Ya eramos amigas, ahora serémos compadres
Queridos lectores, esta es la continuación de Compadres, ahora verán como nos encarnamos y nuestros lazos, van llevándonos al compadrazgo. Sean Bienvenidos. Rommy.
Les contaré como fui realizando mi sueño. Una tarde después de la partida de dominó, Juan estaba de lo más coqueto, durante la partida, mi esposo, bajo la mesa con el pie, llevó el mío a tocar el de Juan. Parecía un accidente y pareció no notarlo. Yo miré a mi esposo en tono de reproche.
-no mames Viejo, le dije por lo bajito.- él se sonrió y quitándose un zapato, volvió a tocar mi pie, hasta que consiguió quitarme el mío. Luego me empujo de nuevo a Juan y este, se movió de la silla, como aleján...