07/13. el deseado cumpleaños de mi hermano

La tradición de celebrar el cumpleaños número dieciocho en casa de las putas sigue estando vigente entre nuestro grupo de amigos..., con hermanos incluidos...

Hola de nuevo, trayéndoles el séptimo capítulo de la segunda parte de mis memorias...

Mi hermano Miguel Ángel iba a cumplir sus dieciocho años y estaba entusiasmado por poner fin a su virginidad.

Hubo una sorpresa especial..., pero él no lo supo...

Les cuento...

A diferencia de mí, él era algo más tímido al principio..., aunque cambiaria mucho cuando pasó a formar parte de las entrañas oscuras del Estado..., cuando se metió a “espía”..., entrando después de su servicio militar en el exótico mundo del espionaje, llamado en España..., finalmente el CNI desde 2001y anteriormente el CESID desde 1977... Centro Nacional de Inteligencia y Centro Superior de Información de la Defensa respectivamente...

Bueno..., he exagerado algo..., no era un espía de los de película..., pero por allí andaba..., en despachos y haciendo labores de localización de todo tipo de informaciones delicadas.

Mi hermano ha valido siempre para eso de los secretos..., ha sido muy discreto y misterioso..., pues jamás ni tan siquiera a su hermano, a su esposa, o a sus íntimos más amigos,  nos ha dicho nada..., absolutamente nada  de su trabajo y seguro que sabe muchos secretos de personajes públicos de todo tipo..., tanto de los de antes como de los de ahora.

Pero..., volvamos al sexo previo de mi hermano...

Para Miguel Ángel lo de pajearse lo tenía resuelto desde hacía años, ya que se venía mucho con nosotros tres..., conmigo y mis amigos Fernando y Perico, en nuestras guerras de pajas durante los tres o cuatro años previos, especialmente en verano.

También Javi, el hermano menor de Fernando se venía con nosotros a pajearse..., aunque él era muy especial..., tan especial que terminó de seglar por medio mundo ayudando en misiones cristianas.

Para los que no conocen el término..., puede entenderse como seglar a aquella persona que está relacionada con la Iglesia, pero que no forman parte de la institución..., están como asociados a la misma.

Se les puede conocer también como seculares o laicos.

Con Javi...,  mi hermano se llevaba muy bien, quizás por la edad.

Volvamos al relato sexual...

Antes de relatarles aquel inusual y especial cumpleaños, he de retrotraerme un año atrás para que se pongan todos ustedes en situación, aunque siempre pueden leerlo en mi repertorio...

Aquel cumpleaños..., mi dieciocho aniversario, esta relatado ya..., pues  ésta tanto por separado con el título..., “Mis sobrinitas violadoras (I)”...,  como dentro de la obra “Memorias de un depravado” en su capítulo número  once con el título..., “Un buen día de cumpleaños”.

Como recordaran mis amigos Fernando y Perico me llevaron a “estrenarme” a mí...,  en mi cumpleaños de mayoría de edad..., en casa de las putas más famosas de la zona en una de las localidades más cercanas a nuestra ciudad cerca del parque de bomberos.

Mientras yo pasaba con Juliè, mis amigos también follaron con un par de putas cada uno..., y se tuvieron que aguantar a que yo terminase con esa francesa tan maravillosa que me haría mi primer masaje prostático.

Meses después le tocaba a Javi, el hermano menor de Fernando y volvimos a ir los cuatro.

No había tenido tiempo de volver a ver a Juliè, pero ella aún me recordaba y así me lo hizo saber en cuando me dijo..., casi me suplicó con aquellos ojazos claros..., que pasase con ella.

Como recordaran todos ustedes le había prometido volver a verla...,

No tenía mucho tiempo y tampoco necesidad de sexo..., ya que estaba bastante satisfecho sexualmente hablando..., no había ido a verla desde mi cumpleaños.

Por entonces me follaba regularmente a tres maduritas, que como saben todos ustedes..., eran mi tía abuela Rafaela, mi vecina la viuda Fernanda y mi compañera de trabajo... Raquel, y excepcionalmente todo aquello que caía en mis alrededores, además de tener relaciones “normales” con chicas de mi edad, a las que besaba, manoseaba y poco más..., como era lo “habitual” entre los chicos de mi edad.

Lo de follar maduras era mi secreto y de ellas..., y siempre estuvo a buen recaudo.

Entre aquellas conquistas ocasionales estaban la jefa y la hija de mi hermano en el taller mecánico de tractores en el que trabajaba al lado de mi empresa en aquel polígono industrial como ya les había contado en su dia...

Dado su enorme interés, lo he publicado independiente a este relato bajo el título... “Las teresitas...”

Conozcan sobre ellas...

El dueño del taller de nombre Paco..., aunque todo el mundo le llamaba Don Francisco, tenía encargada las labores administrativas a su esposa y a su hija de nombres ambas..., Teresa..., María Teresa o Doña Teresa la madre y Tere o Teresita la hija.

Ambas llevaban todo el papeleo de oficina aunque eran ayudadas por Don Manuel un trabajador de banco que iba todas las tardes a echar una mano y principalmente a hacer los balances económicos que presentaba al dueño.

Ya en España teníamos un Plan General de Contabilidad que databa de 1973 aunque no era aún obligatorio..., lo seria años después en 1990 con el objeto de ir armonizando los datos contables empresariales españoles. Posteriormente se haría otra reforma en 2007, aunque esta ya lo fue para adaptarse a la normativa comunitaria.

En aquella juventud me había apuntado a un curso de contabilidad por correspondencia a un centro de formación de Barcelona CCC y me habían entregado un diploma que yo tenía colgado en mi dormitorio, orgulloso de él.

El mundo de los ordenadores estaba cambiado día a día..., en aquellos años de mediados de los 80, los IBM personales y sus clones empezaban a utilizar el procesador 386 de Intel.

Don Manuel había hecho comprar a Don Francisco un ordenador y los primeros programas de contabilidad estaban en marcha a base de disquetes que se introducían en unas ranuras que los mismos ordenadores tenia debajo de las pantallas.

Fue aquel mundo, un maravilloso descubrimiento para mí, los ordenadores, los programas, los lenguajes de programación de entonces RPG y Basic y las primeras aplicaciones informáticas principalmente contables.

Posteriormente habría aplicaciones generalizadas además de facturación y en estas últimas añadiendo las compras al ordenador, el inventario de almacén se hacía automáticamente, pero de momento se hacía a mano.

En fin, Don Manuel necesitaba un inventario permanente de piezas de recambio del almacén, y ese encargo fue para mí con la ayuda de la jefa o de la hija.

Hacíamos inventario el último fin de semana de cada mes, tirándonos prácticamente todo el domingo allí, contando y valorando las piezas...

Entre contar y contar repuestos solos los dos, unas veces con la hija y mayoritariamente con la madre yo sacaría orgasmos a ambas.

De aquel inventario que valorábamos, entre los dos, íbamos detrayendo los repuestos vendidos o gastados y sumando las entradas, de tal manera que el último día del mes a última hora de la tarde tenía la obligación de entregar a Don Manuel la valoración de las existencias de recambios del taller para que el la incluyese en el balance contable que entregaba al jefe cada primero de mes.

Caí bien a Don Francisco desde el primer momento y enseguida asumí la responsabilidad de enseñar a  madre e hija los detalles del inventario y su valoración. Al acercarse el mediodía íbamos a comer a una pequeña fonda abierta cerca del taller y continuábamos hasta que acabábamos generalmente bien entrada la noche.

Ya le he contado los detalles técnicos y materiales del inventario y ahora les contaré los más interesantes..., los sexuales...

Doña María Teresa actuó siempre de manera maternal conmigo, ya que era una mujer madura entorno a los cuarenta. Ella con el listado de piezas anotaba las unidades de cada repuesto que yo le facilitaba a pie o subido en una escalera estantería a estantería.

Yo subía a la escalera y ella no dejaba de mirarme el paquete. Enseguida lo noté y yo ni corto ni perezoso lo mostraba a propósito.

No habían pasado las dos primeras horas del primer inventario cuando después de haberme hecho la ficha de mi familia y hermanos..., me estaba preguntando...

-       ¿José Miguel, tienes novia?

-       No señora.

Al minuto, me sujetaba la pierna para que no me cayese...

-       Ten cuidado José Miguel, a ver si te va a caer, te rompes la cabeza y nos das un disgusto.

De disgusto nada..., ella buscaba gusto y del bueno...

Al minuto siguiente me había abrazado y nos besábamos entre aquellos pasillos de las estanterías del taller  aquel domingo por la mañana a media mañana solos en el taller...

Doña Teresa era más que caliente, estaba deseosa de todo..., me decía que su marido no la atendía adecuadamente y pasaba mucha hambre.

Me sacó mi polla que estaba ya enorme y dura..., se agachó empezando a devorarla...

Después de la primera chupada en orden..., saco mi polla de la boca y me dijo...

-       Joder niño que polla tienes, es más grande que la de mi marido...

El trabajo lo tuvimos que retrasar un buen rato hasta que Doña Teresa se quedó satisfecha de polla en su boca y de un tremendo orgasmo que le salió del coño al minuto y medio de metérsela...

Para terminarme a mi volvió a comérmela hasta que mi leche inundó su boca, tragándosela entera con cara de viciosa...

Era Doña Teresa de un solo orgasmo cada vez, eso sí..., parábamos de vez en cuando a por otro...

Al final del domingo me la había follado cuatro veces...

Las dos primeras por la mañana acoplados en una caja embalaje grande de un motor en el mismo almacén y las últimas, por la tarde,  apoyada en la mesa de la oficina.

Cuando me despedía de ella, me guiño un ojo y me dijo que el mes siguiente tendríamos que disfrutar mucho más...

Durante los meses siguientes todos los últimos domingos de cada mes, tenía que disculparme con mi viuda Fernanda porque tenía “trabajo” con el inventario.

Doña Teresa empezó a tomar la píldora y ya me dijo que me la podía follar completamente echándole la leche en su coño, aunque alguna leche se reservaría para disfrutarla, pues era tragona y viciosa de leche...

Me empezó a hablar de su hija, Teresita..., que era muy tímida según ella..., para ver si me hacía novio con ella, ya que era de mi edad.

Cuando íbamos a hacer el quinto inventario, se presentaron la madre y la hija..., quería presentármela. Le enseñe a valorar las anotaciones de inventario y mientras su madre y yo rellenábamos las hojas, ella las iba valorando parcialmente.

La niña en la oficina y la madre follando conmigo entre los pasillos. Me confesaba que me quiera tener como yerno y así poder follarme más a menudo, si me hacía novio de la hija e iba con frecuencia a su casa..., pues no soportaba tener que esperar de mes en mes para poder disfrutar conmigo.

Su marido era muy celoso y no la dejaba ni al sol ni a la sombra.

Aquel quinto domingo, el marido iría a por ella para llevarla a comer con unos amigos y me quedé solo por la tarde con Tere hija.

Enseguida le enseñé el procedimiento y enseguida cogíamos ritmo...

Cuando me soltó...

-       Sé que estas follándote a mi madre...

Me quedé de una pieza...

Pero cuando me dijo que tenía que desvirgarla a ella, no podía creérmelo...

Me contó los pormenores...

Sus amigas eran unas pijas y decían que ya habían hecho sexo con unos y con otros..., y ella que era caliente como su madre o más, aún era virgen y no quería avergonzarse con sus amigas si descubrían su inexperiencia...

El plan trazado...

Aquella tarde dejaría de ser virgen Teresita..., aunque en dos capítulos...

Tuvimos que correr aquella noche haciendo el inventario, pues eran las once de la noche y no habíamos acabado aún. Don Francisco y Doña Teresa preocupados habían llamado para preguntar...

Nos habían pillado en plena acción de la segunda parte del desvirgue y claro la excusa fue..., ella se auto inculpó..., que habíamos ido lentos porque ella no estaba acostumbrada...

Les cuento el desvirgue al detalle...

Tenía un cuerpecito Tere hija...,  de ensueño, una morenita con unos pechos pequeños pero muy bien colocados...

Enseguida me dijo que se tocaba todas las noches..., y que no deseaba pasarlo mal al romperle el himen...

Yo ya había pasado la etapa del desconocimiento y mi eficaz maestra la viuda Fernanda me había enseñado mucho...

Le dije que para que no sintiese daño tenía que estar muy lubricada y que para eso era preciso comerle bien el coño.

Ella en principio sintió algo de extrañeza, pues no había pensado jamás en sexo oral.

Si bien su madre era uniorgasmica de vez en cuando, su hija la ganaba en todos los aspectos, porque era incansable y acreedora de orgasmos consecutivos...

Nada más empezar a comerle el coño se estaba corriendo...

A los quince minutos estaba con sus piernas bien abiertas y con cinco orgasmos a sus espaldas...

-       ¿Me la vas a meter ya...?

-       No Tere..., hay que esperar un poco más..., además antes de meterte la polla he de meterte bien los dedos para ayudarte a que no sufras...

-       Ah..., lo que tú digas...

Antes de empezar a meterle los dedos y comiéndoselo otro rato largo se correría otras seis veces.

Después de los dedos, intente meterle la polla, pero era muy estrecha y aun sufría un poco con mi enorme polla...

De todas las maneras con mi pollaza a medias en su coño...,  cambiaba los gestos de encogimiento de cara...,  por gemidos latentes...

Cuando  terminamos la primera fase del desvirgue y avanzábamos en el inventario, satisfecha pero algo dolorida solo quería terminar aquel asunto como lo llamaba ella...

-       José Miguel, no te olvides de que tenemos que terminar el asunto...

-       Vale..., pero hemos de terminar el trabajo o tu padre nos mata...

-       Pues date prisa...

A trancas y barrancas terminábamos el inventario y solo faltaba valorarlo. Eso lo hacía yo en un momento con la calculadora de oficina.

Terminado y valorado el inventario, nos dispusimos a terminar el asunto y cuando después de volver a comerle el coño y volver a meterle los dedos con sus consiguientes orgasmos estaba empezando a meterle otra vez la polla..., llamó su padre por teléfono...

Bronca supina..., que oía por teléfono...

Vaya cuadro... Ella tumbada en la mesa hablando por teléfono y yo follándola con la polla a medias en su estrecho coño...

Entraba y sacaba mi polla poco a poco hasta que su vagina se iba adaptando a mi enorme trozo de carne duro y lleno de leche...

No me había corrido aun con todo el cachondeo y estaba a punto...

En un momento en que parecía distendida y relajada disfrutando metí bien la polla hasta los huevos...

Se encogió, dio un respingo y en dos segundos..., un soberbio orgasmo que me excitó tanto a mí, que la leche acumulada de toda la tarde..., entraba a raudales en aquel joven y estrecho coño...

-       José Miguel..., cuidado que no quiero quedarme embarazada...

Solo se me ocurrió decirle, que había que sacarle el semen inmediatamente...

-       ¿Cómo?

-       No te preocupes que me lo sorbo con la boca...

Sacar mi polla, agacharme y sorber de aquel precioso coño toda mi leche..., fue todo uno...

Ella se quedó extrañada de aquello...

-       ¿No te da asco?

Decirle que no, y oír el coche de su padre que aparcaba fue todo uno.

Sentarnos, poner cara de circunstancia y disimular con las últimas sumas...

Eran más de las once de la noche...

Cada uno a su casa...

Don Francisco me llevó a la mía, ya que a aquellas horas ya no había autobuses...

La niña disfrutaría de lo lindo y se fue muy contenta con el trabajito del desvirgue terminado... No debió de disgustarle mucho porque en los meses siguientes algunos domingos venia y seguía practicando conmigo, aunque a la vista de los siguientes acontecimientos..., no solo conmigo.

Aquellos episodios de inventario duraron al menos un par de años, continuando con ellas hasta que la niña quedó embarazada de su novio.

Yo ni pregunté, ni nadie me dijo nada al respecto.

Seguiría follándome cada mes..., a Doña Teresa, ya abuela temprana hasta que cambie de trabajo a la empresa de instalaciones eléctricas en donde conocí a una limpiadora de excepción... María.

Pero eso es otra historia..., que ya les contaré...

El secreto de mis conquistas sexuales solo se ha roto además de con dos solos confidentes..., amigos del ejército que desde entonces no dejé de tratar..., de absoluta discreción y con algunas de mis mujeres..., las más liberales..., con la redacción de mis memorias, ya que siempre he sido muy discreto con ello.

Creo que el tiempo nos ha puesto a todos en nuestro sitio y ya no hacemos daño a nadie contando cosas divertidas y morbosas del pasado.

Volvamos a aquel instante en el club de las putas con ocasión del cumpleaños de Javi el hermano de Fernando...

No había vuelto  a ver a Juliè desde entonces..., como les decía.

Me supuso una gran sorpresa redescubrir de nuevo a Juliè y no pude renunciar a pasar con ella durante un soberbio primer polvo en que rememoró su especial masaje prostático metiéndome su dedo corazón en mi culo.

Aún recordaba que me había impactado sobremanera tener una eyaculación tan especial.

Aquella segunda sesión con mi amante francesa fue espectacular..., pues cada vez estaba más experimentado.

Me dio mucho morbo volver a follármela...

Después de aquel soberbio primer polvo gracias a las maniobras prostáticas de Juliè, volvimos a follar de todas las maneras que se nos ocurrió...

No se cansaba de mi..., ni yo de ella...

Estaba absolutamente cachondo y tenía claro que quería seguir fallándomela durante todo el tiempo posible...

Como me vio cara de morboso, me preguntó si quería alguna cosa más...

Le dije que quería follar a mi primera negra, pero que deseaba hacerlo junto a ella.

Había visto a una negrita bajita y delgada entre las chicas y me había gustado mucho..., sus ojos eran brillantes y me había mirado con deseo.

Todo resultaría genial, ya que la africana de Camerún..., de nombre profesional..., Sara..., era su mejor amiga en aquel antro.

Así entró en mi vida Carmencita Engonga..., alias “Sara” en el ambiente...

Cuando después de irse a por ella, aquella negrita preciosa entró y empezó a desnudarse mientras se reía mirando a Juliè..., aquella imagen de aquel cuerpecito tan lindo..., me excitaba cada vez más...

Era mi primera negra y sería absolutamente algo especial, como podrán leer en diversos párrafos más abajo.

Aquella sesión de sexo con ambas fue algo increíble, pues mientras una me follaba yo comía el coño a la otra y viceversa.

Para aquel menudo cuerpo, Sara tenía un coño profundo en el que entraba toda mi enorme polla sin llegar a molestarla en lo más mínimo.

Con Sara, aquella primera negrita descubriría como una vagina es capaz de ser elástica hasta límites insospechados.

Al ser mi primera vez con ella, Juliè tuvo el detalle de dejarme terminar con ella, aunque...,  eso sí..., mientras me comía aquel coño francés y ella se corría nuevamente...

Sara..., mi Carmencita o Engonga como la llamaba a veces..., resulto ser una amante de primera..., y multiorgásmica de elite...

Pasamos Carmencita y yo,  buenos momentos y a diferencia de con Juliè en que la relación era claramente de amistad y sexo..., con Carmencita entraron los sentimientos a colación..., llegándose a enamorar perdidamente de mi..., y teniendo injustamente que soltar alguna lagrima que otra.

En principio ambas sabían que salían con ambas y me follaba a ambas por separado..., y ello no le importaba a la negrita al principio.

Con el paso del tiempo Carmencita empezó a sentir celos..., que no llegaron a malograr nada, ya que eso reforzó su interés en su futuro universitario, además de que comprobó que sus sentimientos de enamorada no eran recíprocos por mi parte.

En los últimos días de agosto Carmencita dejo nuestras vidas, sin rencor y con increíbles experiencias sexuales.

Yo la llamaba mi “ranita Engonga”.

Aunque el apellido Engonga es más guineano que camerunense, su familia tenía lazos en ambos países que como saben comparten frontera.

Para los más jóvenes, aprovecho para decirles que nuestro país..., España...,  tuvo colonias africanas en el pasado.

La actual Guinea Ecuatorial en el pasado fue denominada la Guinea Española, una colonia que junto al protectorado Español de Marruecos, Ifni y el Sahara Español que se había formado a partir de la Colonia de Rio Muni, la isla de Fernando Poo, la colonia de Eloby, Annobon y Coristo así como algunas otras pequeñas islas adyacentes que naciendo como colonias portuguesas llegaron a ser española por un tratado entre ambos reinos, a finales del XVIII, siendo rey Carlos III.

Aquello acabaría en 1968, con la perdida de todo, quedándonos solo las ciudades de Ceuta y Melilla, que tenían un régimen especial desde hacía siglos a pesar de la infantil reclamación permanente de Marruecos que apenas lleva cincuenta años como Estado y muy pocas personas lo razonan de este modo.

Dejémonos de historia y vayamos al bendito sexo camerunés...

Especialmente recuerdo de mi Carmencita un día que quedamos para comer y después echarnos una larga siesta en un hotel pero no para dormir...

Ella no bebía nada de alcohol y yo había pedido un buen vino de la zona junto a un buen asado de carne.

Ella estaba fresca y yo algo más cachondo por el alcohol.

Después de comer y después de un soberbio postre de tartas de queso regadas con yogur y helado, nos pasamos a la habitación.

Nos duchamos y nos besamos como dos enamorados. Ella lo estaba de mí y yo sentía un enamoramiento solo sexual pero que me hacía sentirme el hombre más feliz del mundo con ella.

Desnudos ya en la cama, me pidió hacerme de todo...

Aquel cuerpecito encima de mí me sobrecogía de placer...

Me besaba...

Sentía su coño caliente y húmedo ascendía por mis muslos cerrados acercándose a mi polla erecta...

Cerraba los ojos para disfrutarlo más...

Noté como su pequeña mano agarraba mi polla y se sentaba despacio en ella...

Aquel coño aparentemente pequeño era muy elástico y cabía de todo...

Se movía viciosa y amorosamente...

Quería hacerme disfrutar con ganas.

Se corría una y otra vez...

Con aquella vocecita tan tierna me decía...

-       Échame la leche mi amor...

Me sacaría una primera,  una segunda y más tarde una tercera leche...

Recuerdo como al final la tumbé en la cama y le comí el coño devorándolo al mismo tiempo la leche y causándole orgasmos continuados...

Llegó un momento en que el placer que sentía le hizo abrir sus piernas y encogerlas de una manera tan peculiar que desde entonces la llamaba mi ranita...

Se quedó durante unos minutos allí con sus manos y piernas abiertas algo encogidas como una ranita en el laboratorio esperando a ser abierta en canal...

Me dijo que había tenido el orgasmo más grande de toda su vida...

Me reconforta saber que cuando se fue meses después, se llevó un buen recuerdo orgásmatico de éste...,  su amante manchego.

Volvamos con la francesa...

Juliè y yo empezábamos a tener una gran confianza y me invito por primera vez a su casa...

Muy pronto comenzaría con Juliè una relación especial, que terminaría en una triste desgracia. Habré de contársela en los próximos párrafos...

También me sirvió para conocer a su hija Marie, algo también..., tan excepcional como corto.

Lo excepcional de Marie a pesar de su juventud, apenas dieciocho años, era la relación promiscua que tenía con su padre y con su tío al mismo tiempo y en donde me metió para conocer en profundidad la visión bisexual del sexo incestuoso familiar en grupo.

Juliè era absolutamente liberal...,  y bien dejaba que aquello ocurriese con su conocimiento, bien se incorporaba a aquellas orgias familiares cuando le apetecia...

La desgrcia...

​Juliè se encontraba visitando a su madre que años atrás trabajando también de prostituta en Nantes, había conocido a un colombiano de Medellín y en aquella casa de Medellín las dos encontraron la muerte junto a otros centenares de víctimas inocentes.

Cuando las autoridades a través del consulado francés localizaron a Marie y a su padre Gilbert me encontraba con ellos en la cama y junto a su inseparable tío y hermano respectivamente, cuyo nombre ni recuerdo...

Fue un tremendo mazazo que iniciaría el declive absoluto de aquella maravillosa relación entre la madre, la hija, el padre y el tío junto a este depravado...

Pensaban volver cuando volvían a Francia a resolver todos los asuntos legales de Juliè..., pero jamás volvieron lamentablemente.

Volvamos al cumpleaños de Miguel Ángel...,  mi hermano..., que es el que nos interesa en este relato y luego les relataré con todo detalle mi relación sexual con aquella familia de origen francés y de tradición incestuosa.

Vayamos al cumpleaños de Miguel Ángel...

Allí estábamos en esta ocasión los cinco..., Perico y dos parejas de hermanos..., Fernando y Javi, y por supuesto mi hermano Miguel Ángel y yo mismo...

Yo ya disponía de cierta libertad dineraria y quise organizarle a mi hermano un festival sexual de altura, aunque eso fue al final de la velada.

El cumple de  mi hermano no caía en sábado o domingo aquel año de 1987..., y por ello..., decidí..., o más bien decidimos entre todos, hacer una doble fiesta...

Les cuento...

El día de su cumpleaños cayo en martes, pero la gran fiesta la quisimos dejar para el sábado siguiente...

El martes hicimos el obligatorio bautizo yendo a las putas pero algo más rápido dado que al día siguiente había que trabajar. Mi hermano elegido a la más guapa del lugar..., no pudiendo ser otra que mi Juliè.

Yo pase con mi negrita..., la ranita...

Luego me diría al despedirme de ella con un soberbio beso de amantes..., que mi hermano se había portado como un auténtico animal follador, que le había dado tiempo en apenas media hora a sacarle dos leches enormes en cantidad de líquido..., y que tenía una enorme polla, muy similar a la mía...

Yo conocía los atributos de mi hermano aunque no había sido muy propenso por su timidez a resaltar tanta dosis lecheras como mi Juliè me contaba...

Aquello me empezó a rondar en la cabeza...

Llegó el sábado de la gran fiesta...

La gran fiesta la hicimos el sábado durante varias horas y con mucha diversificación.

Javi no quiso venir con nosotros y solo fuimos los cuatro..., los tres de siempre y mi hermano, que sería el rey de la fiesta.

Así se desarrolló la gran fiesta del cumpleaños de mi hermano...

Llegamos y todas ellas aplaudieron especialmente a mi hermano, ya les habíamos anticipado el pasado martes que volveríamos a la gran fiesta del sábado...

Mi hermano estaba picado desde la noche del martes anterior..., con Juliè y enseguida quiso pasar con ella..., al doble polvo del cumpleaños...

Durante más de dos horas mi hermano le daría lo suyo a Juliè...

Luego me contaría al salir nuevamente que mi hermano era sin duda un as en el sexo..., pues llego a echarle hasta tres polvos a la francesa de todo tipo de posiciones y situaciones..., en aquellas dos horas que se encerraron.

Me confesaba Juliè que realmente le había dado mi hermano un buen tute a su coño..., y sin tenerlo dolorido..., lo sentía cansado y resentido..., no volviendo a trabajar vaginalmente con él en el resto de la noche.

Fernando y Perico, como siempre a lo suyo..., Perico con una tetona y Fernando desprecio el color y quiso una brasileña en primer lugar...

Como Juliè estaba ocupada yo me centré en mi negrita nuevamente..., mi Sara..., mi Carmencita Engonga..., mi ranita..., que estaba libre y deseosa de mi...

Cada vez más prendada de mi...

Ya había follado mucho con mi ranita, pero de alguna manera aquella noche fue especial quizás por el morbo del cumpleaños de mi hermano.

Cada vez que me follaba a mi ranita como yo le decía desde aquella imagen en aquel hotel que ya les he relatado, follar con ella era una delicia, especialmente por el sentimiento que ponía al hacerme aquel sexo amoroso muy sentimental.

Aquel cuerpecito delgado de escasa altura, con aquellas preciosas piernas negras que recogían aquel coño pelado tan especial con aquellos labios interiores tan rosados siempre me ponían a cien.

Ver mi enorme polla como entraba en aquel aparentemente tan pequeño coño era excitante.

También Carmencita era una eficaz lamedora de polla, aunque no le gustaba la leche que siempre me daba después en un espectacular beso blanco.

Aquella tarde follamos realmente enamorados.

Los orgasmos de aquel cuerpecito se sucedían uno tras otro...

Recuerdo como cerraba sus ojos cuando se corría haciendo un gesto muy peculiar frunciendo su frente...

Yo me correría dos veces en aquel coño interiormente rosado que después era diligentemente situado en mi boca...

Estaba cachondo..., pero mi cabeza no dejaba de dar vueltas al final de fiesta...

Cuando Carmencita y yo escuchábamos el ruido en la sala, nos vestimos y salimos a reunirnos con todos ellos.

Después de aquellas primera experiencia cada uno con una mujer..., nos fuimos reuniendo todos a esperarnos mutuamente en el comedor con la Madame..., tomando el acostumbrado botellín de cerveza con unos cacahuetes que había que ir pelando...

Yo mientras terminaba mi sublime sesión de sexo una vez más con mi ranita Engonga..., había estado elucubrando que hacer para el cierre de fiesta, no sabía si una gran orgia en que mi hermano fuese follado por todas o más bien en una lamida generalizada de la polla de mi hermano..., en la que quería participar a toda costa...

Cuando iban llegando les propuse a todas las chicas que hiciesen el rey a mi hermano..., entonces yo no lo llamaba así..., pero era verdaderamente tratarle como a un rey...

Lo acomodaríamos en medio de la cama atado y vendados sus ojos desnudo y todas las chicas que quisiesen le harían de todo, tocarle, besarle, acariciarle, y especialmente comerle su polla.

Los chicos una vez que aliviaron su morbo viendo como mi hermano era bendecido en su polla con las diferentes bocas de aquellas meretrices..., y se pusieron cachondos, escogieron a dos de las chicas..., otra tetona para Perico y mi negrita para Fernando...

Las demás, incluyendo a la Madame y a este depravado...,  estuvimos en la habitación donde mi hermano estaba reinando con media docena de bocas..., que se alternaban una tras otra devorando la polla de mi hermano que aún no estaba exhausta y que echaría todavía una cuarta leche...

Su polla estaba tiesa y enorme...

Juliè llevaba la voz cantante...

Estaban todas juguetonas..., e incluso la Madame que era perra bastante vieja, y no solía hacer nada salvo atender a ancianos amigos..., ya clientes fijos hasta sus muertes..., también se merendaba aquella enorme polla de mi hermano gorda, venosa y enorme...

Creo sin duda que aquella Madame hacía mucho tiempo que no disfrutaba de tan enorme trozo de carne en su boca..., que repetía con asiduidad saltándose el turno  muchas veces..., y repitiendo muchas más veces de las que le correspondía...

Sin duda quería ser la reina que se llevase el premio..., y eso yo no podía permitirlo...

Mi hermano se lo estaba pasando de miedo, y todo hubiese acabado normal si este depravado no hubiese estado allí presente morbosamente interesado por la escena y por una travesura que tenía en su cabeza...

Bueno chache..., no te enfades al leerlo aquí, si aún no lo habías leído en la primera parte de mis memorias..., ya sabes que tu hermano es un depravado..., y no digo más...

Bueno..., era una broma... Piensa así, si te sientes mal... Me lo he inventado...

El momento álgido se aproximaba...

Los gestos de mi hermano anunciaban que el fruto del placer de aquellas lamidas estaba a punto de explotar...

Juliè sabía de mi propósito y cuando intuía que la leche nos saludaría dijo a las demás con un gesto que se fuesen que quería aquella leche exclusivamente para saborearla ella en soledad...

Juliè era de las más antiguas en el lugar, y se la respetaba...

Las otras compañeras e incluso la Madame se iban algo enfadadas ya que yo el pagano de la fiesta asentía con la cabeza reafirmando el deseo de Juliè...

Juliè sabiamente astuta..., no quería testigos del morboso capricho de su amante...

Nos quedamos solos los tres...

Ella hablaba con mi hermano mientras le comía la polla...

-       Miguel Ángel..., te falta muy poco... ¿Verdad...?

-       Estoy a punto...

-       Te comeré la polla despacito para que lo disfrutes más...

-       Como quieras Juliè..., yo solo quiero echarte mi leche en tu boca...

El plan era reemplazar la boca de Juliè y yo no perdía detalle de los movimientos y de cómo ponía la boca y los labios mi francesa...

Cogía el tronco de la polla de mi hermano con su mano derecha y dejando media polla libre la mamaba despacio..., muy despacio...

Cuando el gesto de Juliè me indicó me posicioné adecuadamente.

Con mi mente preparada para el ritmo que estaba observando en un momento determinado releve a Juliè.

Aquella situación tan morbosa me tenía absolutamente absorto en aquel preciado momento en que la leche de mi hermano llenaría mi boca...

Julié disfrutaba de verme...

La leche llegaba de inmediato precedida de unos gestos y gemidos de mi hermano...

Bocanadas de leche llenaban mi boca, mientras él decía...

-       Toma Juliè  mi leche...

Ella disimulaba..., como teniendo la boca llena..., mientras se metía los dedos en la boca cerca de mi cara, para que pareciese que allí estaba ella...

-       Uhmm..., Uhmmm...

Creo poder decir que aquella situación ha sido la más morbosa de mi vida sexual...

Había resultado genial y muy..., pero que muy morboso..., también por el hecho de hacer algo poco usual y rozando el peligro por el riesgo de que mi hermano pudiera descubrirlo lo que me producía cierta dosis de excitación exacerbada...

Antes de quitarle la venda..., yo me fui sigilosamente saboreando aquella leche fraternal, caliente y sabrosa...

Juliè se quedó sola con él y luego me diría que no se había dado cuenta de nada..., que se había quedado Miguel Ángel tan feliz creyendo que aquella ultima leche estaba ya en el estómago de mi cómplice morbosa francesa...

Después de aquel célebre día..., como ya les anticipaba, Juliè y yo nos vimos muchas veces más..., así como igualmente con mi bella negrita...

Nos enviciamos los tres, pero de dos en dos...

Yo atendía a mis maduritas religiosamente, pero siempre sacaba tiempo para estar con mis dos amantes prostitutas..., la francesa y la negrita del Camerún.

Salía con las dos de vez en cuando..., cada una tenía sus encantos..., siendo diferentes, ambas eran muy calientes, la francesa más sexual y la camerunense más apasionada, sin duda a causa de sus sentimientos.

Un día Juliè me dijo que me invitaba a comer en su casa, yo sabía de la existencia de más miembros de su familia, pues me lo contaba prácticamente todo, pero aún no me los había presentado.

Aquella familia era muy liberal y se notaba en cómo se comportaban, aunque yo aún no sabía ciertos detalles incestuosos.

La comida fue una típica comida francesa ya que el tío de Marie era cocinero. Buenas carnes, poca salsa y muchos quesos, todo regado con buen vino.

Cuando después de la comida todo el mundo empezó a desnudarse, me quedé un poco descolocado.

Yo sabía que Juliè follaba con el padre de su hija y con su cuñado..., lo que no sabía era que la niña a sus tiernos 18 años, era una consumada folladora de todo lo que se movía y que incluso mamaba el coño de su madre con una pericia excepcional.

En aquel gran salón que tenían y encima de aquella enorme alfombra los cuerpos desnudos de todas las personas que estábamos empezaron a rodar en una y otra dirección.

Juliè y yo empezamos a tener sexo oral en un sesenta y nueve épico, pero cuando quise darme cuenta mi polla era mamada por el padre de su hija mientras esta lamia religiosamente la polla de su tío...

Nunca me ha sorprendido nada en el sexo, pero ver como se desarrollaban los acontecimientos en aquella sobremesa lúdica..., me tenía absolutamente boquiabierto y excitado...

El padre de la niña y ex de mi Juliè me preguntó en perfecto español si era bisexual..., como todos ustedes saben, yo jamás digo a nada que no y asentí.

Me había follado el culo de varios trans incluida el de Ivana en Denia, que como recuerdan era una mujer-hombre...,  pero realmente no había taladrado un culo masculino...

Aquel día taladré dos...

Aunque yo ya esperaba el momento álgido de Marie que enseguida llegaría después de haber sacado la leche a su tipo, vino hacia mí a disfrutar de mi enorme polla que la esperaba con mucha gana.

Después de empezar a chupármela, solo me dijo...

-       Tenía razón mi madre con tu polla..., es excepcional.

Siguió comiendo y cuando lo consideró idóneo se subió a cabalgarme.

Era escandalosamente sensual con aquellos pechos tan pequeños en los que sobresalían aquellos grandes pezones siempre duros.

A diferencia de su madre Marie tenia mata de pelo en su pubis, recortada pero totalmente llena de vello rubio precioso con reflejos dorados.

Su coño sabía a gloria bendita y cuando cogimos el ritmo no dejé de comer coños y pollas durante toda aquella tarde en una orgia familiar que llegaría hasta la madrugada.

Aquellos hermanos eran tan aficionados o más que yo a la leche y se alternaban en lamer coños lefados o directamente sacar la leche el uno del otro de sus pollas lamiendo..., obviamente al tener carne nueva, ambos quisieron lamer mi leche en directo lo antes posible...

Ambos lo conseguirían.

Aquella familia realmente inspiraba y reflejaba morbo de un nivel altísimo.

A pesar del tiempo transcurrido aún recuerdo aquellas escenas tórridas de sexo con ellos.

Si he de destacar algo, es la soltura de aquella criatura follando uno tras otro de nosotros tres..., sin desmerecer las comidas de pollas y el coño de su madre...

Durante las siguientes semanas y hasta que ocurrió la tragedia, me invitaron a varias fiestas más en las que todos contra todos..., nos lo pasábamos genial..., incluidas aquellas situaciones incestuosas de padre-hija-tío, a las que me sumé varias veces mas

Ahora toca relatar algo triste..., muy triste.

Como les anticipaba en párrafos anteriores..., la madre de Juliè había conocido a un colombiano de Medellín en Francia..., y se habían enamorado años atrás...

Llegarían a trasladarse con los años a Colombia a vivir definitivamente..., él trabajaba en la construcción y vivían placida y amorosamente los dos juntos.

Vivian en una vivienda modesta en un cerro que allí llamaban... Pan de Azúcar en un barrio de nombre Villatina, en la comuna Villa Hermosa...

Juliè a mediados de ese mes de septiembre..., había ido a visitar a su madre que no veía desde hace años, con el propósito de estar un mes con ella y volver a retomar su vida y nuestra relación que era sexualmente muy sólida..., pero el destino se empeñaría en otra casa.

Ambas morirían el 27 de septiembre de aquel mismo año 1987 por causa de un desprendimiento  a causa de lluvias previas...

Un suceso luctuoso que segó la vida de unas quinientas personas, destruyendo un centenar de viviendas todas ocupadas mayoritariamente por mujeres y niños de corta edad, ya que los hombres y los niños de edad escolar estaban en sus obligaciones.

MI vida cambiaría radicalmente cuando llegaba el otoño de 1.987...

De llevar además de la vida rutinaria con el trabajo y mis tres maduras, había llevado durante meses varias relaciones excepcionalmente morbosas..., no solo individualmente con Juliè y con Carmencita..., sino una más grupal increíblemente morbosa con toques incestuosos y bisexuales que había terminado trágicamente...

Solo me quedaba resignación..., y seguir con mi vida...

Me quedarían bellos y morbosos recuerdos tanto de mi ranita como de aquella familia tan sexual, que convivirán en mi mente hasta el final de mis días.

También me quedaría de aquel año un gran recuerdo único..., que muy pocas personas pueden tener..., como haber saboreado el semen de su hermano..., sin él saberlo.

Hasta aquí este relato, mis apreciados lectores y amigos.

Espero que hayan disfrutado y olviden las desgracias..., la vida a veces nos hace pasar por pruebas..., debiendo relativizar el dolor y centrarnos en el sexo y la pasión del futuro.

El sexo es vida...

Les espero a todos en mi correo para lo que deseen.

En el próximo episodio les hablaré de Cloe y de un embarazo sorpresa..., años después..., allá por el 98..., año en que llegué definitivamente a tomar la determinación de hacerme la vasectomía para evitar más sorpresas...

Hasta la vista.

PEPOTECR.