La decisión de Marian Estephanye 2

ventilado. Marian Estephanye estiró los brazos en cruz, dio un gran suspiro, miró a su alrededor y se quitó la gorra y las gafas tirándolas de cualquier modo en el gran sofá que se encontraba a su izquierda. Su cabellera larga y rubia ondeó libre en el aire como una capa cuando ella hacia varios giros sobre sí misma. -¡Dios santo, qué bien se está aquí! ¡Qué acogedor es este apartamento! Por favor, pase las cortinas y deje a media luz la sala. No quiero que me vean y reconozcan. Seguro que estaremos mejor así.

LA DECISIÓN DE MARIAN ESTEPHANYE

segunda parte

V – El piso de von Now

Helvert von Now bebía su copa en un estado eufórico, de perplejidad absoluta. No podía dar crédito a lo que había pasado. Hacía memoria de lo pasos dados desde que salieron del hotel hasta aquel pub-discoteca. Todo correcto. Vino la invitación y ahí se presentó lo imprevisible, la pérdida de los papeles por su parte ¡La heredera del trono de Lenstthers en sus brazos y él…! Otro sorbo del fuerte líquido, movién...

La decisión de Marian Estephanye

Lo conoció siendo un play boy treintón en la estación de esquís Balmberg, en Suiza. Fue un flechazo a primera vista. Ella una jove aristócrata muy bonita, prisionera constante-mente de sus obligaciones para con el Estado como heredera, aprendiendo el oficio de su padre. Él, un libertino simpático, amigos de todos los saraos de la Riviera mediterránea, mujeriego reconocido, parlanchín, mentiroso la más de las veces, vago y con fortuna sobre todo y adorable hasta la saciedad. Tuvo problemas con su padre el príncipe reinante Federico IV y también con su madre, la princesa Margueritte, pero al final accedieron permitiendo el matrimonio, previa aprobación casi unánime del Parlamento (tuvo sospechas firmes de que hubo “presiones palaciegas”, acuerdos oscuros que nunca logró averiguar). La boda se celebró fastuosamente y con reconocimiento mundial dos meses después.

LA DECISIÓN DE MARIAN ESTEPHANYE

Primera parte

I - Un matrimonio real

La heredera del trono del pequeño principado de Lenstthers, Marian Estephanye Sofie, abrió la puerta de la suite del Hotel Ritz y entró seguida de su marido en un profundo silencio. Estaba cansada, aburrida, hastiada y deseosa de un poco de libertad. Como era su costumbre, tan pronto tenía intimidad se quitaba los zapatos inmediatamente, lo cogía por detrás y los colocaba ordenadamente cerca del armario que conte...

Gabriela y su descubrimiento 2

Una profesora argentina descubre que lo que más la calienta en el mundo es impresionar con su belleza y su naturaleza los más bajos instintos de hombres que nunca hayan podido soñar con estar con una mujer como ella...

Les presento la segunda parte del relato: Gabriela y su descubrimiento . Les recomiendo leer la primera parte para comprender el relato y para conocer la descripción de Gabriela y de los otros personajes. Espero comentarios y sugerencias, gracias. Un beso a todos.

Mi situación era de extrema excitación, no sabía dónde mirar, cómo colocarme. Quería que mi viejo y feo compañero de trabajo abusara de mí y, a la vez, quería que la tierra me tragara… ¿Cómo podía ser tan puta y traicionar así a mi...

Gabriela y su descubrimiento

Una profesora argentina descubre que lo que más la calienta en el mundo es impresionar con su belleza y su naturaleza los más bajos instintos de hombres que nunca hayan podido soñar con estar con una mujer como ella...

Me llamo Gabriela y quiero relatarles mi historia. Nací y me crié en la Argentina pero a los 35 años decidí inmigrar con mi marido Pablo a España. Con el nos llevamos genial, solo hay un pero, el sexo. No me malentendáis, amo a mi marido, lo amo muchísimo. Pero desde hace un tiempo ya no me satisface como antes. Puede que sea la llama de la excitación que se apago o puede que sea culpa mía. He oído decir que esto les sucede a muchos matrimonios por lo que no le daba la importancia que debería haberle...

Julia, el mexicano, Madrid

Desvirgar a Julia mientras nieva en las calles de Madrid, pensando en México.

JULIA, EL MEXICANO, MADRID

Desflorar a Julia, ver la nieve en las calles de Madrid, pensar en México

El Mexicano miró por la ventana. Nevaba ligeramente aquella noche en Madrid. Diciembre de 2008 anunciaba un invierno frío y húmedo.

La muchacha dormía desnuda en la cama. Una cara de ángel, piel tierna y tibia. Ojos cerrados, entregada al destino. Se había movido un poco cuando entró en la habitación. Estaba un poco de costado, con un brazo reposando en la almohada. La vista del...

Él...

Tenía un olorcito a calidez que me hacía sentir cómoda, perfecta, ya olvidada de los deseos de matarlo y despedazarlo. Le tomé las manos y las coloqué en mi vientre, para sentir su fuerza y saberme segura. Llevada por reclamos desconocidos le besé la mejilla, demorando el roce de los labios en la cara fresca, recién afeitada.

Él

Confieso que mi primera intención fue matarlo, despedazarlo, cortarlo en tiritas y dejarlas al sol para que se sequen y molerlas después hasta desintegrarlas. A mi mamá no podría hacerle nada, ni siquiera echarle en cara la deslealtad y preguntarle por qué: acababa de perderla y ahora sólo era un montón de cenizas guardadas en la urna que acababa de recoger de la funeraria.

Maldije el momento en que se me ocurrió revisar el pequeño portafolio que mamá guardaba en lo más profundo del pla...

Presa

Victima de un cazador veterano... Presa de su profesor...

Presa

Días como esos, no eran los que valían la pena para su paga… Tener que quedarse una tarde adicional para presentarles una evaluación al grupo de vándalos de clase media era suficiente, pero el tener que evaluar una tarde de un sábado… Era algo inconcebible. Que le quedaba, más que soportar las quejas sobre la dificultad, lo largo, y lo tedioso del examen, un día de estos, se lo pedirían a colores con lazo de regalo.

Pero el no se dejaba manipular, no era tan suave como los demás prof...

El viaje

Estaba preparado para un viaje de 19 horas en ómnibus, pero no para vivir una noche exquisita, inolvidable, tan fuerte que apenas mi memoria la trae siento arder a los testículos y volverse de hierro al miembro, exigiendo inmediatas consolaciones.

Estaba preparado para un viaje de 19 horas en ómnibus, pero no para vivir una noche exquisita, inolvidable, tan fuerte que apenas mi memoria la trae siento arder a los testículos y volverse de hierro al miembro, exigiendo inmediatas consolaciones.

El servicio de ómnibus de larga distancia en Argentina es óptimo, cómodo, y permite dormir en asientos que se transforman en cama, con alguna forma de aislamiento de los demás pasajeros. Esa tarde de julio tenía el asiento número 1, ubicado en el extre...

Obsesión

¿Cómo conseguir que el marido de mi madre se meta en mi cama?

¿Cómo conseguir que se meta en mi cama?

Esa era la pregunta que me quitaba el sueño. Que me obsesionaba. Y que me excitaba hasta límites que rozaban la locura.

Hablo del segundo marido de mi madre. Ella se divorció hace algunos años y he oído desde entonces comentarios de todo tipo, las malas lenguas hablando de la poca satisfacción sexual que mi padre la daba, o lo que es lo mismo, que mi madre era poco más o menos que una ninfómana. No creo que sea verdad. Simplemente tuvieron sus diferen...

Novia recatada o casi

Relato sobre mis experiencias con una vecina, gordita y muy buena, que intentaba aparentar lo que no era... recatada.

Novia recatada, o casi

Todo iba bien hasta que entramos al cuarto. Cuando cerré la puerta Lila se sentó en el diminuto sillón y bajó la cabeza sin decir nada. Traté de controlar mis ansias y la acompañé, sentándome junto a ella pregunté:

--"¿Qué pasa?".

--"Nada… ¿qué quieres que pase?, ¿por qué me trajiste a este horrible lugar?".

--"Hummm, tu quisiste, no pusiste objeción, no te traje empujando, ni te metí a la fuerza al hotel, te deseo y quiero hacerte el amor, ¿tú no?". ...