Vacaciones en la playa II

Continuación del relato “vacaciones en la playa”. Lo ocurrido es completamente real. El camino hacia el coche transcurrió en silencio. Ambos estábamos en una especie de shock por lo que acababa de pasar. Marta y yo caminábamos a la par, ella sujetaba la bolsa de la playa y yo llevaba nuestra pequeñ

Continuación del relato “vacaciones en la playa”. Lo ocurrido es completamente real.

El camino hacia el coche transcurrió en silencio. Ambos estábamos en una especie de shock por lo que acababa de pasar. Marta y yo caminábamos a la par, ella sujetaba la bolsa de la playa y yo llevaba nuestra pequeña neverita.

Llegamos al coche, arrancamos y cogimos dirección al camping. Eran las 19:30 de la tarde y acabábamos de pasar las últimas dos horas casi simulando una escena de una película porno delante...

Ya tengo trabajo, papá

La protagonista de "Una buena hija" encuentra trabajo a su femenina medida

llegar a chuparlo. Y siguió tocando. Pero ya no acariciaba, ahora sobaba. Yo respondía meneando, bastante, y gimiendo, un poco.

Se agitaba cada vez más, su boca estaba junto a la mía, sentía su aliento oliendo a vino tinto y chupito… Con que me recliné hacia atrás, con la espalda contra la puerta y me levanté el vestido. Para que viera bien… eso que deseaba tanto. Mi tesorito. No me había puesto tanga, sino tanguita. Y caladito… Y el viejo no podía apartar la mirada de ahí.

Menée un poco y le pr...

La ventana de enfrente

En una noche oscura, mi desconocida vecina me ofrece el mejor de los espectáculos

Volver, después de mucho tiempo de confinamiento, a una segunda residencia implica comprobar que todo sigue igual y notar los cambios. En mi casa, todo seguía igual. En la de enfrente, no.

Eran las siete, pero ya era de noche, una fría noche de diciembre. Yo estaba tendiendo la ropa en la cocina y, por la ventana, veía que el vecino del cuarto seguía haciendo yoga sin poner cortinas, que los del segundo se habían comprado una televisión más grande… Pero la ventana del tercero era diferente. No recorda...

Vacaciones en la playa

A mí mujer y a mí nos encanta irnos de vacaciones a una zona de playa que nos permita disfrutar del clima y estar tranquilos. Para este año elegimos una zona muy conocida del sureste del país. Por cuestiones de trabajo, tuvimos que optar por la segunda semana de septiembre, así que no tuvimos demasiados problemas en encontrar lo que andábamos buscando.

Está historia es completamente real, salvo los nombres que son ficticios.

Somos una pareja joven, Marta, mi mujer, tiene 32 años y yo, Raúl, 33, llevamos 4 años casados, aunque más de 10 juntos. Ella es morena, bajita, mide aproximadamente 1,60m, de ojos verdes, muy guapa y con un cuerpo muy bien proporcionado. Tiene un culo bastante apañado, con curvas y un pecho por encima de la media, talla 95. Yo soy moreno, de estatura normal (1,75m) y con un cuerpo también bastante normal, cuando puedo voy al gi...

En la piscina

Mi mujer es el objeto de deseo de la comunidad de vecinos cuando usa la piscina compartida

Mi mujer y yo vivimos, solos, en una pequeña urbanización de las afueras de una gran ciudad. La componen cuatro casas, de dos pisos cada una, que comparten, en el centro de la urbanización, un espacio común con una piscina. Las casas están dispuestas en cruz, dos a dos. Hay un pequeño pasillo para que accedan los empleados, pero la entrada se hace normalmente desde el jardín de cada una de las casas, que tiene su propia puerta.

El reglamento de la urbanización es sencillo. Por las mañanas, la piscina...

El viejo verde mirón, parte 6

Dedicado a WW. Morbo en los grandes almacenes.

Un saludo mis queridos lectores.

Ahora que se avecina el duro invierno os confieso que suelo ir a los grandes almacenes a tratar de satisfacer mis ansias de mirar, de espiar mujeres.

Odio los centros comerciales, interminables pasillos atestados de gente con tiendas a ambos lados, por eso, prefiero los grandes almacenes, edificios de varias plantas dedicadas a la venta de muchas cosas, ropa, electrodomésticos, libros, perfumes..., con pasillos muy estrechos y los productos tanto a derecha como a...

La vecina del masajista

Todo empezó cuando me mudé desde la gran ciudad a un pueblo tranquilo y descubrí que mi vecina era adicta a cambiarse de ropa delante la ventana para que la vieran....

Hola,

En primer lugar voy a presentarme.

Mi nombre es Pedro, soy soltero y trabajo de fisioterapeuta. Hace un par de años cambié la gran ciudad por una zona más tranquila para vivir, y me mudé a un pueblo del interior. El pueblo es un pueblo pequeño, de unos 10.000 habitantes, en los que cómo todos sabéis se conoce todo el mundo.

Debido al precio de la vivienda en las grandes ciudades, pude permitirme vivir en una pequeña casa adosada, no muy lejos del centro, en un barrio muy tranquilo y...

En el museo (2ª parte)

Al día siguiente decides volver al museo, quieres volver a exhibirte, pero con alguna variación.

Al día siguiente decides volver al museo, quieres volver a exhibirte, pero con alguna variación. Entras al museo, como cualquier otra persona, te diriges al baño que está junto a la sala donde te vas a exhibir, como hiciste ayer. Dejas el andador junto a tí, hoy no viniste en tu silla eléctrica, te quitas la blusa blanca, con transparencias, que no deja mucho a la imaginación, o mas bien nada, te sacas la falda corta que llevas, y ya desnuda te diriges a la sala de exposición.

Esta vez no habrá ninguna...

En el museo

Exhibida, y follada en el museo. Contiene Hetero, exhibicionismo, lésbico, y una apuesta. Discapaciada sí, sensual y sexual también.

Eres una gran consumidora de cultura de todo tipo, sobre todo, y viviendo cerca de una de las grandes ciudades del país, de museos, tal es así que tienes hasta un grupo de Whatsapp. En dicho grupo sueltan un "globo sonda", a ver quien se atreve, nadie quiere, porque la apuesta, es ponerse detrás de un cristal, desnudo. Finalmente decides ponerte tú, con tu silla de ruedas eléctrica.

Una vez decidido que seas tú, hay una "tormenta de ideas", en cuanto a como irás vestida, colegiala, abogada, chandal, biki...

Falda de colegiala

Una mujer se exhibe en el metro usando la falda de colegiala de su hija.

FALDA DE COLEGIALA

No sabes muy bien el motivo, pero llevas días muy excitada. Tu mente piensa en sexo constantemente, les regalas a tus ojos la visión de imágenes eróticas y pornográficas de todo tipo, obsequias a tu imaginación con la lectura de textos que narran y describen a la perfección y con todo lujo de detalles múltiples aventuras y juegos sexuales. Tu mano no se cansa de bajar a tu entrepierna ni de urgar, de acariciar, ni de penetrar con los dedos tu coño.

Dime la verdad, ¿cuántas vec...