Más de dos meses sin follar.
Después de cada tormenta sonríe el sol. Para cada problema hay una solución y el deber de uno es estar de buen ánimo.
Una travesía que había que vivir, no quedaba más remedio que pasar, lo importante es cómo se pasara. A pesar de que el ánimo en algún momento puntual flaqueo un poco, rápidamente a reponerse y a continuar para adelante. Muy gratificante es leer una cantidad importante de mails de personas desconocidas que te dan ánimos sin más, al igual que los comentarios en el último relato. Sin ahondar mucho en lo sucedido, todo fue debido al accidente que tuve haciendo el salto en Santa Marta, que lo cuento en el relato...