Día a día 11
Carme subió sus manos por las caderas de Unsinn y lentamente fue bajando sus braguitas hasta dejarlas en sus tobillos. Lentamente sus uñas fueron acariciando el interior de los muslos de Unsinn hasta llegar a su coño y buscar su clítoris ya hinchado y descapullado. Recogió con su dedo los flujos de Unsinn y lentamente empezó una caricia sobre el clítoris de esta.
Cogí
un taxi
y me
dirigí
a la oficina. Al llegar
Carmen
estaba en ella.
-Buenos días Carmen, ¿qué tal con Esmeralda?
-Muy
bien,
es una chica muy aplicada y espabilada, la he dejado sopla
porque
creo que ya
está
preparada.
-Me alegra mucho saber que hemos acertado, no es
fácil
pero esta vez hemos tenido suerte. El que
estés
aquí me viene muy bien, ya que tengo que ir a
Tenerife
y si
estás
tú
me v...