El regalito
La rubia estaba sentada sobre una gran caja forrada como un regalo con el típico lazo y moño. Lo primero que vi fueron unas piernas cruzadas, eran delgadas y finas, enfundadas en unas medias a rayas rojas y blancas que hacían juego con el típico gorro de duende que tenía el mismo color que las medias.
El regalito
Cheeé... fíjate esa gnoma!!! -me dijo Romina- mientras apuntaba a una rubia que por cierto no tenía nada de gnomo. Ya la había visto y detallado desde que ingresamos a esa sección del local comercial. La rubia estaba sentada sobre una gran caja forrada como un regalo con el típico lazo y moño. Lo primero que vi fueron unas piernas cruzadas, eran delgadas y finas, enfundadas en unas medias a rayas rojas y blancas que hacían juego con el típico gorro de duende que tenía el mismo color qu...