1,2,3, bingo

Pequeña historia de escolares

1-2-3-bingo

Saben me quede con la tercera.

Estábamos en sexto grado, y nos colábamos en el baño de varones, allí los podíamos ver y hasta en algunos casos gustar. Tambien ellos se colaban en nuestros baños pero había mas vigilancia, pues era cosa corriente entre los pendejos que quisieran vernos y tocarnos a nosotras.

Mirta y yo éramos las mas atrevidas y las únicas al principio que lo hacíamos.

Cuando los chicos mean se les puede observar tranquilamente sus pijitas y si te gusta se lo dices y listo, el asunto es que los demás no nos jodan, para eso hay que ir cuando casi se acaba el recreo y todos o casi todos ya han descargado su vejiga.

Mirta, no bien miró, eligió, lo estaba pajeando y yo me quede con otro mas boludazo, un grandulon con un pito largo y delgado, pura piel, y de adentro de ella manaba su orin.

Una manguerita de carne con la mayor parte rellena pero en la punta como dos centímetros de solo recubrimiento, prepucio que le dicen.

Me lo trinco y asustado se deja hacer, no bien lo toqué reaccionó positivamente y el resto del prepucio se rellenó de pija, pero no se veia lo que encerraba, se lo acaricio y con el puño cerrado sobre él, trato de bajar esa odiosa piel, casi nada, hasta que se quejo que le dolia, solo un poquito de una roja cabecita asomaba desde dentro de su capucha.

Bueno algo era, lo pajeo y el guacho larga leche como un surtidor a presión. Me escapo y el detrás de mi, diciéndome que me amaba, jaja era amor a primera paja!!!!

Quedamos en encontrarnos a la salida e ir al parque.

Cuando vamos al parque, nos encontramos con otros compañeros todos fumando porros y riendo como locos.

Nos separamos de ellos y seguimos hasta un lugarcito que conocíamos entre dos enormes arboles, y allí la saca, me arrodillo y se la chupo, salada como todas, con los labios le trato de retraer su piel pero protesta, me resigno a no poder saborear su cabecita, cuando no había pasado ni un minuto me llena la boca de leche, su primer chorro fue tan fuerte que me hizo sonar la campanilla y toser un buen rato, largando el resto de su guascada.

La que se enojó entonces fui yo y ese intenso amor a primera paja, se frustró de repente.

Estos boludos corrieron la voz y a los dos días había un monton meando o haciendo que meaban.

Entro miro y al primero se la vi semi parada con media cabeza asomando, mas corta pero mas gruesa que la anterior, como otros comenzaban a arrimarse le digo, a la salida en el parque, chau.

Mirta se quedó y la dejaron hecha una sopa,  la enlecharon toda, yo me salvé.

Ella tiró el guardapolvo, luego no se como se las arregló en su casa.

En el parque tuvimos una buena sesión lo pajié y lo mamé, un encanto, al tirar su piel hacia tras la cabeza sale toda una delicia, le saqué tres polvos y yo acabé agachada mientras mamaba sin siquiera tocarme.

Luego besos y caricias, diciéndome que eramos novios. Bueno si el lo dice, asi será.

Otro amor a la primera acabada. Jaja.

Con este anduvimos jugando como una semana, yo ya estaba por entregarle el rosquete pues no daba mas de ganas, pero ocurrió algo que cambió el cuento.

Yo le había confesado que lo que más me atraía de la pija era la cabeza,  mi obsesión.

Este bocón lo dijo entre sus compañeros y uno de ellos me para camino a casa y me dice: sabes yo tengo lo que buscas, que?

Mira: se aparta el guardapolvo y le veo un a poronga gorda larga con una cabeza que la superaba en diámetro bien roja, perfecta totalmente afuera y libre, roja como sangre brillante y babeando.

Quede asombrada, y me sentí mojada como nunca, solo atine a decir: que linda.

Allí nos desviamos al parque y me dio aprobar su belleza, lo pajié, lo mamé, me la pase por mi concha y acabe dos veces, él no se cuantas veces.

Allí planeamos que me cogiese, pero debía ser como siempre soñé, en una cama, desnudos y con forro para que no me embarazara, o sino tenia que comenzar a tomar pastillas, optamos por esta ultima solución mientras buscábamos como poder hacerlo a mi gusto que también era el de él.

No me creyó cuando le dije que era virgen, solo sonrió.

La solución era en su casa, a la hora de clase, pues sus padres trabajaban a esa hora y no había nadie. Era necesario ratearse a la clase.

Elegido el dia asi lo hicimos, no lo pensé demasiado, ser virgen era algo que me pesaba, necesitaba liberarme, y no por amor sino por lujuria.

Luis era cuatro años mayor que yo y cursábamos el mismo grado, como podrán suponer no era ninguna luminaria, vago, nada atractivo, alto como yo y sepan que soy menuda, rechoncha, bastante gordita, una gordita apetecible pues tengo lo mio.

El pobre morochazo, cara redonda, bastante chueco, jaja un asquete pero que pija hermosa tiene!!!

Nadie hablo de amor ni yo ni él. Ambos desesperados pajeros, calentones e irremediablemente apasionados.

Total algún dia seguro llegaré a sentir lo que algunas chicas llamaban amor, un raro sentimiento que la embobaban y hacían cualquier cosa uno por el otro y viceversa.

La casa era bastante amplia, vamos al dormitorio de sus padres y trae un toallon para no ensuciar las sabanas.

Cada uno se desnudó por su propia cuenta, pero  no bien me vio en pelotas su poronga se puso rigida y hermosa, me tomo de los hombros y se arrimó. La sentí sobre mi panza, que macho!!!.

Me beso pero no se si le di importancia solo mis sentidos se centraban en esa grata presión sobre mi panza, luego me chupo mis tetas, que no eran gran cosa pero estaban reventonas de duras y paradas.

La caricia me gustó y comencé a mojarme demasiado para mi gusto, hubiese querido hacerme desear, pero mi calentura me traicionó. Asi nomas me dejo caer de espaldas sobre la cama, el encima, se la agarro y la presento sobre mi agujero, la acomodo y el bruscamente empuja, dolió pero no entró.

Levanto mis piernas bien abiertas y de nuevo un empujon que me hizo estallar el himen, sentí hasta ruido al desgarrarlo, un calor como fuego, un gran dolor, seguido de la sensación de estar llena , como si mi panza estuviese llena de pedos y no poder largarlos, por suerte el cuando sintió que ya no entraba mas se acostó con todo su peso sobre mi y se detuvo, me ardia muchísimo y mis lagrimas brotaban de mis ojos,  creo que se asustó pues mi grito fue largo y potente.

Me dice, dolió?, si boludo y sigue doliendo……. Te la saco?......... no quedate quieto.

Despacito movela, no en redondo, hacia afuera, ……. Entonces la saco?......  no, solo un poco,….

Segui, ya duele menos, pero arde bastante, …… la saco y la mojo……… no boludo, me siento remojada.

Asi fue de entretenida mi desvirgada, creo que fue la mas hablada de la historia de la humanidad.

La cosa que de a poco, comenzamos a coger como corresponde y a  gozar como nunca.

Que distinto  a la paja, se juntan un monton de cosas, el contacto del cuerpo pesando sobre una, sentirse avasallada y perforada por el macho, poseída como le dicen.

El acabó muy rápido, a mi me seguía ardiendo pero mi calentura no le permitió la retirase de mi estuche y cuando casi al instante crece de nuevo, y sigue ya la comencé a gozar y parecía que el dolor fuese agradable, un aliciente mas para un orgasmo brutal gritado con todos mis pulmones, me tapa la boca, tenia , miedo nos escuchasen.

Y para que una segunda lechada que me pareció bonita y muy a tiempo, como si con ella me aliviara mas todavia mi ardor.

Menos mal que pusimos la toalla, leche y flujo sanguinoliento la decoraba.

Nos vamos a lavar nosotros y a la toalla, pero donde la secamos.

La exprimimos mucho y luego con el secador de pelo de la madre la dejamos como nueva.

Las próximas citas fueron para repasar el nutrido mundo que nos ofrecia  la pornografía, el se convirtió en un eximio macho y yo en la puta mas relajada del colegio, ya que no fue el único que me dio placer, pero como su pija, ninguna otra, lo que pasa que una es curiosa y quiere cada dia saber mas.

Con Luis la seguimos por unos seis meses, terminaron las clases y cada uno salió con su familia de vacaciones, pero eso es otro tema, que seguramente les contaré mas adelante.