Amores lejanos
Le bajé los pantalones y sin advertencia, me metí su precioso trozo en la boca y empecé a chuparlo como poseída, no con la delicadeza que acostumbro, sino de inmediato. Mariano jadeaba mientras yo disfrutaba la textura de aquella gloriosa verga
- Amores lejanos
Día 28
No voy a contar cómo fue que Marido descubrió lo de Alejo. Fue una imprudencia mía, loca como estaba por él, loca por completo y sí, quizá con ganas de hacer lo que ahora estoy haciendo. No contaré lo duro que fue superarlo y, para él, perdonarme. Nunca sabrá que fui yo quien sedujo a Alejo, yo quien ansiaba cogérmelo. Nunca sabrá que aquello salvó nuestro matrimonio. Nunca sabrá que estuve otra vez, casi un año, sin más verga que la suya, ni sabrá que se de ciencia cie...