La luz del fuego 16
Pensé que estaba cansada de tener el corazón en la mano, esperando que Mariana me quisiera y por eso Renata me reconfortaba.
Esos últimos días hasta las vacaciones de verano fueron terribles, pues había dejado la pelota en la cancha de Mariana y aparte tenía que ver a Rossi en cada reunión y por los pasillos. Vi a Mariana un par de veces por la Facultad mientras pagaba el resguardo de su título y visitaba la oficina de aquella maldita bruja. No sabía que era capaz de guardar tantos celos en el pecho, nunca había sido celosa y me sorprendían ciertos pensamientos que me había pescado teniendo respecto a ellas.
Finalmente ter...