Sorpresas te da la vida (1)
Nunca me pereció tan bello un 69. Boca contra sexo, las piernas abrazándose el cuello mutuamente, impidiendo que se despegaran un solo segundo.
Sorpresas te da la vida (I)
Mi nombre es Juan, 35 años, mi mujer Alicia, de 32. Somos un matrimonio de lo más normal. Los dos trabajamos y vivimos en una casa hererada de mis padres, por lo que no tenemos agobios económicos . Nuestra vida sexual es satisfactoria, aunque después de tantos años juntos, tenemos que agudizar nuestras mentes para no caer en la monotonía. Los fines de semana no trabajamos, así que lo dedicamos a viajar por las ciudades cercanas y así disfrutar de otros lugares y aprov...