La Crisis 16
Culmina la historia de nuestras protagonistas
No pensábamos encandilar a nadie, lo que había que encandilar ya estaba encandilado, así que nos vestimos con elegancia, pero no para matar.
Llegamos al restaurant, era un sitio muy acogedor, cuando entramos un camarero se adelantó a nuestro encuentro y nos condujo a una terraza adornada con macetas y una vista espectacular de las luces de la ciudad. En una mesa estaban nuestras amigas esperando. Nada más pasar la entrada se levantaron a felicitarnos.
– Felicidades para la parejita. – dijo Ferna...