11:30
Piensas que esta noche apenas comienza pues son las 11:30 y tu tienes la idea de no llegar a casa, sabes que lo pasaras conmigo y amanecerás junto a mí, este es el inicio de una noche en la que apenas son las 11:30.
Por la tarde vuelvo a entrar al bar por que mi curiosidad me llevo hasta allí a ver si te veía de nuevo, te veo en la tienda de la esquina comprando cigarrillos, pues bien sabemos en el bar los dan mas caros, sacas uno de la cajetilla y me pongo frente a ti con mi encendedor para darte fuego. Te invito a pasar, jugar pool, y tal ves después ver el DVD de Rapture que acabó de comprar.
Confiesas que me has visto en varias ocasiones en este lugar y dándole un sorbo no quitas tu mirara de mí. Una ves allí y ya habiéndonos tomado algunas cevadas, comenzaría besándote el cuello y lamiéndolo lentamente iría hacia tus orejas, no dejaríamos de beber, tu respiración comienza a acelerarse, mi libido comienza a aumentar y entonces sucede el primer contacto; toco tu cintura y la acerco a mi cadera, al oído te susurro lo mucho que te deseo desde que te vi por primera ves aquí en el bar, y que desde entonces quise hacerte las cosas mas profanas que tu imaginación pudiera crear.
Tu no respondes, te dejas llevar, noto que tus mejillas están un poco enrojecidas por la excitación, comienzo a besarlas, tu ritmo cardiaco esta al tope, entonces introduzco mi mano por debajo de tu camiseta y toco uno de tus músculos pectorales al masajearlo circularmente siento que la punta esta erizada y caliente ___ahhh!!!! como se me antoja mordisquearla suavemente y sin provocarte dolor___.
Entonces tu me sugieres darnos prisa para decidir donde consumar el éxtasis de nuestra excitación, te respondo que antes tengo que ir al baño, tu me pides acompañarme, súbitamente mis pensamientos se llenan de perversión y con un nudo en la garganta acepto, dejo mi tarro de cerveza en la mesa y te tomo de la mano para que inicies el viaje que seguramente nunca olvidaras.
La multitud que se encuentra en el bar casi no nos permite avanzar, pretexto para tocar tu suave y redondo trasero, te haces para atrás y yo te recargo en mi pecho y abrazándote, nos abrimos paso hasta el baño, me pides que entremos al de damas pues el otro siempre esta ocupado por hombres que seguramente no dejarían de mirar lo que les provocaría su mas sádica masturbación.
Por fin estamos adentro, tus labios me dibujan una sonrisa y a la ves me invitan a sentirlo con los míos, te beso y ya sin pudor toco todo tu cuerpo, tu cabello, tu espalda, tu cintura, tus piernas y esa zona entre ellas que siento tan caliente, mi mano se detiene en ese lugar y lanzas un gemido al sentir que mi dedo quiere sentirte por dentro, de pronto siento tu mano en mi espalda por debajo de mi camiseta me abrazas y tu respiración no deja de ser agitada y emites unos gemidos repetidamente, siento tu otra mano tocando mi trasero por debajo de mis pantalones, abres tus piernas y me acercas a ti, tu falda y mi pantalón nos estorban y con caricias subo tu falda y me deshago de esa prenda color negra y al hacerlo deja al aire tu pubis, lo toco y siento húmeda esa zona que me enloquecería lamer, en eso siento tu mano entre mis cabellos y de un tirón empujas mi cara a esa magia, con mi lengua saboreo tu esencia estalla un grito de placer en tu boca, mi lengua lo hace de arriba a bajo, de un lado a otro, entra y sale, estallas en placer.
Entra una chica, pues tiene necesidad de utiliza el Wc y nosotros no pensamos en meternos a una cabina, lo estamos haciendo cerca del lava manos y frente a los espejos, ella se te queda viendo y tu sin decirle nada le sonríes, retiras mi cabeza y cierras tus piernas, acomodo tus prendas y al mismo tiempo se nos ocurre ir a otro lado donde nadie nos pueda interrumpir, me tomas de la mano y salimos del baño y del bar, aun tengo esa sensación en mi lengua y se que cuando subamos al primer taxi te tomare de la cintura y repetiré la escena del baño.
Piensas que esta noche apenas comienza pues son las 11:30 y tu tienes la idea de no llegar a casa, sabes que lo pasaras conmigo y amanecerás junto a mí, este es el inicio de una noche en la que apenas son las 11:30.