18,36, vicio y nicotina (Parte 2)
El chico obedeció. Sacó su lengüita y hizo lo que aquel colosal hombre quería. Era una sensación rara pero aquello le gustaba
Dani amanecía una mañana más; abría los ojos despacio, su madre gritaba desde el salón lo holgazán que era el chico, pero esta vez todo esto importaba poco.
Al muchacho fue lo primero que se le pasó por la cabeza… Saúl, sudor, noche, tabaco, aprender, calor… tal cantidad de conceptos venían a la mente de Dani que tardó poco en saturarse, aunque lejos de resultarle molesto era la curiosidad quien invadía las entrañas del chico. Parecía que ese mismo olor a noche de verano entremezclado con olor a hombre que su nariz había degustado la noche anterior todavía seguía presente, lo sentía…; hoy pasaba absolutamente de estudiar, nada le importaba mas que dar esquinazo a su amigo Mario en la noche y dar rienda suelta a sus fantasías mas impuras. Por una vez en toda su vida Dani, el chico tímido, indeciso y medio gañán, estaba seguro de algo… y es que deseaba con todas sus fuerzas que aquel desconocido hasta la misma noche de ayer le enseñara a convertirse en un hombre, le hiciera un hombre.
- ¡Mario! Tio… ¿como llevas el examen del lunes? Bien entrada la mediodía Dani puso en marcha la estratagema de esquivar a su amigo.
- Nada mal la verdad. Ayer no te avisé de que no podía bajar al parque tronco… tuve cena familiar; mi hermana ha venido de Londres… un coñazo ya sabes. ¿Esta noche nos vemos y nos hechamos unos pitis?
- Imposible tio… imposible. Mi madre está realmente loca… me tiene asqueado; dramatizaba Dani cruzando los dedos para que aquella excusa colara…
- Pfff no me digas esto Dani, necesito aire fresco…
- Lo siento de verdad… mañana de veras… ¿trato hecho?
- Venga va, que remedio… te dejo que tiro a la biblioteca a darle duro a los libros. Que te sea leve lo de tu vieja. Mañana nos vemos.
Una sonrisa se dibujó de oreja a oreja en la cara del muchacho… todo había salido bien; su corazón latía mas y mas fuerte cada vez que pensaba que esa misma noche todas sus fantasías se harían realidad, que aprendería, que le enseñarían, que le poseerían…
Paso la tarde nervioso, se dio dos o tres duchas, el calor horrible que hacía y los nervios que le atacaban directamente al estómago tenían a Dani histérico… la hora se acercaba cada vez mas. Cenó, se alborotó un propio el pelo y… din, don, din, don…era la hora, ya no había marcha atrás, el muchacho estaba decidido y nada lo cambiaría.
Llegó al parque, el bochorno de la noche abrasaba… buscó y rebuscó, se rascaba el brazo, síntoma del nerviosismo… volvía a buscar… la vieja de ayer, una panda de adolescentes bebiendo cerveza… ¡ahí está! Mismo lugar, misma pose… el humo que salía de la boca de aquel hombre no dejaba lugar a dudas… era Saúl.
Temeroso pero seguro el chiquillo se acercó poco a poco…
- ¡Hombre mocoso! Tu por aquí… ¿también hoy sin compañía?
- Sí… mi amigo me volvió a dejar tirado…; estoy mintiendo pensaba el chico pulcro; soy todo un rebelde
- Vaya… malos amigos te hechas tu… sientate hombre, no te quedes ahí sentado… ¿un cigarro pequeñín?
- No soy tan pequeñín… sabes que tengo 18 años; murmuraba tembloroso Dani al volver a sentir la cercanía de aquel hombre soberanamente prohibido y sudoroso…
- Jajaja – reía Saúl – y yo 36 chaval, para mi eres un pequeñín… aunque nadie ha dicho que eso sea malo… en absoluto…
Tras esta corta intervención la misma escena de la pasada noche se repetía… los colores en las mejillas del chico, el peludo brazo del hombre sobre sus hombros, ese olor a sudor, la boca de Saúl cerca de la oreja de Dani, susurros…
- Muchachito, ¿Recuerdas mi proposición de ayer?
- Ss…ss… si, creo; balbuceaba el chico
- Puedo recordartelo… yo enseño, tu aprendes… y tu virginidad quedará lejos, muy lejos, que me dices…
La polla de Dani engordaba por momentos, no podía resistirlo… ese hombre rapado, velludo, con la camiseta de tirantes pegada al cuerpo dejando entrever ese cuerpo formado… a menos de 2 dedos de su boca…
- Digas lo que digas, tu polla dice claramente que lo deseas…
- Ss.. ss… si, es verdad – volvió a balbucear Dani; Saúl apreto aún mas al muchacho contra su pecho… repleto de vello del que caían sabrosas gotas de sudor…
- Vivo a dos calles de aquí… ¿vamos?
- Vamos.
Era un apartamento pequeño, la cocina estaba repleta de platos amontonados, pasaron por un pequeño salón, el baño… y por último la habitación. Al fondo, era un compartimento pequeño y simple, amueblado con una cama de matrimonio desecha, un armario y un ventilador, primordial en aquella época de calor absoluto.
Sin mediar palabra Saúl cogió al chico de la mano y lo sentó en la cama. Puesto en frente suya comenzó a quitarse levemente la empapada y sudorosa camiseta que recubría un torso varonil lleno de vello y lunares. Prosiguió con los pantalones, desabrochando lentamente cada uno de los botones… calleron al suelo; aquel hombre se encontraba frente al chico con tan solo unos slips de color morado algo desgastados que dejaba casi intuir al completo la forma de una polla de tamaño proporcionado y sin circuncidar…; Dani miraba atento como Saúl se exhibía de mala manera frente a él. Acto seguido el propio Saúl fue el que siguió los mismos pasos pero esta vez en el cuerpo de Dani, dejando a relucir ese torso lampiño del que brotaban dos pezones por los que resbalaba un sudor adolescente y una erección descomunal bajo unos infantiles boxers de muñequitos.
- Vaya pequeño, parece ser que has reaccionado… relajate, ¿Pasamos a la primera lección?
El chico le miró timido, esbozo una sonrisa… y poco faltó para que Saúl montara encima de Dani abalanzandose lentamente sobre él. Sus bocas se juntaron, se fundieron en un ardiente beso del cual pronto se apoderaron sus lenguas. Las embestidas de la lengua de Saúl en la boca de Dani cada vez eran mas fuertes; Dani bebía la saliva del hombre que le aprisionaba como si de la mejor bebida del mundo se tratase... el sudor se hacía cada vez mas notorio entre ambos, se mezclaban olores virginales y olores rudos, de macho ardiente que deseaba a su alumno sexual de una manera casi indecente, algo que ponía sumamente caliente al chico.
Las pollas de ambos rozaban una y otra vez tras la tela, estaban duras y babosas; la fuerza del roce era lenta pero profunda…
Saúl bajo hasta los pezones del muchacho, lamiéndolos una y otra vez…; repetía casi una serie perfecta entre lametones y besos…
- ¿Te gusta mocoso?
- Mucho…; jadeaba Dani entre suspiros
- Parece que el que tiene que aprender soy yo y eso no es asi, - aclaró Saúl – Sigue los pasos que te diga, es tu hora…
El muchacho asintió con la cabeza, y el hombre bajó de su montura para ponerse al lado de Dani…
- Comeme el cuello, lamelo…
Dani lo hizo sin dudar, estaba siendo valiente. Lamió sin parar mientras que Saúl acariciaba del cuello del muchacho. Cuando se cansó, Saúl elevó su brazo…
- Y ahora continúa por aquí…
Dani pensó por un instante que lamer las peludas axilas del hombre desconocido no era lo que realmente quería, pero el olor a hombre experto que de alli brotaba inspiraba a Saúl una sensación mas fuerte que su primer pensamiento. Usó la lengua una y otra vez, engulliendo mientras de la boca de Saúl salían algún que otro suspiro. El chico se había quedado con el ritmo y bajo hasta los pezones cuando Saúl se lo indicó con un leve gesto de mano. Los pelos de aquel enorme pecho acariciaban la cara del muchacho mientras este lo daba todo comiendo los rincones mas escondidos de aquellas dos aureolas rosadas escondidas entre tal mata.
- Suficiente pequeño… ya entrenaste la lengua… ¿Quieres que pasemos a la 2º lección?
- Sin duda… dijo Dani ya mas desinhibido…
El hombre, viendo que el chico entraba en confianza, optó por dar rienda suelta a la pasión y mientras con una mano bajaba su slip ya mojado de liquido medio espeso empujó la joven cara de Dani fácilmente hasta su polla. Allí la tenía, una polla carnosa llena de venas, dura y jugosa… rodeada de una mata espesa de pelo negro y rizado de la cual colgaban dos pelotas peludas y grandes. Al chico se le hacía la boca agua, jamás pensó que esto ocurriría de esta manera y menos con un hombre asi; Dani miró para arriba con cara de incredulidad…
- Tranquilo pequeño, iremos paso a paso… estás aquí para aprender… chupa con cuidado mi capullo, te espera…
El chico obedeció. Sacó su lengüita y hizo lo que aquel colosal hombre quería. Era una sensación rara pero aquello le gustaba…como si de un helado se tratase chupaba y chupaba… el sabor del líquido preseminal se mezclaba con su saliva; no lo pudo remediar… tal era la atracción que la metió por entera en la boca, llegando incluso hasta a tener una pequeña arcada…
- Ummm muchachito… aprendes rapido… sube y baja… a tu ritmo pequeño…
El chico obedeció de nuevo. Subía y bajaba lento, saboreando cada trozo de carne de aquella polla dura y palpitante…; tras un pequeño rato, sintió como las manos de Saúl se posaban en su cabeza… y el “a tu ritmo” del prinicipio dejó de ser la idea principal…
Saúl introdució de nuevo toda su polla en la boca del chico. Los pelos de su pubis quedaron a la altura de la nariz de Dani… olía a una mezcla rara de sudor y lefa… seguramente aquel día Saúl había descargado su leche antes…
- Así mocoso, tragas de maravilla… ¿ves como poco a poco uno aprende? Olvídate de las manos, complácete tu, yo me encargo de seguir enseñándote…
El chico bajó sus boxers y se ocupó de su polla, que ya babeaba a más no poder…
El ritmo en la cabeza de Dani aumentaba… arriba y abajo Dani notaba como ese pedazo de carne brotaba en su boca cada vez mas baboso... los jadeos de Saúl se hacían cada vez mas intentos… ambos sudaban como cerdos. Dani se pajeaba con fuerza, sin duda era la mejor paja de su vida, le encantaba tener la polla de aquel hombre en su boca. Tardó poco en correrse. Dos o tres brotes grandes de lefa manharon las piernas del chico y los pies de Saúl; Dani casi sentía espasmos del placer…
- Vaya Danielito, parece ser que ya escupiste lo tuyo… y yo estoy a punto… mmmm ahora va la tercera y ultima lección por hoy… solo por hoy…
El hombre gozaba al follar y desvirgar la boca de Dani que se estaba portado sin duda como un buen alumno. El ritmo no podía ser mas rápido… en eso toda la polla del hombre peludo y sudoroso entro hasta el fondo de la boca del chiquillo a toda presion…
- Dios! y esta es la tercera lección…
Y en ese mismo momento entre jadeos y respiraciones agitadas, la polla de Saúl estalló a bocajarro contra la garganta de Dani… una cantidad descomunal de lefa resbalaba por la garganta del chico, hasta el punto de caerle alguna que otra gota sobrante por los laterales del labio…; y sin sacar la polla de la boca del muchacho y entre suspiros Saúl termino su frase…
- Y esta es la tercera lección, así sabe la leche de rabo…
Dani saboreo cada gota del preciado elixir que había en su boca, y tras ello, ambos volvieron a fundirse en un apasionado beso, donde ambas lenguas rebuscaban los sabores mezclados de sudor, semen y pasión.
Tras finalizar ambos permanecieron amarrados y sellaron el aprendizaje con un cigarro como de costumbre. Sabía a gloria.
Se vistieron y el chico se apresuró a buscar la puerta ya que de nuevo llegaba tarde a casa y no podía permitirse que nadie sospechara nada.
- ¡Eh muchachito! Recuerda que aún no has aprendido todo lo que tienes que aprender… me quedan mas lecciones por darte…
Dani se relamía solo de pensarlo. El aprendizaje iba lento pero sin duda era un aprendizaje jugoso.
- Misma hora y mismo sitio chavalín, alli te espero.
El chico asintió con una sonrisa y un leve “sí” y partió rumbo a su casa. Dani estaba feliz, estaba conociéndose a sí mismo y sus sueños mas húmedos estaban cogiendo forma real. Tan solo pensaba en las próximas lecciones.