Chocolate muy caliente
En esta historia os contaré como mi marido, conociendo mi debilidad por los hombres de color, me obsequió el más delicioso festín de chocolate muy, muy, muy caliente que nunca me hubiese atrevido a soñar.
Hola amigos, voy a contaros una historia real para intentar compartir con vosotros parte de la excitación que me produjo. Mi nombre podría ser Anaïs, pero no creo que mi nombre real sea muy importante, tengo alrededor de los treinta años y vivo en las afueras de Barcelona. Soy rubia, ojos color miel, piel clara y pecosa y un cuerpo menudo, entrenado y voluptuoso con el que allí donde voy atraigo la atención de los hombres.
Llevo viviendo con Quim, mi marido, casi diez años. Él es unos años mayor...