Me encuentro de nuevo con la esposa infiel
Habían pasado unas semanas desde nuestro primer encuentro. Fue breve, pero no podía quitármelo de la cabeza. Recordaba una y otra vez a María encima de mí, sin sujetador, apretando sus caderas contra las mías. Desde entonces casi no habíamos vuelto a tener contacto, la había visto por la calle pasea
Habían pasado unas semanas desde nuestro primer encuentro. Fue breve, pero no podía quitármelo de la cabeza. Recordaba una y otra vez a María encima de mi, sin sujetador, apretando sus caderas contra las mías. Desde entonces casi no habíamos vuelto a tener contacto, la había visto por la calle paseando con sus hijos, pero ni siquiera nos paramos a saludarnos. Los días posteriores a nuestra cita no dejé de pensar en que era una mujer casada, con un marido al que engañaba por disfrutar con mi polla en la boca...