Brujita (2)
Sexo, miedos e ilusiones para la brujita
Tras escuchar la puerta de casa, María, mi compañera de piso, entró a la habitación sin llamar. Yo en el suelo con el traje de brujita medio roto, manchado de evidente semen, y mi pene asomando a un lado. La escena no se le olvidaría nunca.
-¡Lo sabía! ¿Ese tío te ha forzado? Voy a llamar a la policía -dijo con mucha rabia.
- Por favor no llames a nadie -dije con tono preocupado mientras tapaba mi sexo a pesar de que era evidente que lo había visto.
Lo último que quería eran más problemas...