En la oscuridad
Nuevo relato de terror. En esta entrega no hay terror como tal sino angustia, desazón, insidia. Como siempre digo, absténgase mentes frágiles.
Tengo verdadero pavor a la oscuridad. También tengo fobia a los cuchillos, pero solo a los romos porque cuando están cubiertos de mermelada de frutas del bosque parece que te estés untando la tostada con coágulos de sangre viscosa, mezclada con jirones de músculo. También evito los terrones de azúcar, flotando sobre el café, absorbiendo toda la negrura del mejunje, para luego desaparecer dentro de la taza, regurgitando una burbuja de aire; luego remueves la cucharilla y notas el poso al fondo, como arenisca...