La po...y la olla
La selección de socia lleva a nuevos placeres
LA PO….Y LA OLLA.
Este relato es continuación de “La olla y la p....”
CELINA.
Volvíamos del laboratorio, estaba en la carretera a Rosario, Celina me había pedido por favor que le acompañara a verlo. Estaba agradecido por el polvo salvaje que le había metido a Liliana y por cómo me había dado la idea de contenerme con Silvia, que me había llamado tres veces. La tenía ansiosa.
El laboratorio era bueno, me enteré que Celina era la esposa del director técnico y nuera del dueño,...