En un lugar extraño

Estaba como ausente. ¿Qué hacía yo allí?, un local oscuro, con música. ¿Cómo me había dejado convencer para ir? pero en fin, allí estaba. Sentada en un taburete de la barra, con mi minifalda y mi blusa negra.

Estaba como ausente. ¿Qué hacía yo allí?, un local oscuro, con música. ¿Cómo me había dejado convencer para ir? pero en fin, allí estaba. Sentada en un taburete de la barra, con mi minifalda y mi blusa negra. Las piernas cruzadas dejando ver por debajo todo el muslamen.

A mi lado mi novio, Fernando, alto, guapo, de tez morena y ensortijado pelo negro, vistiendo un traje de chaqueta blanco y camisa negra, conversaba animado con otro hombre a quien no conocía. Algo más bajo que mi novio, vestía un apret...

Diario de un Consentidor (70)

Esta es una historia de deseos, emociones, placeres, dudas, decisiones y pensamientos, es la historia del camino que nos llevó a Carmen, mi mujer, y a mí a lanzarnos a vivir las fantasías inconfesables que sin saberlo compartíamos en silencio cada vez que hacíamos el amor

Carmen retiene la puerta del baño pegada al marco mientras frena el pomo para evitar hacer ruido; Doménico observa el cuidado que se toma para no despertarme. Cuando al fin la puerta está cerrada la toma de ambas manos.

-        "Vamos a la ducha" – le dice tirando de ella.

-        "Espera" - Carmen se detiene cerca de la taza.

-        "No, ven" - su voz es sugerente.

-        "¡No puedo!" – pero Doménico no cede, la arrastra de la mano hacia la bañera y sonríe con malicia, Carmen...

Excursión fin de semana

Dos hermanas con sus maridos salen hacia Castellón. El ambiente ira subiendo hasta llegar a una situación inesperada.

La historia que os voy a contar sucedió hace varios años y es real. Los nombres que utilizo no son reales. Me llamo Arturo y  estoy casado con Silvia. Un día Alicia, la hermana de mi mujer, llamó y le dijo que su marido Roberto tenía que ir a Castellón por razones de trabajo el fin de semana y que como habían aparcado los niños si podíamos hacer lo mismo con los nuestros  porqué no los acompañábamos a lo que Silvia le dijo que por ella no había problema que me lo consultaría. Después de hablarlo pudimos dej...

Diario de un Consentidor (69)

Esta es una historia de deseos, emociones, placeres, dudas, decisiones y pensamientos, es la historia del camino que nos llevó a Carmen, mi mujer, y a mí a lanzarnos a vivir las fantasías inconfesables que sin saberlo compartíamos en silencio cada vez que hacíamos el amor

El sonido de un roce en las sábanas tira de mí, me resisto, estoy en algún lugar del que no quiero regresar.

No quiero despertar. Me sumerjo, me dejo llevar… me hundo en ese agradable sopor.

Otra vez ese roce… Suena de nuevo, como si fueran olas rompiendo en un acantilado.

No, es mas suave que eso, son como olas batiendo mansamente en una playa.

¡Qué bien estoy! Sé que son pies… o piernas moviéndose bajo unas sábanas… pero prefiero pensar que son olas, y como mi cabeza puede hacer lo...

El regalo de aniversario

Para mi 50 cumpleaños le pido a mi esposa un regalo especial y al final resulta ser todavía más especial de lo esperado.

La historia que voy a contar pasó hace unos pocos años, y todavía hoy perdura en mi memoria, como un recuerdo diferente pero muy placentero.

Faltaban pocos días para mi 50 aniversario y mi esposa me repetía una y otra vez que qué quería que me regalase. Por suerte nuestra situación económica es cómoda y cuando necesito algo, sin irme a presupuestos exagerados, siempre me lo compro. Tengo que decir que en aquella época estábamos dados de alta en una página de intercambios de parejas e incluso habíamos...

Diario de un Consentidor (68)

Esta es una historia de deseos, emociones, placeres, dudas, decisiones y pensamientos, es la historia del camino que nos llevó a Carmen, mi mujer, y a mí a lanzarnos a vivir las fantasías inconfesables que sin saberlo compartíamos en silencio cada vez que hacíamos el amor

Abro los ojos.

….

No se qué hora es. Miro hacia la ventana, parece que comienza a clarear. A mi lado Carmen duerme. Me levanto procurando no despertarla. Estamos solos. Bajo a la cocina, tengo mucha sed. Allí me encuentro a Doménico mirando por la ventana  con un vaso en la mano. Tiene un buen culo, pienso y sonrío sin poder evitarlo. Hace unos meses habría expulsado ese pensamiento de mi cabeza de una patada. Al escucharme se vuelve, veo que bebe whisky. Me ofrece. Acepto.

-        “En re...

Todo en la vida es negociable

Para cerrar un buen negocio, hay cosas que sobran, si tienes la mercancia que necesita tu cliente

Hola me llamo Nadia y mi siguiente relato sucedió hace algunos años.

Yo estoy casada con Ernesto, tenemos más de 20 años de matrimonio y como todo matrimonio, hemos tenido sus momentos buenos y malos, él siempre ha sido un buen esposo, hombre de mucha cultura y bueno para los negocios, siempre nos ha ido bien en lo económico, pero hubo un momento en que las cosas no marchaban como el esperaba.

Todo comenzó cuando decidió abrir un comercio dedicado a los textiles, una pequeña distribuidora de rop...

Segunda visita al club liberal

Otro día más, me encontré rodeada de gente que me deseaba...

Otro día más, me encontré rodeada de gente que me deseaba...

Esta es la segunda vez que iba con mi pareja al club liberal, el mismo en el que experimente el sexo con más de una persona. Esta vez fuimos mas "relajados" sin follar con lo primero que se nos cruzará, por así decirlo.

Yo iba aun algo indecisa, la última vez me gustó, pero me cuesta hacerme el ánimo de que me voy a pasar toda la noche con sexo, con gente desconocida, no saber quién habrá, quien nos gustará, como elegir o invitar a fol...

Los amigos de mi marido prueban mis tetas

Hacia poco que me había operado y mis tetas eran objeto de deseo. Con mi marido y los amigos nos las ingeniamos para que pudieran tocármelas sin que sus mujeres se dieran cuenta.

Estabamos cenando en la casa de Sebastian.

Estaba Sebastian con su mujer, Lucas con la suya, Julian y yo.

La noche era ideal, por lo que decidimos cenar en el balcón terraza. Era verano pero no hacia mucho calor. Me había puesto ropa liviana por el calor. Unas bermudas blancas, unas sandalias sport, y arriba una musculosa gris media suelta sin corpiño.

El estar en esa mesa, compartiéndola con los amigos de mi marido con quienes nos enfiestamos, y que estuviesen sus mujeres ahí me causo muc...

El juego de los dados

Estábamos ya a mediados del mes de Abril. En Sevilla empezaba a notarse el calorcito a mediodía, superando los treinta grados de temperatura en muchas ocasiones y teníamos todo el fin de semana por delante. Mi mujer, Marta me comentó que había hablado con Lourdes, una amiga nuestra a la que hacía tiempo no veíamos y que vendría a almorzar con su marido José Carlos.

Estábamos ya a mediados del mes de Abril. En Sevilla empezaba a notarse el calorcito a mediodía, superando los treinta grados de temperatura en muchas ocasiones y teníamos todo el fin de semana por delante.

Mi mujer, Marta me comentó que había hablado con Lourdes, una amiga nuestra a la que hacía tiempo no veíamos y que vendría a almorzar con su marido José Carlos.

Lourdes y José Carlos son buenos amigos nuestros, hemos compartido muchos momentos juntos, buenos y no tan buenos. Ahora nos...