Una merecidas vacaciones familiares II
Antes de marcharse los amigos de mi hija deciden despedirse de mí, después un argentino que ocupa la casa de al lado entabla amistad con la familia
Apenas había dejado la taza del café en la mesa cuando me sacaron la bata, los finos tirantes de mi conjunto sexy, habían caído dejando al aire mis pechos, para después llegar hasta mis tobillos, ya completamente desnuda las manos de mis tres amantes recorrían todo mi cuerpo, pronto sus manos dejaron paso a sus leguas, y sus dedos que recorrían toda mi raja antes de introducirse dentro de mi coño, la situación estaba siendo similar a la vivida con mi jefe y sus amigos, pero ahora era mucho más salvaje.
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