El abuelo, su ordenador y sus grandes dotes
No pude contenerme y me lance como un salido a comerle el coño aun así lleno de la leche del abuelo, y aunque mi mujer hizo ademan de que no lo hiciera, él le dijo déjalo que saboree mi leche y tus jugos
La suerte se nos puso de nuestra parte nuevamente cuando una casa cerca a la nuestra que estaba en venta la adquirió una pareja de mediana edad que les acompañaba un abuelo, al parecer suegro de ella, por cierto un abuelo en forma que todos los días salía en bicicleta , manteniéndose en una estado esplendido.
Nos saludábamos con frecuencia y entablamos cierta amistad hablando de nuestros gustos y pasiones, diciendo mi mujer entre nosotros que era un candidato ideal para poder hacer un trio.
Les...