La dama y el vagabundo

Parte uno.

La junta se había demorado más de lo que esperaba, pero el asunto había sido resuelto satisfactoriamente. Jessica fue a su oficina y recogió sus cosas, se puso su saco color azul marino y su gabardina negra encima, eran los últimos días de octubre y el ambiente frío ya era cosa de todos los días. El conserje del piso la acompañó hasta el elevador y se despidió con su característica broma inocente acerca de su paga.

La campana del elevador sonó indicando que había llegado a la planta baja, se abrieron...

Embarazada y zoo (parte 6)

A pesar de mi resistencia, la tentación fue mayor.

EMBARAZADA Y ZOO (Parte 6)

En agradecimiento a mis lectores, y a pedido de que continúe  con mis experiencias, intentare complacerlos. Si bien hay cosas reiterativas,  pretendo contarles, cosas que sucedieron posterior a mis relatos anteriores, con ciertas variantes que fueron hasta algo inesperado para mi.

Después de nacer mi segunda hija, prácticamente abandone la zoofilia, por infinidad de motivos, fundamentalmente falta de  tiempo, y personales. Mi cuerpo estaba algo más esbelto, aunque mis...

El mejor amigo de la mujer, mi mejor compañero

Cruzando limites en la permanente búsqueda del placer,rompiendo tabúes descubrimos que el perromes el mejor amigo de....la mujer.

Todo empezo con Anselmo,tendria alrededor de sesenta años,jubilado,cobraba una pequeña pensión que le permitiria subsistir si no fuese por su afición a las putas,Ansemo vivia hasta la fecha en un huerto clandestino,al lado del rio,donde plantaba cuatro plantas por pura afición,una chabola construida con cuatro maderas era su casa hasta que el ayuntamiento decidio construir,acertadamente en auel lugar un paseo a ambas orillas del rio con el fin de que la población se pudiera acercar más a la naturaleza.

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Mi perro me hizo suya en el patio

En una nueva oportunidad, me fui al patio para entregarme a mi macho y así ambos gozar de sexo extremo....

Todo volvió a la normalidad en casa luego que el sobrino de mi marido se fue. Una de las cosas que tenía pendiente era entregarme a mi perrote "Papi", el pobre pasó muchos días aullando de tristeza y desesperadito por no haberme montado en tanto tiempo y todos, animales o humanos, nos acostumbramos a lo bueno, al cariño, y más cuando va acompañado de sexo genial.... Mientras mi sobrino político estuvo en mis predios, tenía que pedirle que alimentase al can ya que si me le acercaba, quizás me diese demostrac...

Mi perrote vagabundo y el chico cerrajero

Busqué al perro vagabundo para que me hiciese suya de nuevo, y al rato de estar cogiendo con él en mi casa, recibo la visita inesperada del chico cerrajero....

Salí a buscar a Papi, el perrote vagabundo, por los alrededores hasta que lo encontré. Al verme, el noble can se abalanzó con alegría sobre mí, montando sus enormes patas sobre mis hombros y lamiendo mi cara, haha. Lo saludé con ternura y lo conduje a mi casa, me moría de ganas por ser su hembra de nuevo y creo que él presentía que comería y me montaría como la vez primera. Al entrar, le serví abundante comida en un plato y junto le puse un tazón de agua, se dio banquete del bueno.... Una vez terminado de a...

Un nuevo amante perruno

Salí de compras y me enamoré de un grandulón que merodeaba el vecindario....

Salí de compras al supermercado, decidí irme caminando pues no queda lejos. Al salir de mis adquisiciones, ya por la urbanización donde vivo, veo un perro grandote callejero.... Debo decir que era precioso, de color negro y con algunas manchitas blancas por alrededor de su hocico y pecho. De gran tamaño y fornido, me dejó prendada tan sólo observarlo. Mis bajos instintos sobrevinieron de inmediato, quería ser la perra de ese vagabundo solitario que merodeaba por ahí. Así que decidí ofrecerle unas salchichas...

En las afueras del parque

Fui a trotar una mañana, encontrándome con tres perros mestizos a quienes decidí entregarme escondida entre matorrales...

Mis dos experiencias previas de sexo con un perro, abrieron en mí muchas posibilidades de disfrute en ese plano ¡En la variedad está parte del placer y gusto! Pero resulta que los vecinos se mudaron, llevándose a mi Chocolate (el Gran Danés que fue mi primer amante cuadrúpedo) y no pude por tanto sentir su bola en mi culito que fue algo de lo que me faltó probar. Con nostalgia, me despedí el día que se marcharon, pero bueno, la vida continua y perros hay muchos, hehe. Aunque dudaba fueran como mi Chocolate,...

Mi primera experiencia con un perro 2

Pasados varios días, solita en casa, vuelvo a buscar al Gran Danés "Chocolate" para que me dé más emociones y yo a él...

La experiencia vivida al entregarme a un perro fue encantadoramente divina, si bien no muchas mujeres puedan verlo como algo sabroso, yo lo probé y me gustó. Es algo primitivo y extraño pero permite gozar tanto a una como al perro sin forzarlo o hacerle daño alguno; dejar que todo pase naturalmente. No es que vaya a cambiar a mi esposo u otros hombres por los canes, pero sí disfrutar de ambas "especies" se convirtió en parte de mi vida sexual y alocada. No soy ninfómana que no alcanza placer, soy  "cogióman...

Mi primera experiencia con un perro

Estando en mi casa solita, un Gran Danés bello de unos vecinos me permite descubrir otros placeres carnales, los de ser una verdadera perra de un perrazo...

Pasados varios meses de mis aventuras en la playa, y en total calma entregada al rico sexo que me proporciona mi esposo Fabián, me encontraba regando mi jardín, solita en casa; mi marido en su trabajo. Escucho repentinamente los ladridos fuertes de un perro que proviene de la casa de unos vecinos. Me asomo por la pared que es baja y puedo ver a un Gran Danés enorme, de color marrón chocolate, que se encontraba en el patio como lamentándose de estar solito. Lo veo y quedo deslumbrada ante los músculos y el t...

Granja 2

Continuacion de la granja historia en familia

La verdad es que no merecían la pena los años que pasé sin hablar con mi abuela. Las caras de mis dos matriarcas no manifestaban ni pena ni vergüenza, solo esa sonrisa picara.

Me temblaban las piernas, no se si por el trajín con “Agafador” o por los nervios que me producían las picaras miradas de mi madre y mi abuela.

-Tranquila nenita – dijo mi abuela con un tono de voz dulce, similar al del trino de un pájaro - ven, hablemos.

En el trayecto a la casa principal no dijimos ni palabra...