Su tio, yo y nuestro infierno
Tensé mi cuerpo, esta vez su latigazo dio directo sobre mi pubis, mil veces más fuerte que sobre mis muslos, apreté con fuerza al sentir el escozor y dolor sobre esa zona y no pude frenar el orgasmo que se apodero de mí
Es insoportable soportar el calor en mi apartamento, se había estropeado el aire acondicionado. Eso fue un punto más a favor de mi chico, iba a darle una sorpresa y de paso podría quedarme allí a dormir fresquita.
Lo hacía muchas veces, compraba algo de cena y le esperaba en casa dispuesta a saciar toda el hambre que tuviera.
Llevábamos casi un año, juntos y nos iba bien. Éramos muy parecidos, los dos súper independientes, poco románticos, muy prácticos y demasiado volcados en nuestros r...