Desayuno con mi tío y luego con su albañil
Quería que acabara dentro de mi, que empalara mi colita con esa tremenda verga que deseaba fuera ensartada hasta lo mas profudo de mi ser; pero en lugar de eso tomé mi plato de fruta lo acerqué a su verga y le dije, con una cara de entre pervertida e infantil - ¿Me pones lechita en mi fruta? -
Era un Jueves por la tarde y recbí una llamada de mi tío; lo cierto es que sus llamadas me ponian algo nerviosa depués de lo que había pasado, no lo habiamos vuelto a repetir pero cada que me acordaba me calentaba y me daban ganas de salir corriendo a su casa a que me cogiera de nuevo.
Ese día me llamó para pedime de favor que le ayudara con algunas cosas, entre ellas a supervisas a unos trabajadores que estarían en su casa por aquello de las 11 de la mañana al día siguiente, yo no tenía nada planeado...