pero, nunca juntos, como tampoco nosotros a ti no mamá.
- Estas equivocada corazón, yo ya he visto gran parte de tu madre desnuda, dije riendo
- Sí, ahora me verás entera contestó mi madrina con la misma risa.
- Hagan espacio para mí, dijo Ani.
- No cabemos dije yo.
- Sí, si nos pegamos dijo con una sonrisa picaresca mi madrina.
Para los tres en la ducha era realmente difícil moverse, pero al estar tan en contacto con ellas, mi verga que a estas alturas se manda sola, estaba tiesa como una barra de acero, las rozaba por todas partes en especial sus bellas curvas del culo, tanta era mi calentura que las puse frente a frente a mí y juntando sus tetas comencé a comerlas, Ani intentó protestar:
- Oye salido, nos estas chupando las tetas a las dos juntas.
- Si ustedes son maravillosas, realmente de tal palo tal astilla.
- No reclames mi niña y disfruta de tu machito.
- Ay mamá, estas hecha una degenerada también.
- Mi niña con tu primito estoy hecha una verdadera puta.
Realmente me la estaba pasando de lo mejor, sus curvas superiores eran un manjar de dioses, para efectos de tener las cuatro inmensas tetas, con mis manos en sus culitos, las atraía hacia mí, aprovechando de “dedearles” sus anitos como también las rajitas de los respectivos coñitos, ambas comenzaron a suspirar y gemir acariciándome mientras el agua tibia caía sobre nuestro cuerpos. Ani tomó mi verga con una mano a la que luego se unió su madre, ahora era pajeado a dos manos, yo era presa de un desenfreno casi total, las hice ponerse en cuclillas y que me comieran mi verga a dos bocas, al principio les costó coordinarse y evitar que el agua que caía les estorbara, pero una vez superadas esas complicaciones, me hicieron llegar a las nubes, por lo que les dije:
- Me cooorrro, que rico, sigan, sigan…
- Tiranos tu leche en las tetas que tanto te gustan Claudito, dijo mi madrina.
- Te está gustando mi amor, alcanzó a decir Ani cuando yo ya derramaba mi simiente en las tetas de mis bellas “parientas”.
Terminada la ducha, le di un cunnilingus a mi madrina prometiéndole a Ani que a ella la dejaría contenta después de acostarnos, fue así como mi amada veía como yo le comía la conchita a su madre mientras ella se vestía, para que las otras “parientas” no sospecharan por la demora, lo que realmente ocurría en el el cuarto de servicio.
Al llegar al departamento algo más tarde que mis chicas, veo que algunas quieren jugar a las cartas después de cenar, pero dos querían ver en la televisión un recital de un cantante romántico muy popular a fines de los 70, eran tía Pilar, una verdadera fanática y tía Cristina una admiradora desde antes que fuese famoso, terminada la cena yo las acompañé, pues me gusta ese cantante ya que mi madre también es fanática y toda mi vida lo he escuchado, me senté en el único sofá, entre tía Pilar y Cristina, ya iniciado el programa, Cristina se quejó que tenía frio en las piernas y fue a buscar una manta, tapándose, luego Pilar le dijo que ella también tenía frio en las piernas, debo decir que en esa época las minifaldas eran lo más in en la moda, por lo que ambas las vestían, no eran exageradas pero si permitían ver sus bellas piernas, con la manta ya no podía disfrutar de esa bella visión, como yo seguía en medio del sofá, también quedé cubierto por la bendita manta, al rato las dos se recargaron contra mis hombros mientras canturreaban las lindas canciones de su ídolo, sin poder tener los brazo cruzados sobre mi pecho más tiempo, puse inocentemente mis manos a los lados, ellas me tomaron los brazos y continuaron canturreando las canciones, pasado unos minutos y recordando lo acontecido en el cine, puse mis manos sobre el final de las piernas de mis tías muy cerca de sus coñito, ellas continuaron con sus canciones, mientras yo comencé a acariciarlas por sobre sus faldas, ninguna dijo nada, solo Pilar puso su mano sobre mi mano para minimizar mi movimiento, ya con la siguiente canción mis manos se aventuraron hasta la “La Comarca de la Muerte”, mi tía Cristina me miró con su bellos ojos claros como regañándome con ellos, pero yo no le hice el menor caso, mi tía Pilar, afirmó mi mano pero ya era tarde para evitar mi ataque, comencé a pasar mis dedos por sus rajitas y ellas junto con canturrear sus canciones, comenzaron a suspirar y alargar las letras con sus gemidos, Pilar ya no luchaba por afirmar mi mano y Cristina definitivamente se abrió de piernas.
Como a medio recital, Pilar por fin abrió sus piernas dejándome libre acceso para realizar mis caricias, por lo que pasé al siguiente nivel, les corrí la falda hacia arriba y ataqué nuevamente, ahora si sentía la humedad de sus conchitas, Cristina deslizó una mano y me tomó mi verga por sobre el pantalón, creo que en ese momento Pilar se dio cuenta que era lo que acontecía y también puso su mano sobre mi “amiguito”, ambas se miraron y continuaron con su acción, yo me encontraba en las nubes y decidí subir la apuesta, les corrí el calzón a un lado y comencé a untar mis dedos en su flujo para martirizarles los botoncitos que se encontraban erectos como mi verga, Cristina liberó mi “amiguito” de su encierro y las dos unieron sus manos aprisionándola, ahora comenzó un juego que no se detendría hasta que los tres nos corriéramos, yo les untaba mis dedos en su conchitas y les martirizaba sus clítoris, mientras ellas me masturbaban con suavidad mi enhiesta verga, para que no me hicieran daño les pedí al oido que le pusieran babita a sus manos, lo que disimuladamente hicieron si problemas, Cristina ahora ya no tenía la mirada fría, era ver a una gata en celo, mientras mi querida Pilar, tenía la vista perdida en algún lugar del paraíso, ya próximo a terminar la tercera canción desde que iniciamos el juego, Cristina con un profundo suspiro se corre silenciosamente, dejando en juego solo a Pilar y a mí, ella poco después también se corrió, gimiendo las últimas estrofas de un éxito del año 1969, yo estaba próximo a eyacular por lo que tomé las manos de ambas y las puse sobre mi verga, pringándoselas con mi leche, ellas me miraron con cara sorprendida y Cristina me dice en voz baja:
- Eres un verdadero cerdo cabroncito, me enlechaste mi mano.
- ¡Somos tus tías!... me dice Pilar al oído, ahora como salimos de ésta si que ellas se den cuenta.
- Con mucho cuidado replico cínicamente, debemos levantarnos de a uno e ir al baño o la cocina disimuladamente.
Terminado el recital, nos levantamos de a uno con calma sin siquiera conversar con las jugadoras de cartas, así ellas se fueron a la cocina a lavarse las manos, y yo le conversé a las jugadoras para distraerlas y no se percataran de lo pringada que se encontraban las manos de Cristina y Pilar.
- Claudio necesito hablar en privado contigo me dice Cristina.
- Puede ser en mi cuarto, pues parece que la partida aún no termina y Ani va ganado.
- Si ya tengo garbanzos para un puchero dice ella feliz de su suerte.
- Bueno vamos para allá.
Una vez en el cuarto, cierro la puerta y beso con pasión a mi tía la que sin decir agua va, saca mi verga de su encierro y se agacha a chuparla para levantarla de nuevo, cosa que no le cuesta mucho, le saco las tetas y se las chupo con fervor acostándola en la cama sacándole los calzones, estaba tan caliente que se la meto de un viaje, antes de que ella me diga:
- Hay,…No tienes condones
- Si pero es tarde, ya estoy adentro y no quiero salir, comienzo una cabalgata furiosa.
- Para me dice..... me puedes embarazar......mmmmm........estoy buscando un nuevo hijo con tu tío,.....¡mmmm que rico!!!!
- Entonces seré un padre primo, contesté sin detener mi mete saca.
Mi calentura era tan alta como la de ella, pues las protestas iniciales solo fueron algo así como un téngase presente. La acaricio toda, le chupo sus tremendas tetas, la cabalgo hasta dejarla sin habla, de pronto cae derrengada sobre la cama, la misma donde dos de sus “parientas” han pasado por mi verga, mi fugaz pensamiento se mezcla con mi orgasmo, mi verga comienza prontamente a expulsar la incestuosa simiente en el chorreante interior de su conchita. Ella finalmente se levanta y cuando se iba a colocar los calzones se los quito y le digo:
- Los quiero como recuerdo de nuestra primera vez.
- Ella dándome un beso me los deja y vuelve al departamento.
Creo que fue el polvo más rápido de todos los que he tenido, no son muchos, pero alguna experiencia he acumulado en estas fantásticas vacaciones. Al rato entra Ani y comienza a desnudarse para ir a la cama, yo ya me encuentro acostado en pijamas esperándola, en eso me dice sin mirarme a la cara y con algo de celos:
- ¿También te tiraste a tía Cristina?
- ¿Qué dices?
- No te hagas el tonto , escuchaste perfectamente, sé que te tiraste a Cristin, como también te tiras a mi madre y a tía María y sabe a qué otra.
- Es cierto, me la tiré pero no me he tirado a otras, solo algunas aproximaciones.
- ¿Cuáles aproximaciones?
- A tía Pilar la dedeé.
- ¿A tía Pilar qué?
- La masturbé durante el concierto
- ¿En serio?
- Sí tal como hice con tía Cristina con la cual terminé la faena.
- ¡Claudio eres un salido!! …….¿pero me quieres?
- Sí, tú lo sabes, te quiero desde siempre.
- Pero te tiras a las otras.
- Tu misma lo autorizaste y dijiste que estabas dispuesta a que dejara contenta a todas las “parientas”
- Lo sé, pero los celos son como dice la canción de Boby Solo
- “Celos, celos
- Que hieren, que dañan el amor sincero.
- La mente los niega pero siguen ciegos,
- robando la calma, calando el silencio.
- Igual que veneno
- Celos, celos
son perros de presa devorando el sueño”.
Debes recordar que tú eres mi único amor.
- ¿Lo soy realmente”
- Sí, eres lo más importante para mí.
- ¿Qué son ellas para ti?
- Parientes, amantes y las quiero de esa forma, en cambio a ti te quiero como mía.
- ¿Te las seguirás tirando si te lo prohíbo?
- No, solo lo haría contigo.
- Gracias por la respuesta, pero no te quiero limitar, puedes continuar, pero yo soy tu mujer y tengo prioridad por sobre todas ellas y solo te puedes tirar a las parientes, no quiero ninguna puta que no sea de las nuestras, te queda claro.
- Si, lo prometo como también prometo que le voy a partir el culito a mi mujer.
- ¿Estás loco?, mi culito no se lo doy a nadie.
- Me lo darás a mí, ya que soy tu hombre y tú eres mi mujer.
- Pero…. lo harás con cuidado.
- Obvio, te culearé con cuidado y cariño
- No sea mal hablado…..¿A cuales ya les rompiste el culo?
- A tu madre y tía María.
- Eres un degenerado caliente, ¿también le romperás el culito a tía Cristina?
- ¡Sip!, a todas
- ¿Cuales son todas?
- Cristina, Catalina, Roxana, Pilar y a ti
Me siento junto a ella y comienzo a desabrochar su pijama, dejándolo caer al suelo para masajearle las tetas, me saca la verga ya en todo su esplendor pajeándola; a lo que le toco el coñito, Ani se dejaba hacer ya está muy caliente por la conversación y chupada de tetas, ella se siente muy puta aun que no lo reconocerá nunca.
- Por favor métemela en el coñito que te deseo.
- Acostémonos para estar más cómodos.
- Sácame mis bragas y cómeme el coño para que me lubrique.
- Si mi corazón, lo que tú quieras.
Meto mi cabeza entre las piernas acariciando y besando todo el Monte de Venus, dedicando especial atención a los gorditos labios mayores de Ani, luego le lengüeteo la rajita hasta llegar al clítoris de mi amada, ella gime y suspira mojándose rápidamente.
- Ya corazón métemela me dice.
- Si amorcito, ahora te la meto.
Sin más dilación, le introduzco de un solo envío la verga hasta el fondo del coñito de, ella solo atina a gemir y dejar que inicie un frenético mete saca. Ani, grita como nunca, animándome a que la haga correrse. Al poco tiempo Ani ya no solo grita, si no que me toma por el culo a marcándole el ritmo y diciéndole que le chupe los pezones con fuerza, lo hago lo mejor posible a pesar de lo salvaje de los movimientos de Ani, pronto le llega el anhelado orgasmo, siento sus espasmos vaginales, pronto llega el mío. Ambos quedamos derrengados en la cama, le acaricio la cabeza y le digo:
- No sé porque me vuelves loco.
- Será porque soy simpática y cuento buenos chistes me dice sonriendo.
- Si eso mismo, le digo besándola mientras juego con uno de sus pezones.
- Le digo que creo que nos falta algo importante.
- ¿Qué cosa? Pregunta Ani.
- Tomar total posesión de ti
- ¿Cómo es eso?
- Ahora veras
Me incorporo sentándola en la cama y comienzo a pasar la semi-erecta verga por su cara, primero las orejas, luego los ojos, sin olvidar su nariz y la boca dejando que la saboree unos instantes, bajando luego a las tetas, mi verga ya está totalmente dura, pasándosela por toda la suave masa de carne, deteniéndome en los pezones y encerrándola para iniciar una inconclusa cubana, deseo dirigirme a su ombligo donde me deleito unos instantes, luego le digo lo que realmente quiero:
- Ani ponte en cuatro para hacer toma de posesión de tu último agujerito virgen, espera que me pondré un condón.
- Eres un loco degenerado
- Sí, tu loco degenerado
- Hazlo con delicadeza,…. aún no sé cómo me convenciste, pero dale.
Le coloco la enfundada verga a la entrada del anito y en un movimiento lento pero continuo, le meto a mi amiguito hasta tocar mi ingle con los gloriosos cachetes, su interior es apretado, sintiendo como la musculatura de sus cuerpo presiona mi verga, inicio un suave mete saca mientras le tomo las caderas para marcar el ritmo y dado lo caliente que estoy le masajeo el culo, ¡que placer!!!...ella se queja silenciosamente, pero aguanta la estocada de carne, le masajeo su botoncito con mis dedos húmedos, luego de un buen rato, acelero mis movimientos mientras ella gime en una mezcla de placer y dolor, ya no puedo más y grito a los cuatro vientos que me corro en su delicioso ojete.
- ¡Me corrooo, Ani me corrrooo!!!
- ¿Cómo estuvo tú corrida campeón? Me pregunta Ani
- Maravillosa pero no te corriste conmigo.
- No alcancé, pero me alegra que la hayas disfrutado, es un doble regalo para ti.
- Gracias corazón, ya te recompensaré tu gentileza.
Me siento en el suelo entre las piernas de Ani la que aún está en cuatro patas y tomándole los dos cachetes del culo inicia una profunda comida de coño que la hace delirar. Ani inicia un movimiento pélvico circular que simula el coito y me deja adentrar mi lengua en su clítoris como nunca pensé que fuese posible, su vagina es un río de flujo y pasado unos pocos minutos estalla en un nuevo orgasmo, más intenso que los anteriores, le asaltan muchas réplicas mientras mantengo mi lengua en su conchita, las puedo sentir.
Es tarde ya recorrí todos los agujeros de su cuerpo y no me queda leche, Ani tiernamente me besa cerrando sus ojos y me dice que está muy cansada y algo adolorida por lo que me pide que durmamos, nos quedamos abrazados. Al otro día ella me despierta con un tierno beso y me obliga a levantar sin que pueda disfrutar de su belleza.
- No quiero nada por hoy, me dejaste muy adolorida ayer, me reventaste todos mis agujeritos.
- No fue para tanto, creo que estás arrepentida de quererme.
- No sea idiota, te quiero, pero ahora te quiero lejos de mi coñito y anito.
- Bueno, duchémonos y vamos a desayunar.
- ¿Ducha mejorada?
- Por ningún motivo contestó por mi desfachatada ocurrencia
Continuará...