15 años después

Pasaron 15 años desde la historia anterior y ocurrió un reencuentro muy poco frecuente

Ya han trascurrido 15 años desde el episodio narrado en “ Una historia ya antigua” pero solamente 5 desde que se los conté.  La historia de del encuentro con Miguel, el joven que participó en la construcción de mi casa fue el año 1999, pero yo la envié el 2008.

Luego de mucho pensar, me decidí a escribir esto. Lo hago sin otra intención que contar una experiencia muy poco común, y lo hago especialmente para aquellas  que me escribieron sus comentarios en esa oportunidad. He pensado que se lo merecen, por lo increíblemente poco frecuente que supongo se dan estas situaciones y lo curiosa que puede resultar a veces la vida.

Ocurre que en el mes de noviembre del año pasado estaba regando en el jardín que se encuentra atrás de mi casa. Hacia el lado izquierdo (norte) de mi propiedad, existe un terreno con dos o tres construcciones o más bien galpones de lo que fue una fábrica. Pero desde hacía un mes, se estaban haciendo arreglos para instalar algún tipo de negocio. Durante las últimas semanas se habían sentido ruidos de trabajos, sierras, golpeteos de martillos etc..

Eran alrededor de las 20 horas y yo regaba en el jardín atrás. En mi casa no había nadie por viaje de mi familia al extranjero. Por mi trabajo, a mi me fue imposible viajar.  En un momento me pareció presentir una presencia en la pandereta que delimita las dos propiedades y al  llevar la vista hacia ese lado, divisé una cara mirándome. No estaba seguro que fueras tú, escuché una voz. No sabía si vivías aquí o habías vendido la casa… Al escuchar y mirar mejor, me di cuenta que era Miguel quien me hablaba, el joven con el que había tenido sexo hacía ya varios años…Realmente no lo podía creer… ¿ eres tu Miguel? Pregunté. ¿ pero qué haces ahí?

Trabajo aquí, soy el cuidador de esta obra, me contestó.  Me contó que se había casado y separado, Que pasó varios años viviendo en el norte y que había vuelto hacía un año. Vivía en La Cisterna y estaba contratado como cuidador de los trabajos que se estaban haciendo, pero solamente  los fines de semana.

¿ te acordabas de mí? me dijo y sonreí contestándole afirmativamente.

No creo que me podría haber olvidado tan fácilmente , le contesté a medida que me acercaba.

Me contó  lo que había sido de su vida desde que nos habíamos visto la última vez. Estuvo casado poco tiempo, vivió en el norte y había trabajado en un par de empresas, siempre en el rubro de construcción. Yo no tenía mayores cosas que agregar. Durante los minutos que conversábamos aproveché de mirarlo y me percaté que se veía mucho mayor. Se veía más maduro, más hombre  y muy buenmozo. La misma sonrisa, adornada por esos labios gruesos. Había echado cuerpo de hombre y se veía estupendo. Le mentí cuando me consultó si tenía algún compromiso con alguien aparte de mi familia. Hacía alrededor de un año que tenía de pareja al hermano de una mujer conocida.( en el aspecto político)  No era una mala relación y honestamente no pensé en nada especial con él , aparte que obviamente me seguía gustando.  Ya se había oscurecido  y Miguel me dijo: ¿Porqué no te pasas para acá y nos tomamos un trago? Tengo una pieza bastante cómoda, donde podemos conversar”

El “pasarse al lado” era algo sencillo, porque en la zona de atrás, la pandereta tenía casi la mitad de los ladrillos caídos, y estábamos en conversaciones con el vecino del lado para repararla a medias.

Le dije que me parecía bien, pero que iría a cerrarla casa y a cambiarme ropa.

Yo andaba con blue jeans y unas zapatillas metidas.  Me había dado cuenta que él había notado que andaba con medias, porque se me alcanzaban a ver perfectamente.

En la casa aproveché para hacerme un aseo rápido en el bideyt, me cambié las pantys por medias con liga y me puse  un portaligas.  A pesar de que tienen una banda de encaje con elástico, me gusta usarlo porque se ven mejor las piernas, Una peluca cortita y un  poco de  maquillaje muy suave en los ojos y labios. Los jeans me los cambié por unos pantalones anchos de mujer y tomé una falda negra con cierre atrás  y unos zapatos de taco alto bien rebajados que me fascinan. (Después de mucho tiempo de tener problemas, he logrado importar zapatos de taco alto a mi gusto).  La falda y los zapatos los llevé  ocultos ya que no podía transitar así  todo ese trecho por el  jardín, porque todavía no estaba completamente oscuro. En la zona baja de la pandereta, él había colocado una silla por cada lado y me tomó de la mano para ayudarme a pasar. Cuando pasé sacó las dos sillas y caminamos hacia una especie de container grande, donde le habían instalado su pieza. El espacio era bastante amplio. Tenía una cama, un sillón y una mesa con dos sillas.

“Espérame un ratito, voy a dejar encendidas las luces de afuera y cerrar bien el portón”, … diciendo esto  se encaminó hacia la parte de adelante del sitio, dejándome en la pieza. Yo aproveché el momento para cambiarme  la falda y pintarme las uñas.

Cuando volvió,  yo estaba sentada en la mesa.. Qué gusto me da verte…Cómo estas? me dijo.

Yo le conté algunas pocas cosas de mi vida, sin entrar en muchos detalles.

Seguimos conversando un buen rato al calor de un par de tragos (piscolas) y la verdad es que el momento se hizo muy agradable.

“Fíjate”, me dijo en un momento, ..” que muchas veces me acordé de ti, pero no te recordaba tan femenina”… Esas palabras me halagaron y por mi parte le expliqué que cuando estuvimos juntos hace años, la situación había sido muy diferente..

Pero ahora te veo como una mujer hecha y derecha.    . me contestó.  Yo me reí coqueta mientras encendía un cigarrillo..

Llevábamos conversando una hora, cuando en un momento acercó su cara y me besó en la boca. Yo le correspondí devolviéndole un par de besos más, rozándole apenas Los labios…El me tocó las piernas y dijo …”Qué suavecitas” Yo estaba usando un par de medias Finesse con liga de Caffarena, color ambar, y la verdad es que se veían muy lindas con los tacos …

La reunión continuó muy agradablemente. Tenía puesta la radio con música suave,  me hizo levantar y comenzamos a movernos, bailando suavemente…Me abrazó por la cintura y yo le rodee el cuello…Y a medida que pasaban las canciones me apreté bien a su cuerpo…En ese momento comenzamos a besarnos más en serio…  Estar bailando con él era una sensación maravillosa, y a medida que nos seguíamos besando comencé a sentir su miembro duro abajo…la verdad, el momento era estupendo.   Los dos estábamos excitados. Miguel me llevó hasta el borde de la cama y me sentó en una esquina quedándose frente a mi. Me pareció entender y lo toqué entre las piernas…sentí su miembro duro, muy duro

¿ te gusta? Me preguntó,  asintiendo yo con la cabeza, mientras desabrochaba su pantalón. El me ayudó y luego el pantalón y los calzoncillos habían sido retirados y dejados a un lado.   El pico parado que apareció ante mi vista era precioso. Yo no lo recordaba exactamente aunque me había hecho experimentar sensaciones muy intensas hace ya muchos años. Me pareció más grande o más cabezón y es posible que realmente hubiera crecido desde la edad que él tenía en ese entonces a la de hoy día. No tuve siquiera que tomarlo porque Miguel se acercó a mi y la cabeza quedo prácticamente en mis labios. Lo dejé entrar y comencé a chuparlo suavemente al comienzo pero más intensamente después. Mi novio tiene una verga más que interesante para cualquier mujer, pero lo que tenía en la boca era increíble. Lo chupé con esmero, utilizando lo que había aprendido con los hombres en tantos años…  Acariciaba sus bolas mientras lo metía hasta lo más adentro que podía, lo dejaba ahí unos instantes y lo hacía salir y entrar varias veces después.

“¿ te gusta?” preguntó Miguel

“Me gustas entero” , le contesté,  parándome y besando su boca.

Mientras él iba a la mesa y tomaba un sorbo de su piscola, me subí la falda y me saqué los calzones. Avancé hasta la mesa y encendí otro cigarrillo afirmándome con ambas manos en el respaldo de la silla. Cuando lo vi venir y ponerse por detrás separé las piernas y dejé el cigarrillo afirmándome en la silla.  El me levantó la falda y acomodó su pico parado entre mis nalgas…. Ahy amor,… le dije cuando sentí la punta en mi raja, …abrí mis cachetes y el acomodó su verga en la entrada misma de mi culo..

¿Qué pasa chiquita?” dijo “¿qué pasó?” mientras mi orificio dejaba pasar con facilidad la cabeza de su pico…

“Pasa  que nunca me he sentido así con otro hombre..” le dije a medida que su penca fue entrando hasta el tope.. “Estoy muy caliente amor” contesté mientras el comenzó a retirarlo y lo volvía a meter,,

“Yo también estoy caliente contigo” dijo “ te voy a culiar como no te ha culiado nadie antes”

Empezó a metérmelo como un potro, tremendo, sentía una sensación impresionante, a medida que me poseía violentamente.  Estaba feliz de que me culiara parada, Me encanta que me lo metan parada la primera vez.

Me estuvo   maravillosamente sintiendo como sus bolas chocaban en mis nalgas..   Como a los cinco minutos su pico se hinchó y me lanzó una descarga de semen bastante grande. Ya estoy  acostumbrada a darme cuenta  cuando un hombre me lo mete con varios días de abstinencia previa, y aquí sentí como me entraban unos buenos chorros de leche..  El me dio vuelta la cara y me besó riquísimo en la boca,

Cuando sacó su verga, apreté mis nalgas y fui a su baño para sacar un trozo de papel higiénico y volví a sentarme en la cama. Por el momento no quería que el semen saliera y no sabía si me volvería a culiar. Nos sentamos a tomarnos otro trago y a fumar,,

“Ni te pregunté si preferías que usara un preservativo” me dijo Miguel, mientras me besaba nuevamente,

“En realidad no se me pasó por la cabeza” le contesté “¿Tendría que preocuparme?”

“Para nada tesoro ” dijo …”Absolutamente para nada”

Después de conversar unos minutos Miguel se fue a lavar al baño y al volver fui yo. Me saqué la falda para evitar que se manchara y  dejé que saliera su semen aseándome después. Miré la hora comprobando que eran pasadas las 21 horas

Salí y le dije que tenía que ir a mi casa a encender las luces que dan hacia la calle.

Miguel me hizo prometer que volvería y le aseguré que sí. Que me esperara unos 30 minutos.

En mi casa luego de encender las luces  me lavé mejor y me sequé bien por dentro metiéndome unos tampones higiénicos. Me cambié la peluca por otra mas larga y me maquillé nuevamente delineándome bien los ojos. Me pliqué un labial rojo intenso y cambié la falda por una que tiene una media abertura al lado izquierdo.

Seguía igual de caliente y estaba decidida a obtener un buen orgasmo con Miguel

Volví una hora después, y Miguel se notó muy agradado al verme. Estaba solamente vestido con los slips, situación que me altera siempre con los hombres.

Retomamos lo mismo anterior, besándonos apasionadamente. Yo no daba más, quería que culiara lo más rápido posible. Cuando noté su pico parado levantando el slip, lo llevé a la cama y se lo saqué, dejándolo acostado de espaldas. Le chupé ese pico maravilloso un ratito y me senté a horcajadas sobre su pelvis. La cabeza de su penca entró de inmediato hasta el fondo pero a pesar de o abierta que estaba, lo sentí apretadito. Comencé a subir y a bajar sobre él metiéndome su pico como lo sé hacer muy bien. Sabía que de esa manera lo sientes más adentro que con otras posturas y comencé a sentir una sensación deliciosa..

“Te mueves fabuloso” me dijo Miguel… ”Me encantaría hacerte acabar”

“Pierde cuidado amor” contesté, “ Te aseguro me vas a hacer acabar”

Seguí metiéndomelo rápido y profundo sintiendo claramente que iba a acabar.. Cuando sentí que venía me acerqué a su boca para besarlo mientras tenía el orgasmo, cubriéndome mi penecito con mi mano y un pañuelo para no mancharlo. La acabada fue indescriptible y su boca acalló un gemido que lancé casi perdiendo el sentido. Me quedé quieta sin sacar mi boca de la suya, y no pude creer lo que sobrevino. Su miembro nuevamente creció y me acabó por segunda vez   adentro.

No sé cómo no me desmayé de lo intenso el orgasmo. Me quedé descansando a su lado y tuve la certeza que me había enamorado de completamente de él en ese momento.

Esta fue la experiencia bastante poco frecuente que me ocurrió con Miguel en noviembre pasado.

Desde ese momento somos pareja. Yo  paso la semana en mi casa y me voy a su casa los días viernes para pasar con el los tres días. Algunas veces ha tenido que viajar al norte y no lo he podido ver en dos semanas. Siento que me vuelvo loca esos días.  pero mi esposa me ayuda mucho, Ella tiene una pareja desde hace  varios años, pero hemos decidido seguir viviendo juntas. Me ha enseñado infinidad de cosas, a planchar, a coser y a cocinar algunas cosas simples. Acordamos ser muy discretas y respetuosas una de la otra.  Solamente una vez que me devolví de donde Miguel a buscar unas cosas, logré verla  al pasar hacia el dormitorio, como tenía relaciones con su hombre en el living.  Me alegró mucho verla gozar con su pareja.  Saqué mis cosas sin hacer ruido y me devolví, sin haberle comentado nunca nada.  La relación con ella es muy importante para mí, porque no sé porqué  pero en su presencia me comporto más femenina incluso que con Miguel.., Es algo morboso e incitante. Tal vez por ser algo secreto y prohibido entre dos mujeres Cuando puedo, me gusta maquillarme bien cargado con ella en la pieza. O pintarme las uñas de ella. Es una sensación que me hace sentir especial.

El mejor de todos los días fue hace años, una ocasión en que me pidió si tenía un par de pantys que le facilitara .Fue lo máximo.

No tengo ninguna intención de contar otras cosas de mi vida. Pero me pareció que el mío es un caso muy poco frecuento y me pareció adecuadocompartirlo con quienes puedan apreciarlo.

Nesos a todas.

Ma. Cecilia