05/13. la asociacion liberal el antifaz
Éste depravado tiene mucha imaginación o eso creé , y no se le ocurrió otra cosa que montar una asociación liberal en aquella pequeña localidad de provincias hace quiticientos años
Hola de nuevo, mis queridos amigos.
Hoy les hablaré de otra de mis ocurrencias depravadas.
Crearía la primera asociación liberal de aquella zona.
Le di muchas vueltas hasta que elegí un nombre…
La llamaría “Asociación liberal el antifaz “, aun cuando en las siguientes series de panfletos o flyers publicitarios, como se dice ahora…, finalmente la llamaría “Asociación liberal los enmascarados”.
Entendía que era un nombre más apropiado y sugería más una situación de sexo más discreto…, dada la mayor superficie de una máscara…, que la imagen de un simple antifaz.
Obviamente lo del antifaz primero y lo de la máscara después, se me ocurrió por aquello de la discreción en las futuras reuniones orgiásticas liberales…, pues hasta que cogiésemos confianza, creía que nadie querría darse a conocer.
Al menos en teoría, aunque pronto descubriría especialmente con Marivi que le sobraba todo, incluso el antifaz…, y que lo único que le faltaban…, eran pollas para follar…
Pero vamos poco a poco…
Obviamente como todos ustedes suponen bien, primero lo del antifaz y luego lo de las máscaras…, se me había ocurrido por Italia y sus famosos carnavales…
Aunque el mayor carnaval actualmente es el de Brasil…
En aquel bello país que visitaría en dos ocasiones gracias a sendas mujeres brasileñas como sabrán muy pronto…, tiene ciudades de mucha tradición carnavalera como Recife y Olinda en Pernambuco, aunque sin desechar en lo más mínimo a las ciudades de Salvador de Bahía, Sao Paulo o el mismísimo de Rio de Janeiro que ostenta actualmente el record de asistentes en el libro Guinness de los record con más de dos millones de personas en un solo acto…
Los etnólogos han encontrado en el carnaval, sus disfraces y máscaras elementos supervivientes de antiguas fiestas…, bien dionísicas griegas o bien las bacanales romanas…,
Incluso en fiestas prehispánicas o culturas afroamericanas también hay enormes rastros carnavaleros…
No nos vayamos tan largo…
Generalmente todos recordamos el carnaval de Venecia…, y en mi caso así lo fue…, decenas de imágenes de películas con personas tapadas por su antifaz queriendo disfrutar de sexo discreto…
Eso siempre me había puesto mucho…, quizás por eso soy tan partidario del sexo en los cuartos oscuros…, a los que he dedicado varios relatos…, o parte de ellos.
Sigamos con un interesante carnaval…
En mi afán cultural yo les propongo algún carnaval menos conocido…, como el Carnaval de Viareggio…, en la provincia de Lucca en la región de Toscana, en la costa del mar de Liguria, donde se celebra todo un mes de fiestas tanto diurnas como nocturnas con desfiles espectaculares en toda la ciudad en general y en cada barrio en particular…
Pero volvamos a la asociación…
Pensar en carnaval me hacía pensar en sexo entre desconocidos y aquellos antifaces o máscaras…, serian el elemento que podría unir a dos personas para disfrutar el uno con el otro sin dar a conocer sus identidades.
Al menos al principio…
Antes de promover la asociación liberal, había hecho un pequeño estudio de “mercado”, y antes de eso había alquilado un pequeño inmueble a varios efectos.
Les cuento siguiendo el iter de los acontecimientos…
Había alquilado semanas atrás un pequeño apartamento de una sola habitación por una zona céntrica, pero tranquila.
En el estuve con varias de mis amantes de entonces, e incluso lo dejaría a algunos amigos y a algún que otro familiar para que disfrutasen de sus conquistas.
La primera en estrenarlo fue Inés María…, aquella primera maravillosa noche después de empezar a conocernos en aquel pub de aquel bello pueblo, famoso por muchas cosas pero les diré solo algo…, allí esta una motilla muy especial y antiquísima…
Aquel día en que solamente pudimos besarnos, dado que estaba con la regla según me confesaría después…
Pero que besos tan pasionales…
Yo pensaba que no quería sexo…, y era solo una razón momentáneamente pasajera…
El sexo vendría días después…, mucho sexo y de alta calidad…
Su sexo gustó de mi boca y polla en cantidad y calidad…
Fue una mis mejores amantes y como ya anticipe en mi relato de mi afición a todo tipo olores…, la que más y mejor me ha embriagado con su perfume…
Estuvimos en aquel dormitorio centenares de veces, los siguientes meses hasta que me dejó, porque nuestra relación puntual de amantes no cubría sus expectativas románticas y de relación estable…
Dos veces en semana nos veíamos todas las tardes y nos poníamos locos de follar, después de devorarle coño con mi boca y sacarle dos o tres orgasmos previos.
Era incansable además de muy sensual y una magnifica y agradable conversadora.
También muy viajera…, nos fuimos de vacaciones juntos aprovechando que mi mujer de entonces estaba en la playa con los niños.
Es morboso recordar como aquella camarera de Alfaz del Pi, me miraba extrañada cuando dos fines consecutivos…, pedía paella con distintas mujeres a mi lado…
Un amigo me había permitido utilizar un apartamento que tenía en la zona y allí lleve no solo a Inés María sino a mi amante marroquí por entonces…
Sigamos…
Inés María llevaba años sin una relación romántica en condiciones y al ser una mujer que solo se dejaba follar si tenía verdaderos sentimientos encontró en mí una solución a su larga travesía previa de falta de sexo en condiciones…, o como yo le decía…, una larga época de sequía del bello vínculo con un buen trozo de carne dura y caliente…
Los sábados era de ir al mercadillo y a la vuelta nos metíamos en un camino y nos pajeábamos mutuamente después de habernos tomado una cervecita y una sardina a la plancha cada uno en un pequeño bar de nuestro agrado.
Acostumbrada a follar en la cama, no quería utilizar el coche en aquel bello menester…
Los domingos por la tarde, nos tocaba folladita de media tarde.
A mi mujer de entonces le decía que tenía que ir a la oficina a trabajar, para sacar preparar cosas para el lunes.
Inés María, necesito volver a tenerte…, te echó mucho de menos…
Me gustaría que leyeses el relato y me escribieses para quedar sola…, o conmigo y con Marga si te atreves...
Pero sigamos con lo del apartamento, que como ya saben…, me enrollo como un sedal.
Aquel apartamento valdría para muchas cosas más…
Como tenía teléfono, se me había ocurrido llamar al azar y ver qué pasaba…
Una tontería como otra más…, pero después de analizarlo en mi cabeza, reflexioné un poco y me puse a ello.
Había hecho un pequeño cuestionario. Lo seguiría a ver qué tal.
Solo haría la encuesta a mujeres. Si contestaba un hombre, colgaría disculpándome por un hipotético error.
Había cogido la agenda telefónica por la parte correspondiente a nuestra capital y el azar seleccionó el primer número…
Lo haría por las mañanas entre las diez y las trece horas…, es una buena franja horaria para mujeres casadas que están solas en casa, después de que los hijos se hayan ido al colegio, o mujeres maduras, solas, separadas, divorciadas o viudas…
Marqué el número…
Un hombre. Me disculpé… Alegué un nombre ficticio…
- ¿Don Antonio Gutiérrez?
- No, debe haberse equivocado.
- Perdóneme…
- No pasa nada… Buenos días…
Colgué.
El siguiente número…
Una mujer… (Estupendo… Pensé).
- Dígame.
- Buenos días, estamos haciendo una encuesta telefónica anónima, para un estudio sociológico de la Universidad Autónoma. Nos gustaría preguntarle sobre su estado de bienestar y felicidad en general.
- Muy bien, pregunté usted.
- Vive sola o vive en Familia.
- En familia.
- ¿Está usted casada?
- Si.
- ¿Su edad está comprendida entre 35 y 55 años?
- Si.
- Le ruego sinceridad amable señora. Entre 0 y 10. ¿Cuál es su nivel de salud?
- 7
- Entre 0 y 10. ¿Cuál es su nivel de felicidad?
- 5.
- Entre 0 y 10. ¿Cuál es su nivel de satisfacción matrimonial?
- 4
- Entre 0 y 10. ¿Cuál es su nivel de satisfacción sexual?
- 3
- Contesté Si o No. ¿Cree usted que con el paso de los años, muchas relaciones sentimentales caen en la monotonía, por culpa de uno o de los dos miembros de la pareja?
- SI.
- Muchas gracias por sus respuestas. Ha sido usted muy amable.
- De nada.
Colgué.
Estaba excitado.
Anotaba el nombre de la calle para mi estadística.
Si alguno de los números tenía detrás una mujer que intuía que podía ser una buena candidata, lo anotaba con algún comentario… “Se ha reído de manera especial por lo del sexo”. “Intuía poco sexo”…, o cosas así…
Durante esa mañana y las tres siguientes, hice cientos de encuestas.
También hice entrevistas telefónicas alguna que otra tarde…
Mayoritariamente funcionaron muy bien. Algunas mujeres fueron muy bordes obviamente dada la sensibilidad de las preguntas…, pero generalmente amables y dispuestas. Unas pocas colgaron al tocar el asunto del sexo. Más o menos lo esperaba.
En términos generales, pensé que había caldo de cultivo para poder hacer una asociación de parejas liberales.
El siguiente paso era hacer la publicidad.
Lo del “Antifaz” ya les había contado que era para generar confianza.
En aquella localidad de provincias, era prácticamente imposible pensar en una asociación liberal sin un nivel alto de discreción.
Me puse manos a la obra.
Busqué dibujos de antifaces.
Hice varias pruebas.
No podía ir a una imprenta, así es que me lo tenía que montar todo yo solo.
Escribir los mensajes publicitarios. Montar las fotocopias, reproducir y cortar con una pequeña guillotina casi de juguete que había comprado en una papelería.
En los momentos en que no había nadie en la oficina hacia fotocopias y cortaba. Empecé a acumular escondidos en un armario de mi despacho con llave los panfletos de publicidad.
Sobre el tema de contactar…, había ideado comprar un teléfono baratillo y adquirir una tarjeta que solo utilizaría para eso.
En la publicidad había puesto aquel número y una hora exclusiva de contacto de 3 a 4 de la tarde de lunes a viernes.
Además, tuve la suerte de que el número que me asignaron era francamente bonito y memorizable fácilmente.
El tema del reparto de publicidad lo tenía resuelto…, pues utilizaría a un joven que conocía que repartía publicidad…, que era muy buena persona y algo inocente.
Si me preguntaba algo sobre aquella publicidad, le diría que era un cliente que quería ser discreto.
Jamás me preguntó nada.
Había hecho repartos publicitarios para nosotros de varios clientes y conocidos.
He sido bastante emprendedor siempre y tenía varias actividades con las que sin ganar mucho dinero me entretenía y daba de paso algo de trabajo a conocidos y conocidas.
En aquella empresa de reparto de publicidad trabajaría Adriana, la portuguesa, la hija mayor de aquella celebre familia que ustedes han conocido.
También tenía otra empresa de limpieza, en donde trabajaría también Adriana y su madre…
Gracias a la publicidad y al reparto de octavillas…, incrementé la actividad en el sector de limpiezas y llegué a tener un buen número de clientes.
Luz terminaría trabajando para mí y en una ocasión en que tuvo que irse de vacaciones a ver a su familia, buscó su sustituta entre algunas de sus conocidas y paisanas…
Aparecería entonces Sandra Patricia, la más viciosa de las colombianas que había conocido en mi vida.
Durante su suplencia de treinta días, me la follé prácticamente a diario. Sin duda habría de hablar de ella, por su extremado vicio...
No solo me la follaba en el trabajo, sino en el coche, en el campo, en mis apartamentos y hasta en su casa…
Su marido, un español, no se enteraba de nada.
Me voy yendo del tema principal…, perdónenme.
Esperaba ansioso los resultados de la campaña de publicidad de la asociación liberal “El antifaz”
Seguía trabajando en las encuestas telefónicas y en mis actividades extramatrimoniales en el piso…, y al mismo tiempo todas las tardes de 3 a 4, tenía aquel teléfono encendido.
A los pocos días, aquel teléfono empezó a sonar.
- Buenas tardes. Dígame.
- He recibido en casa publicidad sobre una asociación. Me podría dar más información (Era un hombre…, me había supuesto que llamarían muchos más hombres que mujeres)
Ya me había preparado un pequeño guion. No quería alargarme mucho, para evitar que el teléfono comunicara si llamaba más gente.
Aquella tarde, solo llamó aquel interesado. Las siguientes tardes llamaron bastantes personas más, e incluso alguna mujer.
Yo les soltaba el rollo de una…
- Le explico con mucho gusto caballero… Esta asociación nace para aglutinar a todas aquellas personas liberales de la provincia y especialmente de la capital. Tendremos reuniones periódicas todas las semanas en una vivienda que hemos alquilado y en función de las personas que se vayan inscribiendo, organizaremos quedadas por edades y por diferentes temáticas sexuales. Básicamente esperamos que se apunten principalmente matrimonios liberales y algunos hombres y mujeres solos, a los que les gusten los tríos y las orgias.
- ¿Qué cuota se pagara?
- Ninguna cuota de momento o una meramente simbólica. Los gastos del alquiler y de lo que podamos necesitar de comida y bebida, será asumido por los miembros que vayan a las reuniones, todo de manera proporcionada.
- Muy bien. Me parece muy bien.
- ¿Alguna pregunta más caballero?
- Si, cuantos miembros tiene ya la asociación.
- Acabamos de empezar y ya están inscritas cuatro parejas, dos chicas solas y claro está, dos docenas de hombre solos. (Mentí absolutamente…)
Como no quería alargar la cosa, por si llamaba alguien más. Traté de forzar la terminación de la charla…
- Si acaso usted está interesado, me llama otra tarde y vamos viendo detalles más concretos. ¿Es usted solo o son ustedes pareja?
- Somos pareja, pero ella aún no está del todo decidida.
- Vaya hablando con ella poco a poco, y cuando esté convencida me vuelve usted a llamar.
- Así lo hare. Gracias.
- Gracias a usted por su llamada…
Aquella tarde no llamó nadie más, como ya les había anticipado.
Había comprobado que la publicidad estaba haciendo efecto.
Durante los días y semanas siguientes fui atendiendo varias llamadas, mayoritariamente de hombres solos, algunas parejas más y un par de chicas curiosas.
Al mismo tiempo seguía con las encuestas, tomando el pulso a las “necesidades” de aquellas mujeres que amablemente me contestaban.
También iba anotando los números d aquellas que me habían producido buenas vibraciones, como ya les había dicho antes, con algún comentario adicional que me hiciese recordarlas por si me atrevía a llamarlas después, para engatusarlas si había alguna buena intuición...
Que sepan, que me atreví a ello, con resultado contrapuesto…, a veces mi intuición no acierta de pleno. Otras veces si…
Entre los aciertos…, de unas quince o veinte aproximadamente que intuía que podían ser posibles ligues, llegue a quedar con seis a tomar algo y me follé a tres, una soltera, una casada y una divorciada.
Ya les hablare de aquellas tres, que yo llame el trio “ja,ja,ja”, porque las tres se reían un montón conmigo primero por teléfono y luego mientras se corrían como perritas en celo…, aunque de sexo liberal nada de nada…
Nunca está de más tener amantes que quieran estar entretenidas de vez en cuando…, y yo a aquellas tres novedosas amantes…, las entretuve durante meses…
Sigamos con la asociación, que sino no terminaré nunca el relato…
La asociación liberal “Enmascarados” antes “Antifaz” estaba en marcha.
Todas las tardes de 3 a 4 recibía las llamadas de los interesados. Con los que volvían a llamar pidiendo más información…, trataba de atenderles en otras horas, quedando con ellos expresamente, para no colapsar la petición de información previa.
Anotaba datos y teléfonos para saber quién me iba llamando. Pedía nombre de esos contactos aunque fuesen inventados para organizarme y asociar un número a un nombre o pareja...
Yo mismo me había presentado como Juan Francisco, el organizador y promotor de la asociación. Obviamente no diría mi nombre real, que como todos ustedes saben es José Miguel…
Me había inventado el hecho de que éramos mi esposa y yo una pareja liberal y que todos los fines de semana organizábamos fiestas en un apartamento.
Que más hubiese querido yo, que mi esposa de entonces, la segunda o la tercera…, no recuerdo…, fuese liberal. Todo lo contrario.
Realmente no recuerdo si fue la segunda o tercera…, ya que la segunda me duró apenas dos meses…
Con el paso de los días, empecé a citar en una cafetería cercana al piso a las personas que volvían a llamar interesadas.
Empecé a conocer principalmente hombres de todo tipo de pintas.
Los más “normales” pasaban el filtro. A los raritos me los quitaba de en medio con alguna excusa. Principalmente les decía que había muchos chicos ya apuntados y que los incluiría momentáneamente de reservas.
Me preguntaban por las fiestas que realizábamos. Les engañaba y les contaba milongas…
Por ejemplo…
- Este último sábado estuvimos tres parejas, Una de tal localidad, otra de aquí, yo y mi mujer…, y la otra de aquella otra ciudad…, y como eran muy morbosas dos de ellas, invitamos a uno de nuestros asociados que ya tiene bastante experiencia y con una buena polla. Hizo las delicias de aquellas mujeres, incluida la mia.
- Qué envidia. Me encantaría asistir a la próxima…
El tiempo transcurría…
Una tarde llamó un hombre que decía tener ganas de ver a su mujer con otro. (Éste parece bueno…, pensé)…
Quedamos en la cafetería que habitualmente quedaba con los interesados.
A la hora indicada vi aparecer una pareja de mediana edad algo tímido aparentemente. Venían bien arreglados.
Ella tendría unos cuarenta y muchos y estaba bastante bien. El normal.
Al ser una cafetería que frecuentaba mucho, enseguida noté que eran ellos.
Me acerqué a saludarles y les invité a sentarnos en una de las mesas más alejadas de la barra para poder hablar con tranquilidad.
Nos presentamos, y empezamos a hablar. (Decían llamarse Benito y Maribel)
- ¿Tenéis experiencia en tríos liberales?
- Ninguna.
- ¿Lo tenéis claro entonces?
- Si. (Solo hablaba él de momento. Ella estaba callada)
- ¿Maribel, tú lo tienes claro? (le pregunté)
- Si, (Contestó ella, aunque de manera temerosa y algo avergonzada).
Esto se ponía muy bien. Seguimos hablando del tema. Indagué un poco más. Su disponibilidad. Sus preferencias…
Me sorprendió descubrir que venían dispuestos incluso a probar aquella misma tarde. Así que venían tan arreglados los dos.
Me lancé:
- Si os parece bien, subimos al apartamento y vemos que tal nos va.
- Perfecto.
Pagué las consumiciones.
Les invité a seguirme. El apartamento estaba a la vuelta de la esquina. Subimos los tres. Les enseñe el piso por educación y les invité a sentarse en el sofá.
Había que romper el hielo lo antes posible, para que aquello no se fuese al traste.
Enseguida organicé la cosa…
- Benito… ¿Entonces tú quieres solo ver a tu mujer follar?
- Si.
- Perfecto. ¿Queréis tomar algo o pasamos al lio? (Dije de una)
Me levanté y les indiqué el dormitorio, al mismo tiempo que le decía a Maribel que si necesitaba ir al baño estaba a su disposición, señalándole con la vista su situación, por si acaso no se acordaba.
Declinó la invitación. Pasamos al dormitorio.
Indique a Benito que se sentase en una silla que le ponía sobre la marcha y que había traído del salón.
Se sentó, dócilmente.
Maribel estaba allí delante de la cama y empecé con educación y ternura a desvestirla mientras le daba besos en sus mejillas y cuello. Estaba un poco nerviosa y se la veía un pelín tensa.
La mirada de Benito complaciente y deseoso de ver a su mujer con otro, la hizo relajarse un poquito más y poco a poco se activó.
Maribel era una perfecta amante…, multiorgásmica pura y le encantaba que le comieran el coño. Luego me la follaría tres veces y durante las dos horas largas que estuvimos follando, Benito se hizo por lo menos seis pajas. La última no le salió ya nada de leche…
Solo decía…
- Maribel…, mira como me pajeo… por vosotros. Te quiero…
Ella le contestaba diciéndole que también lo quería mucho…
A mí me susurraba al oído que disfrutaba mucho conmigo, y que le encantaba todo lo que le hacía. Era muy romántica y disfrutaba de besos pasionales…
Sigamos con la asociación…
Había tenido suerte con aquella primera pareja y no podía dejar que aquello quedase en nada…
Lo antes posible tenía que aparecer otra pareja para juntarlas como primeros miembros de la asociación y algún chico más para que la primera pareja pudiese cambiar de follador si lo deseaba… Aunque aparentemente querían volver a estar conmigo según me dijeron…
Después de varias llamadas más especialmente de hombres, apareció una pareja dispuesta a mantener relaciones con otra pareja.
La cita fue bien y al verme solo, me justifiqué.
De momento les contaba la milonga…
Yo era el organizador y era el nexo de unión. El resto de miembros se reunía con asiduidad en un apartamento en pequeñas fiestas dependiendo de los gustos, dos parejas, varias parejas o mini orgia, tríos…
Ellos quisieron integrarse y querían ir a la siguiente fiesta con dos o tres parejas…
Me tiré el farol de que tendríamos una fiesta el primer sábado del mes siguiente.
Quedamos en estar en contacto.
Era una pareja algo experimentada que acudía con frecuencia a Madrid y quería integrarse en un grupo local para no tener que desplazarse y que les resultase más cómodo al no tener que viajar y de paso más económico…
Tendría suerte enseguida, otra pareja me llamó a los dos o tres días…
La cita fue bien…
Ya tenía dos parejas, pero me quedaría sin poder ser participante en esa fiesta.
La suerte me daría la cara, después de tres o cuatro llamadas de hombres solos, apareció la primera curiosa…
Andrea…
Era Andrea una colombiana bisexual de cuarenta y tantos…, muy bien conservada.
Tremendamente ilusionado quedé con ella.
Era espectacular, aunque muy lesbiana dentro de su bisexualidad.
Enseguida compaginamos, tomamos algo, nos conocimos un poco y subimos al apartamento a follar como posesos….
Era Andrea increíble en la cama y como buena lesbiana bisexual le encantaba que el comiesen bien el coño y en eso yo era y soy un auténtico maestro.
Antes de follarla durante horas, le saqué tres o cuatro orgasmos solo comiéndole el coño.
Mientras reposamos del primer polvo, le contaba los detalles de la próxima fiesta…, la fecha se aproximaba y en teoría podíamos ser tres parejas…
Estaba encantada con aquello. Siempre había tenido inclinaciones liberales además de bisexuales.
Echamos el segundo polvo y en esta ocasión ella llevó el papel de protagonista. Me pidió que me dejase hacer y así hice.
Primero…, lamio todo mi cuerpo con aquella sensual lengua dejándome rastros de saliva…, luego la polla y cuando la tuvo a su gusto me cabalgó como furia como una diabólica bruja sensual enfurecida ávida de tener un orgasmo sobrenatural…
Yo estaba realmente en dos cosas a la vez…
Disfrutaba como un enano…, pero le iba contando mientras tanto mis ideas sobre la asociación y las parejas ya apalabradas…
Quería participar sin duda, y quedamos en que yo sería su acompañase… realmente también deseaba comer coños y en eso le di cera…, diciéndole que una de las mujeres de las parejas que iban a asistir, lo que era cierto, quería probar con una mujer bisexual experimentada…
Cada vez más excitada por aquella próxima mini orgia…, que sería la primera vez de su vida…, echamos el tercer polvo de manera más pausada después de los primeros momentos pasionales…
Era Andrea una mujer alta y fuerte, con un coño precioso y daría mucho juego en las primeras reuniones liberales, que dejaría tiempo después al enamorarse y casarse con un empresario español de la localidad.
Después de terminar aquel tercer polvo que nos dejó a ambos totalmente satisfechos para aquella primera sesión…, la llevé a su casa y nos despedimos como dos enamorados…
No crean que era yo un blandengue, era entonces capaz de echar más polvos en una tarde…, pero con varias amigas, las amantes nuevas y todo esto…, el trabajo se me acumulaba.
Había semanas que contabilizaba entre unas y otras veinte polvos…
Pero sigamos que se me va el santo al cielo.
Seguía con los preparativos…
No quería dejar de seguir teniendo contactos, para evitar un exceso de confianza y que fallase una pareja o quizás las dos…
No podía desilusionar a Andrea en aquella primera fiesta para ella.
Como recuerdan, mis experiencia liberales en el pasado se habían circunscrito a la relación con Gina en Nueva York, y a las esporádicas citas anuales con ella…, en una o dos ocasiones que pasaba a verme, principalmente en Madrid, como aquel asunto de la agencia de investigación que todos recordaran…
Me gustaban muchos aquellas experiencias principalmente en Madrid…, pero quería tener un grupo local con fiestas al menos todos los meses…, para fortalecer vínculos sexuales liberales en la zona…
Todo parecía que iba funcionando pero no podía confiarme…
Cuando apareció en mi vida la gran folladora local Marivi, todo cambio…
Marivi era una auténtica viciosa ninfómana, que no se conformaba con follar una sola vez…, ni con un solo hombre, ella necesitaba unas copas de vino para romper el hielo y después tener cuatro o cinco hombres para poder follárselos seguidos…
Era incansable como todos comprobaran.
Hombres yo tenía de sobra…
La asociación empezaba a dar sus frutos…
Marivi, además de dejarme seco el primer día…, me lo puso muy claro…
- Me puedes invitar a todas las fiestas que quieras, siempre que haya varios hombres que me follen…
- No te faltaran hombre para follar..., Marivi.
Aquella primera vez y de muchas veces más en los siguientes meses…, después de tomarnos un vinito blanco fresquito y llevarnos una botella al apartamento, como les anticipaba me dejo seco…, absolutamente seco y mi polla algo dolorida.
Follamos toda la tarde noche de manera bestial.
Tenía un pelín de barriguilla, estaba divorciada y había tenido dos hijos.
Su vida actualmente era su trabajo y buscar de follar…
Le gustaba que le comiese el coño…, pero mucho más follar…
Le encantaban los masajes…, pero mucho más follar…
Le encantaban los vinitos blancos fresquitos con aperitivos de jamón y queso…, pero mucho más follar…
Su problema, que los hombres la defraudaban, porque se obsesionaban con ella.
La idea de una asociación de hombre y mujeres desnudos con antifaz y mascara le convenció y de paso resolvió sus problemas con los plastas…
Ya no tendría que mandar a la mierda a nadie…
Se los follaría y hasta luego Lucas…
No puedo remediar contarles aquel primer polvo antes de seguir…
Para probar las dotes folladoras de Marivi, organicé para el sábado siguiente la primera quedada con cinco posibles nuevos miembros interesados…, Marivi y obviamente yo como anfitrión y organizador.
Para que esto pareciese una asociación en toda regla, exigí a todos los nuevos miembros además de un nombre ficticio para su inscripción…, una cuota simbólica y un canon por cada fiesta para paliar los gastos.
Llamé a los socios de “reserva” para comentarles lo de la fiesta…, y en un rato ya tenía…, confirmados los cinco.
Por si acaso…, me gusta más vale prevenir que lamentar y prefiero que sobre uno a que falte y por ello, llamé a dos reservas más…
Quería tener cinco buenos varones folladores para que Marivi viese organización y tuviese materia para follar de sobra…
Como me suponía alguno faltaría…, una baja de asociado que no llegaría a dar señales de vida..., un miembro mental, como yo les llamaba.
Personas que tienen ganas, pero que a la hora de la verdad se cortan mucho…
Los otros seis llegaron y Marivi con siete pollas, incluida la mía…, y unas botellas de vino fresquitas más unas tapitas de jamón y queso se puso…, bueno nos pusimos…, bien para romper el hielo…
Cuando invite a Marivi a presidir el centro de la cama, se desnudó rápidamente y puso sus ojos en blanco sin poder atender a tanta polla que se disponía a su alrededor…
La sesión folladora fue majestuosa…, el coño, el culo, la boca y las manos de Marivi, nunca estuvieron aburridos…
Algunos llegaron a correrse tres y cuatro veces.
Llegue a perder el control de polvos…
Al terminar aquella sesión…, Marivi estaba tan esplendida que le sobraba hasta la máscara...
Era una máscara que le permitía comer pollas, pero entre el calor que le daba y que al final estaba totalmente manchada de leche por todos sitios, se la quitó…
Los chicos unos mantuvieron sus antifaces y otros no. Supongo que los casados los mantuvieron, o quisieron mantener el anonimato de momento…, cara a Marivi.
Yo los conocía a todos, pues a todos los había citado en aquella cafetería para conocerlos en persona…
Después de aquel sábado loco, todo iba por bien camino.
Había trabajado mucho en todo aquello, pero parecía que había merecido la pena.
Me centré en la organización de la primera sesión de intercambio de parejas.
Uno de aquellos hombres, que pareció cuadrar muy bien con Marivi, era Paco…, al final follaron ellos solos cuando todos los demás se habían ido y yo recogía la casa.
Con el tiempo, Paco que estaba soltero…, sería un recurso extraordinario para la asociación y para los tríos…, además de un buen amigo.
Quedé con él y Marivi para que fingieran ser una de las parejas de la fiesta liberal de intercambios…
Aceptaron ambos…
Ya tenía la primera pareja
Siguiendo mi filosofía de que prefiero que falte, empezó a organizar la fiesta con todas las parejas que pudiese.
Ya contaba con Paco y Marivi.
Yo iría con Andrea la colombiana.
Las otras dos parejas serían las que ya conocía…, una segura y la otra quería convencerla…
En teoría cuatro parejas como mucho y tres como poco…
Pero antes de llegar a la fiesta, la primera pareja quiso repetir conmigo.
Me venía bien, pues así les intentaría convencer…, ya que no era una típica pareja liberal, sino que él no quiere hacer nada con nadie, solo ver follar a su mujer.
Quedamos entre semana como la última vez…
Benito y Maribel llegaron puntuales al apartamento…
Benito tenía el papel tan asumido, que lo primero que hizo al llegar era colocar su silla en el dormitorio…
Si la primera vez había resultado bien, esta segunda resultó absolutamente perfecta. Ya ambos estaban más sueltos y se veía que tenían lo que querían…
Les hable de la fiesta, no estaban muy convencidos…
Les hable de la posibilidad de que Benito pudiese ver muchas pollas en el coño de Maribel…, eso les convenció mucho más…
Ella por su parte, solo me decía al oído, que aunque se dejase follar por los demás, quería que yo le prestase una atención especial… Indagaba con quien iría yo…, le dije que con una amiga, pero que no se preocupase, que no le faltarían, ni mi boca ni mi polla, durante toda la velada…
Todo se ponía de cara, como suelo decir…
Incluso mucho más, ya que llamaría una nueva pareja, aficionada a los tríos pero que no desechaba el intercambio.
Se llamaban Rodrigo y Maribel.
Quedé con ellos. Nos gustamos. Eran un poco más maduros de lo que hubiese preferido pero eran muy extrovertidos y divertidos…
Después de tomar un café, y hablar de sexo nos fuimos los tres al apartamento. Eran ambos bisexuales y jugamos los tres muy agustito…., como decía aquel célebre torero…, en aquella sonada fiesta en su finca…
A pesar de su aparente edad, tenían casi cincuenta años, tenían un espíritu muy juvenil, mientras que los demás estábamos unos en la treintena y otros en cuarentena corta...
Cuando los tres nos desnudamos y en aquella cama tan grande los dos hombres disfrutábamos de la reina en el centro de la cama,
Fue una sesión bisexual muy excitante. Disfrute de los lindo de ambos sexos….
Bueno los tres disfrutamos de los otros dos sexos…
Con Rodrigo y Maribel, aun a día de hoy Marga y Yo seguimos teniendo una magnífica relación, a pesar de que ya están a punto de cumplir los setenta…
Por fin llegó el día…
Como todos pueden intuir en aquella primera fiesta ocurrió de todo, hubo momentos excepcionales y errores que habría que corregir… tendré que contarles detalles de todo tipo…
Lo haré en un relato corto al margen de mis memorias, para que todos ustedes disfruten de aquella maravillosa y primera de muchas veladas de la asociación del antifaz…, luego de los enmascarados…
Algunos detalles…
Benito asumió bien el papel de cornudo…, disfruto viendo a su mujer follando con cuatro hombres diferentes y el además disfruto de ser un perfecto camarero…, sirviendo copas y aperitivos…
Cuando cogió confianza se puso a pajearse como era su costumbre.
Marivi, como me esperaba era un poco egoísta y no se siento muy cómoda del todo, porque ella estaba acostumbrada a ser la reina de la fiesta.
Con un poco de saber hacer o como dicen los franceses…, “savoir-faire”…, disfrutó y dejo disfrutar…
Obviamente casi todos los hombres, menos el servicial Benito y este relatante que hacía de anfitrión estuvieron muy atentos con ella…
Amigos llegó el final de este relato.
En el próximo relato les hablare de algo misterioso y divertido si se asume el riesgo de dar el paso de hacer sexo con un hombre-mujer o una mujer-hombre…, los brasileños les dicen travecos… Nosotros travestis…
Algunos son muy femeninos y otros muy sensuales… otros en cambio, los menos…, extravagantes.
Este relatante también tendría una primera experiencia con uno de ellos y en el sexto relato de la segunda parte de mis memorias conocerán todos los detalles.
Hasta muy pronto amigos…
Espero sus correos…, les repito que me encantaría conocerles a todos ustedes. Cuéntenme cosas…, sus cosas.
PEPOTECR.