11. Anécdotas… – Quinceañeros. (3° Parte)

Besos... besos... vergas.. besos... pajas... y mas besos...

NdA: Hola de nuevo... este capítulo tenía un titulo diferente – estaba planeado desde hace tiempo –, pero... al tener las fechas muy cercanas decidí hacer la continuación de “Quinceañeros” y esperar haber logrado describir ésta etapa por la que pasamos todos. Como dije en el capitulo anterior... éste va a ser bastante corto, para poder trabajar en el siguiente.

---*---

- Mierda... – mi padre estaba en casa.

  • Andrew... ¿Qué?... – dijo sorprendido pero luego cambio su semblante molesto – ¿Qué te paso?

  • Yo... papá... déjame explicarte.

Había llegado a casa luego de mi pelea-reconciliación-odio-amor con Luís... el Sr. Jonathan nos había venido a buscar después de dejar a Tony en casa. Llegamos a casa de Luís, pero, al momento de despedirnos no pudimos hacerlo como queríamos ya que el chofer estaba allí con la mirada encima de nosotros, así que con solo un simple apretón de manos y  con cara de fastidio de ambos, Luís entró a su casa y yo a la camioneta llegando a mi casa rápidamente...

  • Pero se puede saber...

  • Yo...

  • Llegas tarde y de ésta manera, mira tu uniform...

  • ¡Papá!... ¡déjame hablar, coño! – le grité interrumpiéndolo.

Mierda mierda mierda... le acabo de gritar a mi padre... la cara de sorpresa que tenía... era irremplazable, así que las defesas bajaron completamente, dejé el bolso en el piso y me acerqué rápido hacia él tomándole de ambos brazos.

  • Papa... disculpa... en verdad, no quería gritarte – mi padre no dejaba de mirarme y yo tragué en seco.

  • ¿Qué te ocurrió?

  • Peleé con Luís.

  • Mmm...

  • Disculpa por gritarte... perdón perdón – termine diciendo con miedo.

  • ... Está bien.

  • ...

  • ¿Por qué peleaste con Luís? – continuó.

  • Yo... no puedo decirte... pero, ya lo resolvimos – dije rápido – solo teníamos que hablar.

  • Ya veo en la forma que hablan.

  • Jajajaja... – yo reía pero papá tenía la mirada seria.

  • Andrew, esas no son las formas de resolver... los asuntos que tengan, mira que tengo negocios con el padre de ese chico y con el padre de Arturo... los necesito de buen humor para que firmen el contrato.

  • Yo sé papá... descuida, ya lo solucionamos.

  • Bien... ehhh... Andrew... ve a hablar con tu hermano, ha llegado a casa sin hablar y se ha encerrado en su cuarto.

  • Creo que es mi culpa... le grité también.

  • Esto no puede seguir así y lo sabes. Para la próxima no voy a dejarlo pasar, ¿me has entendido? – me dijo mi padre con claro tono de amenaza y colocando su mano en mi hombro.

  • Sí papa...

  • Ve a hablar con tu hermano, ahora mismo.

  • Voy.

Antes de irme le di un corto abrazo a mi padre para calmar las aguas, aunque no creí que funcionara mucho. Me alejé de él, tomé mi bolso y subí a la habitación, era extraño que mi padre estuviera así tan condescendiente... por un momento pensé que me golpearía en el justo momento que le grité. Fui primero a mi habitación a dejar todo y mirándome al espejo me di cuenta el porqué papá me había mirado de esa forma. Ya tenía un par de moretones en la cara y estaba despeinado, a pesar de la imagen que tenía solo pude sonreír, sonreír porque le gustaba a Luís Martínez... ese chico que miraba al espejo no podía ser más feliz en ese momento. Me quite la chemise que llevaba para darme con otra sorpresa, tres moretones más por todo mi pecho y abdomen... Luís si pegaba fuerte, pero no pude hacer más por eso, ya el daño estaba hecho, me quite el pantalón para luego colocarme algo mas cómodo e ir a disculparme con mi hermanito.

  • Tony... soy yo ¿puedo pasar? – dije dando un par de toques a tu puerta.

  • ¡NO! – le escuche decir tras ella.

  • Pues, te aguantas – dije abriendo su puerta - ¿Cómo estás?

  • ¿¡Qué haces!? Te dije que no podías entrar – me dijo con una voz chillona.

  • Ya... no seas tonto – le contesté sentándome en la cama.

  • ¡Vete!... ¡No quiero hablar contigo! – dijo señalando su puerta, parado como un soldadito.

  • Vamos Tony, me quiero disculpar por hoy.

  • Me trataste mal...

  • Lo sé hermanito... perdón.

  • Eres un idiota.

  • Lo sé – le dije admitiendo todo.

  • ¿Por qué me gritaste?

  • Estaba molesto con Luís...

  • Luís es un idiota también...

  • Jajajajajaja... sí – dije recordando feliz.

Mi hermanito estaba parado frente a mí, me miraba molesto con sus ojos verdes brillando así que borré la sonrisa que tenía y lo miré serio para pensar unos momentos... Tony... no podía seguir tratándolo de esa forma, Matty nunca lo hizo conmigo... bueno, no que yo recuerde... aunque debo admitir que Matty es un hermano modelo... yo nunca podría ser como él, de una u otra forma tenía que saber cómo ser un mejor hermano, pero por ahora sabía algo que lo haría sonreír unos momentos.

  • ¡Ven acá!

Lo tomé por sus brazos y lo abracé jalándolo hacia mí, de tal forma que tumbados, comenzamos a rodar por la cama sonriendo y haciéndole cosquillas, sentía su cuerpecito caliente tratando de escaparse... la mejor forma de hacer sonreír a mi hermanito.

  • Jajajajajaja...

  • Jajajaja jajaja...

  • Ya... Yaaa déjame Andy...

  • Nooo... – le decía haciéndole más cosquillas – jajajaja...

  • Yaaa... por fa Andy... jajajaja... Yaaa.

  • Bueno... jajaja ya... está bien.

Nos quedamos acostados en su cama un poquito abrazados.

  • Entonces... ¿me perdonas hermanito?

  • Sí... pero no me trates mal...

  • Jajaja... lo prometo, no lo haré más...

Tony se quedó mirándome unos segundos extrañado.

  • Te pegaron... – dijo pasando unos dedos por mi rostro.

  • Sí Tony... peleé con Luís...

  • ¡QUE BUENO! – me dijo feliz...

  • Oye... que ya lo resolvimos – le contesté extrañado.

  • Ahhh... bueno – dijo con desilusión.

Pasamos un rato mas hablando y disculpándome cada vez que lo pedía, saco un par de juegos invitándome a  jugar y así pasó la tarde esperando a que mi hermanito haya olvidado el cómo lo traté hoy... problemas del amor, ya me he dado cuenta que me hacen actuar extraño... y si estoy molesto, pues... la pago con todos. Ya en la noche a la hora de cenar, mi hermano fue rápido al comedor, yo fui al cuarto ya que mi celular no dejaba de sonar, cuando vi la pantalla, tenia 4 llamadas perdidas, así que conteste rápido.

  • Hola...

- Por fin contestas coño... ya estaba molestándome.

  • Jajajaja... ¿ya te vas a poner celoso?

- Claro que no... solo que... ¿Dónde estabas?

  • Jajajaja... estuve con Tony jugando.

- Ahhh ya entiendo...

  • ¿Qué pasó Luís?... o bueno... ¿Cómo prefieres? Bebé... cariño... ¿Rey?...

- Jajajajajaja... ninguno... no me digas así. Por favor.

  • Bueno... ya ¿Qué pasó? – le contesté seco.

- Mira a mi me hablas con cariño chamo...

  • Jajajaja... te quiero poner un apodo y tú no me dejas.

- Jajajajajaja... está bien... pero solo entre nosotros cariñooo.

  • Jajajaja que gay suena eso... mejor lo dejamos como siempre... – le contesté pensándolo mejor.

- Está bien, tienes razón. Lento pero seguro...

  • Me vas a decir ¿Por qué llamaste?

- Pues es obvio... para hablar... ¿Qué te dijeron en casa?

  • Nada importante... mamá no me ha visto y papá sabe que peleamos, pero no dijo nada. Le grité... ¿puedes creerlo?... le grité a mi padre... – dije lanzándome en mi cama y colocando uno de mis brazos detrás de mi cabeza mirando al techo.

- Pfff... eres un duro... jajajaja el mío seguro me voltea la cara y me deja en el piso.

  • Creo que le falto poco para hacerlo. ¿Y en tu casa te dijeron algo?

- No no... bueno... mi papá dijo algo pero no le entendí bien... sabes que nuestros padres están haciendo negocios...

  • Sí...

- Y mi mamá se molestó un poco... ya no les caes bien...

  • ¿En serio?... pfff que mal... que mierda – le dije triste.

- Jajajajajaja... te estoy jodiendo... mamá solo le molestó que llegara todo desarreglado... pero... valió la pena... ¿no crees?

  • Jajajaja... me asustaste pajuo... sí, valió la pena... no quiero caerle mal a mi suegrita...

- Coño Andrew...

  • Jajajaja Luís... ¿tampoco puedo bromear con eso?

- Jajajaja... disculpa... está bien...

  • Bueno... yyy...

- ¿yyy?... – escuché luego de unos segundos.

  • Esteee...

- Ajaaa...

  • Jajajajajaja...

- Jajajajajaja ¿estás bien?

  • Sí... jajaja, lo que pasa es que estoy feliz – dije con una sonrisa boba.

- Y yo – escuche su voz bastante bajo.

  • Me gusto besarte...

- Y a mi... también...

  • ¿Cuándo podríamos...?

- Mmm no sé – me interrumpió – en el colegio no lo haremos Andrew... quiero que actuemos como siempre...

  • Ya sé... – decía mientras volteaba los ojos.

  • Joven Andrew – dijo la Sra. Teresa desde la puerta dando unos toques – la cena está lista, puede bajar.

  • Ahhh si... ya bajo – dije levantándome rápido – Oye... me esperan para cenar.

- Ahhh ok. A mí también – dijo Luís con voz de fastidio.

  • Nos vemos mañana... ¿de acuerdo?

- Claro... yo ehhh... te...

  • Te quiero...

- Jajaja... y yo.

  • Ahhh oye, recuerda que prometiste que estudiaríamos para química.

- Sí, verdad... pero... el parcial es para el 15... lo dejamos para luego...

  • Prometiste que me explicarías idiota...

- Tranquilo... igual nos vemos el sábado por la fiesta de nuestros padres...

  • Verdad... podríamos hacer algo aquí – inconscientemente no solo pensé en estudiar química.

- Claro... oye, me voy.

  • Sí, a mí también me esperan...

- Te quiero – volvió a repetir.

  • Y yo... – simule dar un beso al teléfono, pero él ya había colgado.

Era, o éramos unos tontos enamorados...

Baje rápido al comedor para ver que todos me estaban esperando, me miraron, y lo único que pude decir fue que hablaba con Luís por teléfono sobre estudiar química... no estaba mintiendo, hablamos sobre eso ¿no?

La semana pasó bastante rápido sin ningún incidente que destacar, Luís y yo habíamos actuado como siempre, nuestros amigos nos habían preguntado el porqué de nuestro espectáculo del lunes, pero lo único que podíamos responder fue “no era asunto suyo” y que simplemente debían saber que ya éramos amigos de nuevo y nada mas – acompañado de una mirada cómplice nuestra –, Arturo no le bastó esa respuesta así que me apartó de todos y me preguntó en privado que era lo que ocurría... yo le había dicho que si era mi verdadero amigo, se conformara con eso, algún día – cercano, esperaba –, le explicaría todo con más calma , lo único que pudo hacer fue negar con la cabeza pero terminar sonriendo. Era extraño – e irritante – en algunos momentos de la semana ya que Cintia se pegaba a mí como chicle, lo único que podía hacer era apartarla suavemente – porque en realidad quería abrazar a Luís – cada vez que sucedía esto mi “amigo” tenía una mirada difícil de descifrar, confusión, ira, pero más que todo... resignación.

---*---

Sábado 9, octubre de 2004

  • Que fastidio... no quiero bajar.

  • Yo tampoco hermanito... – le decía acomodando su corbata azul.

Estábamos preparándonos para la “fiesta” de negocios de nuestro padre, eran reuniones bastante importantes que seguían un protocolo, todos teníamos que estar bien vestidos, música relajante, un suave jazz y meseros con copas por toda la casa esquivando a todos los invitados. Primero, las familias de los socios cenábamos juntos – mi hermano y yo junto a algunos chicos en la mesa de “niños” – para que luego los hombres de negocio se apartaran para cerrar el trato, las esposas siempre se iban al jardín a hablar de sus cosas y nosotros, los chicos, nos repartíamos en nuestras habitaciones para hablar de lo fastidioso que eran las reuniones de nuestros padres – lo típico –.

Algo bueno de éste día era que iba a ver a Luís de nuevo con traje... suspiraba recordando lo bien que se veía vestido de esa forma, esperaba que luego de terminar de cenar fuéramos a mi habitación y estar un rato juntos – desde que tuvimos “la conversación”, como la llamábamos generalmente, no habíamos podido estar solos en ningún momento – así que ésta noche en mi cuarto podríamos hablar, estar abrazados... y hasta poder llegar a mas – claro rogando que Luís no colocara mas límites –.

  • ¿Y Matty viene?

  • Pues... creo que sí... pero no va a llegar a cenar... si no más tarde.

  • ¿Por qué?

  • Pues... no se – no le iba a decir la verdadera razón del porqué de su llegada.

  • Ahhh... – dijo triste – quería hablar con él.

  • ¿De qué? – le pregunté extrañado.

  • Nada... nada... ¡no te incumbe! – decía alejándose.

  • Bueno. Ya pero no te muevas que no puedo hacer el nudo bien – estaba aprendiendo y yo mismo podía hacerme el nudo perfecto pero a otra persona... –... ¡Listo! Bueno... allí quedó – quedaba más o menos bien.

  • Gracias Andy.

  • Muchachos... es hora de bajar... los invitados van a llegar pronto – decía mi madre entrando sin avisar, de nuevo.

  • Ya vamos – respondimos al mismo tiempo.

Como había dicho... era una reunión de negocios, así que solo teníamos que estar abajo, parados firmes, bien vestidos y simular ser una familia modelo para que mi padre estuviera feliz. Cada familia fue llegando y aumentando más el volumen de gente, las voces y risas. Finalmente lo vi en la puerta llegando con sus padres y los padres de Arturo. Luís se veía excelente utilizando la misma ropa que había llevado a los Quinces de Selena, solo que la camisa era blanca, pero igual llevaba la misma corbata, mi corbata que combinaba con mis ojos. Yo en cambio iba con mi traje negro pero con una camisa beige y una corbata dorada.

  • Hola...

  • Hola... – nos habíamos saludado con una sonrisa nerviosa.

  • Alejandro ¿Dónde está tu hijo? – preguntó mi padre al de Arturo.

  • Está enfermo en casa – había respondido, Luís y yo nos miramos extrañados.

  • Ayyy es una pena – dijo mi madre con una cara triste.

  • Sí Martha... bueno, pero es mejor que se quede en casa – había respondido Antoinette, la madre de Arturo.

  • Y tú Reinaldo... luego de tantas reuniones es momento de relajarnos un poco – le dijo mi padre con una amplia sonrisa.

La madre de Luís, la señora Clara lo único que hacía era tomar el brazo de su esposo y sonreír sin decir ni una palabra, se le veía muy extraña.

  • Por supuesto Joseph – había respondido ahora el padre de Luís.

  • Bueno... pasemos al salón – continuó mi madre – y tengamos una agradable velada.

La escena era bastante bizarra ya que Alejandro, Reinaldo y mi padre Joseph eran la viva imagen de Arturo, Luís y mía respectivamente, y es que los tres hombres se parecían tanto a nosotros que yo mismo pensaba que así nos veríamos en un futuro no tan cercano – y no me equivoqué –. Alejandro era idéntico a Arturo con los mismos ojos azules oscuro, llevaba la cabeza rapada pero tenía una suave barba en forma de candado dándole un aspecto demasiado varonil sumado a su cuerpo atlético, y Reinaldo el padre de Luís no aparentaba la edad que tenia, parecía tener más o menos 30 años con su piel morena bronceada, sonrisa blanca perlada y los ojos color miel – un poco más claros que los de mi chico –, los tres hombres llevaban traje negro y camisa blanca con corbata negra.

  • De la que se salvó Artie... – me había dicho Luís susurrándome...

  • Jajaja... sí... oye... linda corbata...

  • Gracias... – me había dicho sin mirarme – combina con tus ojos – ahora me sonreía.

  • Jajajajajaja y ¿Qué le pasa a tu mamá?

  • Pues... nada, creo... debe estar cansada – dijo no muy convencido.

Nuestras madres se habían ido directo al jardín a hablar de sus cosas con las otras mujeres, habían niños jugando cartas mientras que Luís y yo – los únicos chicos de nuestra edad – nos quedamos hablando un rato un poco fastidiados, para que exactamente a las 8:00 pm los meseros empezaran a servir la mesa, en el momento en que estuvimos comiendo no parábamos de mirarnos profundamente y darnos sonrisas nerviosas mientras los niños lo único que hacían era reír – o gritar mejor dicho – con cada broma que hacían.

  • Buenas noches... – había dicho Mathew desde la puerta de la casa – disculpen por llegar tarde, señores. Padre.

  • Mathew – había respondido mi padre desde la mesa.

Mi hermano miro hacia nuestra mesa y nos dio una sonrisa para luego salir al jardín y que la cena continuara entre los socios.

La cena terminó sin contratiempos así que me levanté rápido junto con Luís a saludar a mi hermano. Iba completamente de negro y con semblante triste, su mejor amigo Mauricio – que lo conoció en la universidad – lo habían asesinado y estaba llegando del velatorio.

  • Lo lamento... – llegué a abrazarlo.

  • Está bien... era su momento – me había dicho con voz apagada.

  • ¿Puedo hacer algo? – me estaba contagiando su tristeza.

  • Necesito estar solo...

  • Pero... – Luís me tomaba por el brazo y me invitaba a dejar solo a mi hermano.

No dije más y lo dejé solo en el jardín. Seguimos nuestro camino pasando entre los invitados y meseros hasta llegar a las escaleras y subir a mi habitación, cuando entramos, encendí la luz, se me ocurrió directamente cerrar la puerta con seguro y así no tener interrupciones.

  • Tu hermano va a estar bien... – me dijo en el centro de la habitación.

  • Sí... ya sé... pero odio verlo triste.

  • Que mal que su amigo haya muerto.

  • No... lo mataron que es otra cosa – dije molesto.

  • Sí... que mierda.

Nos quedamos callados unos segundos mirándonos y fui a abrazarlo...

  • ...

  • ¿Por qué me...?

  • Es que... no me gustaría perderte... eres mi amigo... bueno – le dije mirándolo – jajaja mas que eso.

  • Jajaja... lo sé... pero no pienses en eso... no sé... solo piensa que estamos vivos y ya...

  • Te quiero Luís...

  • Y yo jajaja... vamos... no seas cursi – me separó y me golpeo el hombro.

  • Jajajajajaja... oye... y ¿Qué paso con el idiota de Arturo? ¿Por qué no vino? – le pregunté acostándome en mi cama.

  • No quería venir y ya, me escribió que fingió estar enfermo para escaparse...

  • Que idiota...

  • Claro que no, ¡es un genio!... lástima que no se me ocurrió.

  • No estarías aquí conmigo – le dije medio ofendido - ¿O no quieres estar conmigo?

  • Claro que si pendejo... – ahora vino y me acompaño en la cama.

Estuvimos unos segundos mirándonos acostados, pasé mi mano por su pecho sorprendiéndose un poco, me acerqué y lo abracé un poco más, apoyándome en su pecho, él paso su brazo por mi espalda un poco fuerte y comenzamos a reírnos...

  • Jajaja estamos solos... – le dije.

  • Jajaja... ya sé.

  • Puedo... ehhh... pues... me dejarías... jajajaja Luís...

  • Habla ya idiota... – me dijo con una sonrisa boba.

  • Crees que... podamos... ¿besarnos? – le pregunté en voz baja.

  • ... – su sonrisa se borró.

  • Por favor... o sea... estamos solos... y yo... me gustaría... o sea... tú y yo juntos... como en el colegio... fue...

No dije mas... o mejor dicho, no pude decir más, sus suaves labios se unieron a los míos callándome... eran cálidos y suaves, sentir que nos besábamos de nuevo era genial, pasé mi mano acariciando su pecho, el aire que exhalaba por la nariz me daban cosquillas así que me separé con una sonrisa, pero sólo fueron por unos segundos ya que me lancé de nuevo a su boca, le fui dando repetidos besos, picos en su rostro pasando por ambas mejillas su frente mientras él reía igual que yo...

  • Jajaja...

  • Jajaja... – desabroché el blazer que tenía para dar más acceso a su pecho, para luego yo hacer lo mismo con el mío,  me monté encima de él y estando los dos acostados podíamos sentir que nuestras vergas comenzaban a despertar...

  • Lento... Andrew... lento...

  • Lo sé Luís... confía – y lo besé de nuevo –... en mí.

Unimos nuestros labios de nuevo y quería mas... y Luís también... lo sabía... así que pasé mi lengua por sus labios, solo un par de veces para que entendiera lo que quería, movía mi pelvis rozando nuestros paquetes y logrando que crecieran bastante... Un par de gemidos salieron de su boca que acallé un poco con mis labios, las manos de Luís se movían lento acariciando mi espalda mientras que las mías no dejaban de acariciar su rostro, con mis ojos cerrados volví a pasar mi lengua haciendo presión intentando penetrar esa boca. Un movimiento duro y certero en mi pelvis hizo que ambos gimiéramos y mi lengua por fin entró donde más lo deseaba, sintiendo su calor comencé a explorar mientras sus manos me apretaban bastante fuerte en mi espalda acercando nuestros cuerpos más si era posible, nuestras bocas hacían un extraño sonido suspirando al probar el sabor de la boca del otro y nuestras mentes estaban alejadas de mi habitación hasta que un extraño sonido nos hizo regresar, quedándonos quietos unos segundos... no quería dejar de besarlo así que continuamos en lo nuestro. Esperaba que estuviera disfrutando al igual que yo así que abrí mis ojos y veía el placer en su rostro enroscando nuestras lenguas... el beso era algo torpe, pero con la experiencia todo mejoraría... cuando me separé de él lo hice con una extraña succión de su boca y lengua a la cual él se revolvió debajo de mí...

  • Wow... jajajaja... mi-mierda...

  • Jajaja... Luís... mmm que rico... – decía besando su mejilla y dando una pequeña lamida en su cuello...

  • Ahhh... ahhh...

  • Shhh... calla...

Nos quedamos mirándonos un poco hasta que ambos nos percatamos de la erección del otro, Luís con sus manos en mi cadera y con un poco de fuerza me alejó de él acostándonos de lado en mi cama...

  • Perdón... – me dijo en voz baja... – por hoy... es suficiente...

  • Sí... por hoy... buenooo – hice una pausa – ¿te gustó?

  • No...

  • ¿Qué? – exclamé molesto.

  • Jajajaja... mentira mentira... jajajaja.

  • ...

  • Obvio me gustó... jajajaja... mira – dijo mirando en dirección a su entrepierna con un paquete duro y bastante marcado.

  • Jajajajajaja...

  • ... – ambos nos acostamos mirando al techo escuchando nuestras respiraciones.

  • Que rico beso...

  • Sí ¿verdad?... nunca había besado a una chica de esa forma...

  • ... – algo de ese comentario no me había gustado mucho.

  • ¿Y tú?

  • Tampoco.

  • ¿Estás bien? – me preguntó.

  • Es que... yo no soy una chica Luís... yo soy un chico.

  • Ehhh ya sé – me dijo extrañado...

  • Es decir... mira – me levanté y quedé arrodillado en la cama – o sea yo... tú... – no encontraba las palabras para explicarme, él me miraba confundido – ya te lo dije antes... no soy una chica... ni quiero ser chica... si vamos a ser “algo”... coño, tienes que entender que vamos a ser dos chamos juntos... eso es lo que yo quiero...

Mi amigo se quedó mirándome para luego quedarse callado y acostarse de nuevo mirando al techo, era extraño... éramos unos adolescentes pero la escena que teníamos en ese momento claramente podía pensarse que se trataba de chamos de 20 años o mas...

  • Yo sé... ambos somos hombres... y tengo que acostumbrarme a que me gustas... que eres un chamo y me gustas...

  • Es muy difícil para ti ¿verdad?

  • No... no, solo que una vocecita en mi mente me grita que estoy loco y que... que esa vaina no se hace y ya... que deberíamos ser amigos... pero otra voz me dice que...

  • Que todo está bien... que no hay problema – completé por él.

  • Algo así...

  • Luís... – se quedó mirando el techo... – mírame idiota...

  • Jajaja... ¿Qué?

  • Jajaja... sabes... Matty me dijo algo muy importante hace tiempo... y nunca lo olvido...

  • ¿Qué es?

  • Pues que... Yo soy yo... eso es lo que importa...

  • Tú eres... tú.

  • Y tú, eres tú y ya, eso es lo que importa... nada más...

  • ... Mmm... tu hermano es inteligente...

  • Bastante... jajaja...

  • Entiendo...

  • ¿Ya estás mejor?

  • Sí...

Me acerqué a darle otro beso en la boca que acepto gustoso... y luego de unos momentos la perilla de la puerta comenzó a moverse pero la puerta no se abrió, estaba asegurada, luego de unos segundos se escucharon unos fuertes toques.

  • Andy cariño... Luisito... tus padres ya se van – escuchamos detrás de la puerta.

  • Mierda... nuestros padres si joden... – dije volteando los ojos.

  • Jajajaja... ven... vamos.

Ambos nos levantamos de la cama y nos vimos rápido, Luís y yo cerramos nuestros blazers, mientras me fijaba en ambas entrepiernas verificando como estaban nuestros amigos, antes de abrir la puerta el propio Luís se acercó y me dio un corto beso.

  • De despedida...

  • Jajajaja...

Bajamos rápido viendo que ya la mayoría de los socios se habían ido y nuestros padres se daban un fuerte apretón de manos con una sonrisa y nuestras madres también se despedían, para aparentar un poco nosotros no hicimos nada solo nos despedimos de la familia del otro agradeciendo la cena y su presencia – cuestiones de etiqueta –, nuestra sonrisa cómplice fue perfecta por el paso que habíamos dado esa noche, terminando con su partida. Suspire cansado... aunque lo que más quería en ese momento era regalarme una buena paja no podía aún por la gente que quedaba en el salón. Me di cuenta que ni Matty ni Tony se despidieron de la familia de Luís así que pregunté por ellos.

  • ¿Y mis hermanos?

  • Tony se fue a dormir... y Mathew esta recostado en la habitación, necesitaba descansar – dijo mi madre triste, seguido de un bufido de mi padre.

  • Pfff... la vida sigue.

  • Joseph... – le reprendió mi madre.

Los dejé a ellos en el salón y subí directamente al cuarto que era antes de mi hermano, di un par de toques y entré a la habitación ahora vacía, con una cama matrimonial y en ella estaba mi hermano, sin su blazer y con la camisa abierta, acostado pero con la mirada atenta.

  • ¿Puedo? – pregunté por lo bajo.

  • Claro... ven – me dijo señalando al lado de su cama.

Hice lo mismo, quitándome mi ropa y tirándola al suelo, aflojando la corbata y abriendo mi camisa para finalmente acostarme a su lado.

  • ¿Estás mejor?

  • No... pero... lo estaré...

  • Me voy a quedar aquí – le dije – para que no estés solo.

  • Gracias... – seguía con su voz apagada.

  • ...

  • La pasaste bien... ¿no? – preguntó de repente en la oscuridad, yo lo miré extrañado... – con tu amigo Luís... ahorita.

No pude hacer más nada que asustarme, acto que mi hermano notó, pero a pesar de lo que esperaba solamente me comenzó a sonreír.

  • Yo... yo... yooo...

  • Shhh... está bien...

  • Pero... Matty...

  • Shhh... vamos a dormir...

  • Matty... – le volví a llamar algo desesperado.

  • Qué bueno que cerraron la puerta con seguro... pero... para la próxima no deben hacer tanto ruido...

Lo único que pude hacer fue comenzar a llorar... bueno, en realidad fueron unas pequeñas lagrimas – soy un maldito sentimental – mientras mi hermano me abrazaba un poco y yo me dormía en su pecho sintiendo sus caricias en mi espalda... a los pocos minutos el cansancio nos debilitó a ambos y nos quedamos dormidos.

---*---

...

- Está bien...

- Pero Matty...

- Está bien hermanito...

...

---*---

... Abrí mis ojos... ya era Lunes... por alguna razón que no recuerdo no había clases ese día, eran las 9:30 am y una pequeña luz atravesaba las cortinas de mi ventana, me senté en la cama recordando sus palabras... “está bien...” pero... ¿en verdad lo estaba? Me lo había dicho un par de veces ayer antes de irse, pero sin dejar que yo le explicara y tampoco él sin decirme nada más... quería hablar con Matty, que me ayudara... que estuviera a mi lado, pero hoy no era el día. Luís me había llamado para que fuera a su casa, porque me iba a explicar química ya que el parcial sería el viernes. Me levante de la cama lentamente y fui al baño, me quité toda la ropa y me metí a bañar, el agua fría me terminó de despertar pasando mis manos por todo mi cuerpo acariciándolo, abrí la llave del agua caliente y mi cuerpo empezó a calentarse, poco a poco mi pene iba despertando, no me había masturbado desde la noche del jueves así que mis bolas estaban llenas y me dolían... me dolían por la excitación que tuve al besarme con mi chico... sus labios, su bello rostro, sus manos acariciando mi espalda acercándome a él y rozando nuestras erecciones sobre el pantalón... batía mi pene contra mi mano causándome placer, una de mis manos fue a mi ano directamente tocando y acariciando mi entrada, el agua era un perfecto lubricante haciendo que uno de mis dedos pasara lentamente hasta que estuvo la mitad adentro, con algo de dolor pero soportable... podía disfrutarlo, temblando un poco por lo que mi dedo hacia dentro de mí. El sonido del agua correr amortiguaba un poco los pequeños gemidos que salían de mi boca, moviendo mi dedo en circulo me causaba punzadas de placer haciendo que mi pene palpitara en mi mano, fue poco lo que tardé masturbándome esa vez, pensando en mi chico y acabando con pequeños disparos que cayeron en el piso y se perdieron en el agua yéndose por el drenaje, también unas pequeñas contracciones apretaban mi dedo bastante fuerte así que lo saqué causando un sonido de succión... me quedé debajo del agua pensando... me gustaba Luís... me gustaba Luís... me decía en mi mente repitiéndolo bastantes veces, pero también trataba de convencerme del porqué quería a ese idiota... y no lo sabía...

  • Todo está bien...

Sí... todo estará bien... nada tiene que cambiar... todo estaba... bien. Matty me lo había dicho, pero... quería que me dijera más... que lo confirmara de alguna forma, desgraciadamente... no era el momento y eso era lo que más me frustraba.

---*---

  • Buenos días...

  • Buenos días mi amor... – me decía mi madre con una taza de café desde la mesa – ¿A dónde vas?

Mamá me miraba extrañada por la ropa que llevaba, una camiseta negra, un jean desteñido, mis zapatos DC deportivos negros y en mi brazo llevaba un sweater blanco.

  • Yo... voy a casa de Luís, me va a explicar química.

  • Ayyy que bueno... ese chico si es bueno contigo...

  • Sí... – dije sonrojándome.

  • Y ¿Cómo la pasaron el sábado?

  • ¿¡AH!? – le pregunté asustado.

Mi madre me miro extrañada con una sonrisa por la expresión que había hecho.

  • Mi amor... solo te hice una pregunta ¿Qué pasa?

  • No nada... nada...

  • ...

  • La pasamos bien, lo normal.

  • Me alegro. Bueno, ya voy a llamar a Jonathan para que venga a buscarte.

  • Gracias.

Desayuné poco y es que estaba pero no estaba consciente de lo que hacía, en realidad no quería estudiar química en un día libre, lo único bueno que tenía éste día era que vería a Luís hoy en su casa y si teníamos algo de suerte estaríamos un rato solos de nuevo para poder hablar un poco...

El Sr. Jonathan me llevó rápido a casa de mi chico y en el momento en que me él abrió la puerta se quedó bastante confundido con la mirada perdida y somnolienta, acababa de despertarse, junto a Poppy que había salido y ahora saltaba montándose encima de mí.

  • ¿Qué?... ¿Qué haces aquí? Ahhh – me dijo bostezando.

  • Pues... idiota – tomé al perro con las dos manos por ambas patas pareciendo que bailábamos –, me dijiste que me ibas a explicar química hoy.

  • ¿En serio?... ahhh si verdad... jajaja... deja a Poppy quieto...

  • Es que quiere montarse jajajaja... mira como baila – reía mientras el Golden Retriever se movía –... ¿Y me vas a explicar aquí afuera?

  • No no no... entren par de bobos... – dijo dándonos paso a su casa.

  • ¿Qué hacías dormido? – le pregunté mientras el perro nos rodeaba.

  • Coño... pues es día libre... y se me olvido que venías... disculpa.

  • Ya...

  • Déjame cambiarme y ya vengo.

  • Quédate así idiota... igual te ves muy bien.

Mi chico llevaba puesto una camiseta de tirantes blanca y un short deportivo azul bastante cómodo... lo vi de arriba abajo picándole el ojo mientras él sonreía apartando la vista.

  • No... jajajaja tu estas vestido, yo no.

  • Carajo... hazme caso... – me acerqué y lo abracé, Poppy comenzó a ladrar bastante fuerte asustándonos.

  • ¡Andrew! – dijo mirando hacia la cocina...

  • ¡Verdad, tu mamá! – le susurré asustado.

  • Jajajaja mentira... no hay nadie en casa...

  • Coño Luís, me asustaste...

  • Qué risa... – dijo feliz y sonriéndome.

  • ... – ahora estaba molesto por su broma.

  • Bueno está bien... – decía mientras me daba un beso, después de vernos, el perro lo único que hizo fue rodearnos de nuevo para irse a la cocina – Vamos a buscar los libros... anda ven... vamos Drew... – ahora me jalaba hacia la escalera...

  • Bueno ya...

Era genial que Luís me haya dado un beso sin habérselo pedido, significaba que de alguna forma estaba bajando sus barreras, aunque pensándolo bien, que la casa estuviese sola era un buen incentivo para poder besarnos sin que nadie molestara.

Subimos las escaleras y entramos a su cuarto... su cuarto putamente azul, sonreía viendo las paredes, la cama deshecha con sabanas y almohadas en azul así que muy quitado de la pena dejé mi sweater en el escritorio y me acosté en la cama sintiendo aún su calor muy confortable.

  • ¿No íbamos a estudiar? – dijo mirándome confuso.

  • Mmm... no, ven... tengo sueño... estudiemos luego...

  • Jajajaja... Andrew... sabes que eres muy bruto en química...

  • Oye – le dije dolido –... bueno, sí, tienes razón.

  • Anda... estudiemos un rato que es fácil.

  • Bueno vamos...

La pequeña clase que me dio Luís... puedo decir con toda certeza que no recuerdo ni puta madre de lo que me explicó. Y es que a cada cosa que me decía... cada formula o elemento – qué se yo – no dejaba de mirarlo y sonreírle acción que él notaba y me reprendía diciendo que por favor le parara a lo que me estaba diciendo. Hicimos un par de ejercicios – bueno, él en realidad... yo sólo me copiaba – y a las dos horas ya le estaba pidiendo a besos que dejáramos de estudiar.

  • Por favor... – dejé un par de besos en su mejilla – anda... hagamos otra cosa...

  • Coño Drew... después te andas quejando que no entiendes...

  • Yo sé... pero no tengo ganas – otro beso mas – el viernes nos copiamos... bueno – un beso en la boca – me pasas las respuestas...

  • No jodas – dijo haciéndose el duro.

  • ¿No me vas a ayudar? – le dije sorprendido.

  • Pues no... coño... Andrew, si no estudias... no te ayudo.

  • ¡Qué bolas!... recuerda que yo te pasé el parcial completo de biología – dije separándome molesto.

  • Pero yo había estudiado algo... tú ni sabes cómo se escribe química.

  • Ya... gracias – sentía a Poppy montándose en mis piernas.

  • Jajajaja no te molestes, solo digo la verdad... y quiero ayudarte.

  • Claro me dices estúpido y ahora quieres ayudarme – ahora le acariciaba la cabeza al perro – aquí el único que me quiere es Poppy... él me entiende... tú me odias.

  • Siempre he querido ayudarte – me dijo serio.

  • ...

  • Ya... está bien, prometo ayudarte en todo el parcial. Pero por dios, estudiemos un rato más y deja al perro quieto vale...

  • Jajajajajaja.... ok ok... gracias gracias – mientras me lanzaba a darle un último beso y me olvidaba de Poppy.

Luego de eso pasamos una hora más estudiando hasta que nos dio algo de hambre – lo normal, eran ya la 1:00 pm – su mamá le había dejado el almuerzo hecho, pero solo había comida para él, así que tuvimos que compartirlo – no teníamos dinero ni para pedir una pizza – cuando terminamos de comer Luís me pidió seguir estudiando pero yo estando tirado en su sofá no hubo otra solución que olvidarnos de química hasta el viernes... siempre me da risa recordar que esa clase particular nunca tuvo sentido, ya que ese viernes el profesor por obra divina hizo el parcial en parejas y yo rápidamente me uni a Luís feliz saliéndome con la mía ya que mi chico hizo todo el parcial solo.

Más tarde se nos ocurrió ver Resident Evil – grave error, ya que nos la pasamos asustándonos todo el rato – y en realidad no disfrutamos la película, a la mitad se me ocurrió que al estar solos y medio acostados en el sofá podíamos hacer algo más, sumado a que Luís iba provocándome con ese short y su abultado paquete. No dejaba de darle miradas invitándolo a hacer algo más hasta que por fin, olvidándose de la película nos empezamos a acariciar un poco y luego a darnos pequeños besos.

  • Mmm Andrew... será mejor que no...

  • ¿Por qué?

  • Pues... mi mamá puede llegar y abrir la puerta, vernos y termina dándole un infarto – dijo pensándolo demasiado.

  • Está bien... está bien... – me quedé callado un momento – vamos a tu cuarto... y cerramos la puerta... ¿Qué dices?

  • Jajajaja...

  • Anda Luís... tengo ganas...

  • ¿Ganas de qué? – me dijo sonriendo perverso.

  • Pues...  – mire su entrepierna – ¿Puedo?

  • Ya... vamos...  – me dijo volteando los ojos – y cuidado donde pones las manos jajajaja...

  • Jajajaja.

Subimos rápido a la habitación, Poppy nos seguía hasta el momento de entrar, pero lo dejamos afuera, Luís había cerrado la puerta con seguro mientras se escuchaban los arañazos y al perro llorar. Me acosté en la cama quitándome los zapatos y él me miró nervioso...

  • Anda ven... que esto no es nuevo.

  • Sí sí... – dudo – es decir, no, no es nuevo jajajaja.

Nos dimos un par de besos cortos hasta que lo tomé del cuello y lo halé completamente hacia mí para terminar acostándonos en la cama, Luís y yo nos estábamos transformándonos en golosos abriendo nuestras bocas y uniendo nuestras lenguas enredándose entre sí. Sentía su calor mientras comenzábamos a gemir abrazándonos y acariciándonos. Sus manos las sentía por todos lados mientras rodábamos por la cama hasta que me separe mordiendo un poquito su labio inferior gimiendo un poco.

  • Luís... carajo... jajajaja...

  • ¿Mmm?...

  • Qué bien besas imbécil.

  • Y tu cabrón... mordiéndome el labio... jajajaja – comencé a mover mi pelvis sintiendo como él comenzaba a emocionarse un poco.

  • Te quiero... – mientras comenzaba a besarlo apasionadamente.

- Y... oo... tam-bien...

No sé cómo no podíamos cansarnos de estar así acostados, acariciándonos lentamente y sonreírnos de forma boba... pero tenía una idea: estábamos enamorados... enamorados, pero calientes.

Sin que él se diera cuenta pasé una de mis manos hacia el botón de mi jean desabrochándolo y con cada movimiento que hacía el jean iba bajando lentamente. Cuando mi chico se dio cuenta me miró de forma graciosa pero con algo de morbo viendo mi bóxer oscuro y una gran erección que unida con la suya debajo de su short daban una vista perfecta.

  • Tócame...  – le dije susurrando cerca de su oído mientras se retorcía.

  • Mmm... – me monte a horcadas encima de él y tomé el elástico de mi bóxer bajándolo un poco mostrando mi pene que sobresalía un poco – Andrew.

Mi pene estaba rojo y ya babeaba así que no iba a aceptar un no como respuesta. Volví a acercarme a él y mordiendo mis labios tomé su mano y la dirigí a mi verga, cuando estuvo en contacto su cara de sorpresa merecía una foto...

  • Ahhh que ricooo – le dije mirándolo - ¿Puedo?

  • Mmm b-bueno... está b-bien.

Mi mano bajó a su entrepierna que acaricié con gusto tocando todo su pene erecto, grande y algo grueso, simplemente delicioso. Luís seguía tocándome la punta de mi pene bastante lento llenándose de mi esencia así que quería complacerlo de la misma forma, enroscando mi lengua con la suya y gimiendo por lo bajo tomé con ambas manos el elástico de su short y lo baje completamente haciendo que su pene rebotara contra su pelvis. Ambos nos detuvimos unos segundos, pero no le di tiempo para pensar más. Agarré su verga en mi puño y comencé una suave paja donde él me tomaba por los hombros bastante fuerte comenzando a gemir. El sonido del perro afuera de la puerta se hizo más fuerte...

- Poppy... – me dijo con voz ronca.

- Shhh... olvídalo... – olvídalo le dije en el mismo tono.

Seguía tocando su hermoso pene masturbándolo con algo de fuerza y también rozando sus bolas un poco, Luís también saco mi verga y comenzó a masturbarme feliz, tenía un agarre fuerte y hacia movimientos rápidos. En la habitación se podían escuchar nuestros gemidos, pero recordando lo que me dijo Matty –... que hacíamos demasiado ruido... – me detuve unos segundos pensando... Luís y yo... Mathew lo sabía, teníamos que hablar de eso... mi chico se quedó mirándome extrañado.

  • ¿Qué ya vas... vas a acabar?

  • No no... no idiota... sigue... – le dije regresando a la acción.

Pero luego un fuerte sonido de abajo se llegó a escuchar separándonos rápido. Y mirando en dirección a la puerta.

  • ¡Luisito... ya llegué!

  • Mierda... mamá – haciendo una pausa –... rápido vístete ¡vístete!

  • Voy...

Me levanté rápido mirando mi tremenda erección que al igual que Luís sólo tuvo que subirse el short, pero su erección seguía viva. Me miró asustado y yo para calmarlo terminé de vestirme y le dije que hiciera silencio, tomé mi sweater del escritorio y salí de la habitación con un poco de pena – ya que aún se podía ver la marca de mi verga en los jeans – me coloqué el sweater en mi entrepierna y baje para encontrarme con la mamá de Luís que iba subiendo las escaleras.

  • Andrew... muchacho ¿Qué haces aquí? – preguntó sorprendida.

  • Sra. Clara... ehhh yo... – le dije nervioso y aguantando la respiración.

  • ¿Y mi hijo? – dijo subiendo los escalones.

  • En el baño. Sí, es que vine porque Luís me estaba explicando química...

  • Ahhh bueno bueno, está bien... pero debió avisarme... – dijo deteniéndose – ¿Y qué comieron?... no me digas que lo poquito que le deje a Luisito... Ayyy dios mío mira que no han comido nada, por eso están tan flacuchos, déjenme hacerles algo para que almuercen bien... si no Martha sabrá que estoy matando de hambre a mi hijo – terminó diciendo para sí misma y bajando las escaleras.

Después de eso, lo único que pude hacer fue suspirar... de nuevo esquivamos la bala. Regrese al cuarto encontrándome con un Luís caminando nervioso por todo el cuarto.

  • Ya... cálmate, ya bajó... jajaja no se dio cuenta de nada...

  • Ufff menos mal – me dijo sentándose en la cama –... Mierda... nuestros padres si joden... – me dijo volteando los ojos.

  • Jajajaja... si... bajemos que después sube y se da cuenta de lo que hicimos... – le contesté medio asustado.

  • Pero lavémonos las manos cochino... están hediondas a huevo y leche...

  • Jajajajajaja shhh... verga Luís deja de hablar así.

  • Así me quieres... -  me dijo dándome un corto beso.

Nos dimos una pequeñísima sesión de besos por unos minutos apoyados en la puerta para luego salir, lavarnos y comer lo que nos había hecho su mamá. Disfrutaba cada momento estando con mi chico, estábamos bien así y esperaba con todo mi corazón que nada ni nadie interfiriera entre nosotros...

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NdA: Muy bien, ahora si puedo enfrascarme a escribir un capitulo bastante importante donde podremos conocer un poco más a uno de estos personajes– adivinen ustedes, como dije en el capitulo anterior –, no sé para qué momento lo tendré listo por eso fue que publiqué éste ahora... jajajaja... y tenerlos en ascuas.

Quisiera hacer un concurso – no tengo nada que hacer –... Jajajajajaja Y ES QUE: LA PRIMERA PERSONA QUE ADIVINE DE QUIEN SE TRATA EL SIGUIENTE CAPITULO Y POR QUÉ LO PIENSAN, LE DARÉ UN PREVIEW DEL MISMO. Comenten junto con su correo y les agradeceré un montón ésta dinámica... Si no hacen nada PUES JODANSE QUE NO PUBLICO MAS HASTA ENERO!

Ahora... me llama la atención algo importante . Y es que una persona, o personas que se rotan. VALORAN EL RELATO COMO TERRIBLE... y quisiera saber ¿POR QUÉ? Y ¡QUE CARAJOS LES HICE A USTEDES...! ME GUSTARIA BASTANTE QUE ME CONTESTARAN ESA PREGUNTA... SI VAS A CALIFICAR EL RELATO COMO NEGATIVO DIME QUE NO TE GUSTÓ Y LISTO... TIENES LA BARRA DE COMENTARIOS O SI NO QUIERES HACERLO PÚBLICO – COBARDE JAJAJA – PUEDES ESCRIBIRME A MI CORREO, solo una persona me ha dicho “ESE CAPITULO FUE UN ASCO” – cuando publiqué el capitulo 5 – y esa persona fue valiente al decirlo y yo valoré su opinión mejorando cada vez que podía. ASÍ QUE... TE RETO , O LOS RETO A COMENTAR SI NO LES GUSTÓ. Por aquí en la pagina o en mi correo. drewmagic@hotmail.com