(1) Nin y Fa
Nin y Fa habían estado de paseo y compras toda la tarde y habían recordado un bonito lugar donde tomaron un té en compañía y les apeteció tomar un gin de fresa . El trasiego de las pruebas las había cansado y sin ser muy conscientes de ello, habían acabado el primero muy rápido.
Nin y Fa habían estado de paseo y compras toda la tarde y habían recordado un bonito lugar donde tomaron un té en compañía y les apeteció tomar un gin de fresa .
El trasiego de las pruebas las había cansado y sin ser muy conscientes de ello, habían acabado el primero muy rápido, mientras recordaban los bonitos vestidos que habían disfrutado sobre sus bellos cuerpos...
La conversación prosiguió y con ella, les apeteció hacer un exceso y pidieron otro Gin!! "Por el jugar y el ir de compras"!!
Reían relajadas mientras se reclinaban más cómodas en el sofá-cama.
Nin le recordó a Fa lo bonito que era el conjunto que se había probado en Intimissimi y Fa le sonrió y con una sonrisa le recordó la mirada pícara con la que le había recorrido al entrar al probador....
Ambas rieron divertidas, mezcla del gin, mezcla de la complicidad que sentían...
De repente, Fa miro a Nin y le dijo, sabes, a quien seguro que le hubiera gustado verlo es a G. Con lo travieso y juguetón que es, vernos en el probador, le hubiera puesto muy nervioso...
Ambas rieron divertidas y recordaron el primer día que G las había invitado a ese local y ambas, al unísono, dijeron:
"Le llamamos?? Seguro que estará terminando los preparativos y le vendrá bien distraerse...
Con mirada picara, Fa cogió el móvil y buscó en su lista de contactos a G, marcó el botón de llamada y espero. A los dos tonos respondió una voz,
-Hola gatita, como estas??
-Hola cariño, bien y tu??
-Aquí acabando de preparar unas cosas. Y tu?
-Te llamaba porque he ido de tiendas con Nin, y nos preguntamos si querías venir a tomar algo? Le preguntó con voz traviesamente provocadora.
-Como me voy a negar, en media hora estoy allí, mándame la ubicación
-Nos vemos.
Fa miró a Nin con mirada seductora, cómo provocándola después de haber llamado a G y se acercó a ella. Con delicadeza, puso la mano en la nuca de Nin dejando que ella sintiera por un momento, la delicadeza del contacto de sus pieles, y la firmeza con la que la sostenía.
Con la otra mano, acarició su larga cabellera castaña, y sin dejar de mirarla con picardía, se acercó a sus labios, lentamente.
Nin ya notaba su respiración y respiraba el mismo aire que Fa, la distancia apenas era visible, cuando Nin con un rápido movimiento, la giró y la puso contra el sofá.
Y así, con Fa reclinada, empezó con su mano izquierda a recorrer su larga y suave pierna, por encima del panty, degustando con sus dedos el tacto suave y cálido, y provocando pequeñas chispitas de placer a Fa, hasta llegar a su falda.
Allí, y de forma juguetona, se sumergió sigilosamente bajo ella, como una serpiente.
Mientras sus manos provocaban a su amiga de aventuras, sus labios habían recorrido su cuello, rozando su fina piel y calentando con su aliento, el cuerpo y el ánimo de esa preciosidad de pelo castaño, y habían acabado en la nuca de Fa, besándola dulcemente.
De las dos, Nin era la más dulce y delicada, como una flor de cerezo en primavera.
Fa se giró quedándose cara a cara con Nin, y le dio un beso, furtivo pero a la vez suave, y con él, una oleada de pequeñas chispitas recorrieron sus cuerpos. Y con ellas, las manos de Fa empezaron a recorrer el cuerpo de Nin con prisa, tenía sed de sentirla, ganas de disfrutarla, necesidad de beber de ella.
Nin, suavemente y regulando con más calma sus ganas de juego, se acercó a su oído y con voz suave, le dijo:
-Sabes que sería muy bello el verte con el conjunto de intimissimi que has comprado antes.
Su mirada lo decía todo, Fa, por más que conociera a Nin, siempre se sorprendía de esa faceta tan escondida que tenía, ella, siempre tan dulce y delicada, y en un segundo, de golpe se convertía en la más seductora y provocadora de todas las criaturas que pudieran existir.
Fa le sonrió, y asintió, cogió la bonita bolsa de la compra, y se deslizó por el sofá cama, hacia los lavabos del local.
Nin, cuando contempló las caderas y la bella silueta de Fa alejarse, tomó un sorbo de su Gin, y dejó que la seca ginebra, abrazada por la calidez dulce y embriagadora de la fresa, le bajará el fuego que había subido hasta sus mejillas.
Se quiso poner cómoda, pues el pantalón que llevaba era un poco ajustado y pensó que si se daba algún juego, sería difícil con él, así que en un movimiento digno de una bailarina rusa del lago de los cisnes, lo saco y se colocó encima una batita suave que había comprado para estar cómoda en casa, suficientemente larga para no mostrar nada, y lo suficientemente corta como para esconder poco.
Así, mucho más cómoda, con sus torneadas piernas relajadas sobre el sofá, se acomodó, y se miró con cara de traviesa, le gustaba su cuerpo, le gustaba su piel, y le gustaba pensar que Fa, cuando la viera, no sabría muy bien si besarla, o lamerla. Y con ese pensamiento y una sonrisa traviesa en su bello rostro, escuchó que la saludaban...
-Buenas noches señorita!
Ese saludo la devolvió a la realidad, recordó el local, escucho la música, las cortinas que separaban los espacios y limitaban las miradas curiosas, y ante ella, a los pies del sofá cama blanco perla, estaba G, vestido con sus pantalones blancos de lino, y una camisa medio abierta.
Tenía una mirada profunda, serena y cariñosa.
Cuando Nin le miró a los ojos, pudo leer en ellos que llevaba rato mirándola allí, relajada y bella, y hubiera deseado poder leerle la mente para saber qué estaría pensando antes de saludarla.
G le sonrió y ella se decidió a decirle - "Hola!!".
Nin reaccionó con la alegría de una gatita que se llena de ilusión ante un bello estímulo, se puso de puntillas y le dio un besito suave y dulce en la mejilla. Ella iba descalza y era pequeñita y él era más alto que ella y su constitución grande de pecho acogedor y manos fuertes....
y mientras ese pensamiento resonaba en su cabeza, apareció Fa en la escena, se había cambiado y se había acomodado con la faldita corta y la blusita a juego que habían elegido, y bajo ella, se apreciaba el conjunto en rojo de Intimissimi, y sus medias ligadas.
No podía apreciarlo bien, pero diría que se había colocado hasta el corsé que le entallada la cadera y elevaba sus pechos, ofreciéndolos como dos deliciosas manzanitas...
Y suavemente sonrió mientras miraba a G, que sintiendo que alguien se acercaba, se giró para encontrarse a ese ser de fuego que era Fa vestida de esa forma...
Se divirtió mucho de verlo tragar saliva, y de sentir como su entrenada energía se agitaba cual árbol ante una brisa cálida de verano.
Y se divirtió aún más cuando vio a Fa como se le acercaba y le daba un beso mucho más incendiario que su casto besito en la mejilla, aunque fuera en la mejilla también, pudo apreciar como él se agitaba entero.
Y su lado más travieso se decidió a tomar la iniciativa, era una noche especial, pasaría mucho hasta que volviera a ver a G y pensó que sería bonito darle un bonito recuerdo que le costará olvidar.
-"Que bien que hayas podido venir, pensábamos que estarías demasiado cansado de estar cerrando temas y guardando cosas"
-"La verdad es que estabais en lo cierto, más, al oírte por el teléfono, y sin saber muy bien por qué, he sentido como mi energía se activaba y con ella, la idea de compartir un ratito agradable con vosotras"
-"Sentémonos y pidamos algo, ya ves que nosotras nos hemos puesto cómodas"-
-"Que habéis tomado?", "Vamos por la segunda copa de fresa".- dijo Nin
G la miró, alzando una ceja, con curiosidad y sorpresa, pues sabía que ella no era muy amiga de beber demasiado.
-"Si es así, creo que toca igualar", y con un gesto decidido, hizo venir al camarero, un atractivo inglés de ojos verdes y constitución de gimnasta, y le encargó un whisky añejo con un solo hielo.
-"Bueno, contadme, qué tal el día??, Cómo lo habéis pasado??". Pregunto G.
-"Recuerdas el juego de los 10m de obediencia??, Pues Fa ha querido que la guiara 10m, justo cuando estábamos en la puerta de Chanel, y, sabes que... Ha sido muy guay!!!!"
G la miró con esa mirada que ella sabía que significaba que su mente traviesa se ponía a girar e imaginar, aquella mirada sutil, que la ponía tan nerviosa.
Nin noto que la mirada de G la estaba terminando de encender, Fa la había preparado para arder, pero esa mirada de G era la chispa que hizo que todo su cuerpo se encendiera en una llamarada interna...
Y con ella, Fa resonó, pues la miró, como si hubiera sentido su energía, y sin mediar palabra, se acercó a ella, y puso sus labios en el costado izquierdo de Nin, y con ellos, un escalofrío ascendió por su columna, y como un latigazo eléctrico y placentero sintió como sus pezones se encendian y endurecian, y como su templo se despertaba con fuertes latidos, cómo llamando su atención.
Sólo tuvo tiempo de cerrar los ojos, ahogar un gemido en su garganta y dejar que las manos de G la sostuvieron para no caer recostada en el sofá...
Esa es la escena que encontró el bello camarero, la bella Fa besando el cuello de Nin, a la vez que ella se recostaba sobre el pecho de G que miraba hacia el camarero, mientras le indicaba con su mano libre que dejará el whisky en la esquina del sofá, al otro lado del espacio, y que trajera una Narguile de naranja con menta, y con un poco de aliño suave....
-"Les parece bien que cierre las cortinas?", Acertó a decir el camarero sin disimular su mirada que recorría aquellos dos bellos seres que se daban cariño ante él.
-"Aún no es necesario", respondió G con voz segura y relajada, "Gracias"