A quién la suerte se la dé... (1)
Faltaba un hombre para completar cuatro parejas. Y Toño (cosa rara) se acordó de mí.
¡Diga!.
¡Hola, Alex!. Soy Toño. ¿Cómo te va, tío?.
(Toño no llamaba nunca. De modo que, si lo había hecho, es que quería algo de mí).
Bien, hombre, como siempre. Y tú, ¿qué tal?.
Tirando. Oye, te llamaba porque hace mucho que no nos vemos, y a lo mejor Verás, este fin de semana hay una fiesta en el chalet de unos amigos, y he pensado que igual te apetecía
¿Los conozco? -pregunté-.
No, pero son gente muy maja, ya verás.
(Ahí había gato encerrado, segu...