¿Qué es el infierno? 12

¿Puedo estar a salvo en una casa llena de monstruos como tú?

Lentamente me acerqué a la puerta, sentía la necesidad de vigilarla, y más por las noches.

-          ¿Por qué? ¿Qué me haces? –gemía débilmente, me asusté, de modo que me asomé un poco más. Estaba sola, es me tranquilizó-. Tus ojos.. –gemía-. Sueño todo el día con ellos. –sumergió su mano entre las sabanas.

-          ¿Se puede saber que estás haciendo? –susurró su.. prometida, en su voz podía notarse como se regocijaba de encontrarme en esa situación. ‘Qué asco te tengo de verdad, que asco más...

¿Qué es el infierno? 11

Vivir en la misma casa con dos amores nunca puede salir bien, más todavía si uno de los amores viene con prometida.

  • La cuestión, si quieres que esté a salvo debe saberlo todo, si ocurre algo debe saber cómo actuar y no huir de nosotros en caso de peligro, también debe alejarse de esa familia, podrían hacerse pasar por humanos y hacerse amigos de ella.

  • ¿Entonces hacemos eso de turnarnos? –comentó mi madre.

  • No. –respondió mi padre dejándonos a todos confusos-. Vendrá a casa a vivir.


¿Era posible que a un vampiro se le helase la sangre? Sentía un sudor frío por mi cuerpo mezclado c...

Liliana (segunda parte y final)

Anaïs prosigue su estancia en Colombia compartiendo cama con una mujer de hechuras increíbles -- de la autora de "Las diez fantasías de Eva"

Aprovechando que su coño rezumaba jugos y estaba hinchado hasta parecer terso como la piel de un tambor le separé con parsimonia las piernas para acomodarme entre ellas. Ella no pareció entender, ensimismada en asimilar el placer que acababa de sentir, al menos hasta que mi coño de vieja lesbiana se aposentó sobre el suyo.

Extrañada miró hacia abajo sin comprender del todo. Le sujetaba una pierna en alto y mi sexo disfrutaba de un contacto total con el suyo. No hay nada más placentero para una mujer q...

La hechicera y la lesbiana Capítulo X Los celos

Capitulo X Los celos de la hechicera Karely esta lista para entregarse en cuerpo y alma a Pedro que sigue disfrutando en su femenino cuerpo pero ahora tiene un dilema moral que se complicará aún más cuando un fantasma de su pasado hace su aparición

Capitulo X Los celos de la hechicera

Las inocentes palabras de Karely retumbaron de manera profunda en el alma de Pedro, en un ínfimo instante pasaron por su mente una ola de sentimientos encontrados, por un lado estaba punto de tener relaciones con una chica confundida en pleno desarrollo, por el otro lado tenía la oportunidad de entregar su primer pago del contrato de la hechicera, además de esto, había vivido más emociones sexuales en tres días que en sus treinta años de vida como hombre, todo daba...

Yo, dominanta y tú, sumisa

Lesbianismo en chicas que practican deporte

Yo, dominanta y tú, sumisa

Sarah pensaba en lo cansada que estaba mientras yacía metida en el bañera con agua caliente… Todo su cuerpo le dolía por los golpes que había recibido en el entrenamiento de esta tarde.

Jugaba como base en un equipo femenino de baloncesto profesional de Chicago, el Chicago Sky, y su entrenador Tom Satten las había machacado hasta agotarlas tras la vergonzosa derrota que sufrieron en casa ante Detroit Shock.

Tenía derecho a estar molesto… Realmente lo habíamos...

La subasta (primera parte)

La protagonista participa en una subasta para vender su cuerpo a la mejor postora de un club de lesbianas de Londres. -- de la autora de "Las diez fantasías de Eva"

Me acostaba con Helen durante los primeros años de la universidad sin que en ningún momento habláramos de amor ni de nada que se le pareciera. En los prolegómenos de la seducción se podía mostrar como una lesbiana sensible pero una vez satisfacía sus deseos regresaba a una zona de comfort donde era razonablemente hetero y por tanto aceptable para su familia y amigos, aunque nadie excepto yo pudiera juzgarla en la intimidad de la cama. La inmediatez con que abandonaba su lesbianismo tras follar conmigo era d...

El regalo

Tres mujeres, una casa solitaria y todo el verano por delante.

Lo que a continuación narro ocurrió hace unos años. Más adelante explicaré cuando porque es muy importante. Yo y mi amiga Leonor estudiábamos en Salamanca, nos habíamos conocido en primero de carrera. Mi nombre es Ana y a partir de aquí intentaré no ser muy específica en datos que pudiesen revelar, no tanto mi identidad, como la de mi amiga y su familia. La verdad es que yo nunca he ocultado que soy lesbiana pero guardo un enorme respeto por todos aquellos que prefieren mantener su condición sexual en un ám...

La hechicera y la lesbiana Capítulo VIII Día Negro

Capítulo VIII Día Negro Pedro aún su forma femenina de Paulina sigue sufriendo abusos en la mansión de doña Cecilia después de la humillación recibida por su primer clienta

Capítulo VIII Día Negro

Una hora había pasado desde que Doña Cecilia salió del cuarto, Pedro no había podido soportar los calambres en sus extremidades y había caído en una especie de desmayo que lo llevaba a tener de nuevo alucinaciones, Jose y la hechicera burlándose de ella con risas infernales, hombres con máscaras de macho cabrío, doña Cecilia encajando los delgados tacones en su piel, imágenes que estaban jugando con la salud mental de Pedro de una peligrosa manera. De pronto el ruido de pasos p...

La hechicera y la lesbiana Capitulo IX

Capitulo IX Sorpresa... Pedro en su forma de Paulina se recupera un poco del trauma sufrido siendo atendido por una linda vendedora de cosméticos para luego conocer por fin a la hija adolescente de Sonia

Cuando despertó el lunes, Pedro había dormido más de 14 horas seguidas nuevamente acompañado de pesadillas y alucinaciones, su cabeza seguía desorientada y los rayos del sol le provocaron una fuerte jaqueca, tomo dos aspirinas de su buro y encontró el teléfono que había anotado de Sonia, la  agradable señora que conoció en la tienda de lencería y con quien había quedado de verse el domingo para hablar con su hija acerca de su precoz desarrollo.

Trago las aspirinas sin si quiera un poco de agua y se di...

Hetero curiosa

Soy una experimentada amante de chicas pero esta vez me veo superada por los acontecimientos. Alguien que no me esperaba me seduce a mí, mostrándose mas decidida, morbosa y lasciva que yo misma.

No pretendía eso, en realidad no pretendía nada, no tenía ninguna idea preconcebida. Todo pasó como tenia que pasar, de forma natural. Sin prisas, sin nervios a un ritmo, a su ritmo... Pues ella fue quien lo marcó en todo momento.

La veía pasear por las oficinas en el trabajo con sus atuendos sexys y provocativos, sus faldas cortas y shorts, sus tremendos escotes o las mallas y camisetas ajustadas, pegadas a su perfecta anatomía. Y como yo, el resto del personal. Admirándola, deseándola, babeando por u...