¡Sígueme queriendo así!
Si sabes lo que es amor, entra y leelo, por favor.
¡Sígueme queriendo así!
¡Qué beso!, supremo Dios. ¡Cuánto amor!. ¡Cuanta dulzura!. Cuando unimos nuestros labios, tu beso es suavidad pura, delicado y sensual.
Cuando me hechas los brazos al cuello y me aprisionan, siento tu amor fluir entre nuestros pechos. ¡Cuanta fuerza desarrollas al apretarme en tus brazos!. ¿No que eres sexo débil?
Te rodeo con mis brazos con suavidad porque temo lastimarte; acuno tus costados posando mis manos en tu espalda y la recorro lentamente. Nuestros ros...