Eva al desnudo-4
Mi mujer se sincera
- Para, para, mariquita, que no quiero correrme todavía.
Se acercó a Eva, lentamente, dejándole ver su erección. Ella le miraba aproximarse, con los ojos como platos.
- Quieres que te eche mi crema…bonita?
Esa pausa antes de decir bonita recalcó lo que quería que supiese que pensaba de ella. Y Eva me sorprendió, cuando pensaba que iba a echarle con cajas destempladas se dio la vuelta, el culito ligeramente elevado.
- Sí, por favor, un poquito en la espalda ...