El placer de morir
El amor está en el aire y te tengo desnuda sobre mi cuerpo. Te agitas y un escalofrío me recorre desde el centro mismo de la entrepierna, ascendiendo por la columna, erizándome la piel...
Respiro. El humo del tabaco asciende y se asemeja a la niebla densa, que revolotea alrededor de tu cintura mientras te aferras a mí y descansas sobre mi pecho. Tus cabellos obscuros, enmarañados, sueltos sobre la arena…, me hacen cosquillas de vez en cuando. Sonríes, me observas. Arrugas de a pocos la nariz y repasas el borde de mis labios y mis mejillas con las puntas de tus dedos. Me toqueteas la cara con fervor. Eres demasiado apasionada como para vivir encerrada, presa, dócil. Susurras y el aroma a ron...