In media res
Me odiarás por esto.
G regorio intentó abrir la hebilla de su cinturón para quitarse la correa y hacerse un torniquete, pero le temblaban tanto las manos y era tal la cantidad de sangre que tenía en los dedos que el maldito trasto se le escurría constantemente, impidiendo realizar una cosa tan sencilla y tan trivial como quitarse la correa del pantalón. Por la cantidad de sangre que había en el suelo de su apartamento calculó que le quedaban un par de minutos antes de entrar en shock. En su profesión lo había visto mucha...