Regreso a la adolescencia-1

A sus 42 años y con un pasado oscuro de sexo y desenfreno, Almudena volverá a sentir sensaciones enterradas en su oscuro pasado, lo que hará que su vida actual se tambalee...

Tres horas han pasado. Tres simples horas y ya siento angustia de como mirar a mi mejor amiga a la cara. por no hablar de mi pobre hija.

Me llamo Almudena. Soy una madre de 42 años que se encuentra en una encrucijada moral.

Me siento avergonzada por lo que he hecho hace un rato, pero no he podido evitarlo. Por otro lado he disfrutado muchísimo de lo ocurrido y no sé si podré evitar actuar del mismo modo, o si realmente quiero actuar de otra manera.

A mis 42 años lejos queda mi vigésimo qui...

La Cafetería

Dos amantes se encuentran furtivamente y dan rienda suelta a su pasión en una cafetería poco concurrida...

El cómo habíamos llegado a estos encuentros para, teóricamente, tomar un café a media mañana es algo que pertenece a otro relato. Ahora, lo que pasaba, donde pasaba y como pasaba, es en lo que voy a centrarme.

Mi compañera de café (la llamaremos R) acudía puntualmente siempre que ambos podíamos concertar esos encuentros, no tan a menudo como deseábamos. Yo siempre llegaba antes y esperaba cerca de la entrada a la cafetería, siempre he preferido esperar a que me esperen.

Si conviene en este punto...

De la gloria al abismo III

Continua el proceso de crecimiento de mis cuernos

DE LA GLORIA AL ABISMO III

No dormí bien esa noche, para que negarlo. Excitado, impaciente, e incluso un poco enfadado. No podía creerme que Sofía había cumplido una de nuestras múltiples fantasías, quedando con otro hombre para follar, y que después me había dejado con las ganas.

Pero como suele decirse, todo llega, y finalmente terminó amaneciendo. Cuando desperté Sofía ya llevaba un rato despierta.

-Buenos días mi cornudito.- Me dijo sonriendo. Verla sonreír me relajó un poco, la verdad...

De la gloria al abismo II

Ya soy un cornudo, y cada vez mis cuernos son más grandes.

DE LA GLORIA AL ABISMO II

Pasaron los días y mi relación con Sofía no solo no se vio resentida por su infidelidad, sino que incluso avivó un poco la llama, al menos en la cama.

No voy a negar que en algún momento me jodía que se hubiera tirado a Javier, ya que siempre que habíamos hablado un poco en serio de estos temas, habíamos pensado en hacerlo poco a poco, primero un trío con una chica, después un trío con un chico, algún intercambio, después ya hacer cosas más atrevidas… pero bueno, lo hec...

Diego, parte 2

Continuación de esa noche loca

Llegue a casa, estaba entre borracha y cachonda, aun tenia la garganta con el semen de Diego y tenia imágenes se buena polla en mi boca,  legue al dormitorio y estaba mi marido dormido, necesitaba desahogarme aunque no fuera con la polla de Diego, me quite el tanga (que estaba húmedo) y me acerqué a mi marido y le di un beso, mi marido se despertó:

  • Llegas un poco tarde no?
  • Lo que llego es cachonda.

Quité la colcha y empecé a acariciarle su polla por debajo del pijama, mi marido cara de  sorpresa...

Visita Sorpresa (final)

Desenlace de lo sucedido durante el encuentro casual entre mi hermana, mi jefe y su hijo

La Conversación con mi hermana en la piscina me había calentado un poco, pensar que quería probar lo que hacía solo un rato me había visto hacer a mí, me parecía excitante, nada más salir del agua fuimos a vestirnos para volver a casa, pero antes de marcharnos me entretuve un rato en hablar con mi jefe.

-¿Necesita algo? Nosotras ya nos marchamos.

  • Para nada preciosa, Cristóbal ha salido a ver a unos amigos que están por aquí de negocios, seguro que si vuelve pronto saldremos para arriba.

...

Y de repente llegó mi vecino...

Era una tarde de domingo normal cuando sonó el timbre, era mi vecino. Pero todo cambió cuando empezamos a hablar de sexo y terminamos follando en el sofá de mi casa.

Era un domingo por la tarde y mi marido, Mario, había tenido que salir unas horas a la oficina por temas de negocios. Si habéis leído otros relatos sabréis que Mario viaja mucho por trabajo y las horas que le quedan libres las pasa haciendo cosas en la oficina, aunque al llegar a casa lo compensa, y mucho. Ya sabéis. Como iba diciendo, era un domingo por la tarde y estaba sola en casa, llevaba algo cómodo, unas braguitas en forma de culote y una camiseta de tirantes. Algunos pensaréis que no es ropa de ir p...

Vecinos molestos

Mi marido roncando y mi hijo llorando, al final tendre que subir para suplicar que se callen...

Después de llamar tres veces, aparecieron los municipales…  eran casi la una de la madrugada y en el piso de arriba no había parado la fiesta, mi hijo pequeño de casi un año, no ha dejado de llorar desde que esa cuadrilla de impresentables lo han despertado y mi marido sigue roncando como si nada...

Soy Raquel, una chica de 33 años que lleva casada desde hace siete con Julio, mi novio de toda la vida. Tenemos dos hijos, un niño de un año y una niña de casi cinco. Cuando nos casamos compramos un piso e...

De la gloria al abismo

Los comienzos de como pasé de fantasear con ser cornudo, a serlo de verdad.

Era martes por la noche y veía la televisión mientras pensaba en todo lo ocurrido estas últimas semanas. Hacía menos de dos mes que mi vida había dado un vuelco, tan solo dos meses atrás, a estas horas estaría viendo una aburrida serie en la televisión esperando que me entrase el sueño para meterme en la cama junto a Sofía, mi esposa, uno de mis múltiples rutinarios días… Dios bendiga la rutina, como la extraño en estos momentos.

Mi nombre es Sergio y tengo 35 años, estoy felizmente casado desde hace...

Proposición

Su jefe se aprovecha de ella cuando le pide un favor.

La proposición

¿Puedo decirle algo?

Hacía largo rato que trabajábamos en silencio, después que se fuera el último de los empleados y nos dejaran más tranquilos para terminar el informe que debíamos entregar a primera hora del día siguiente.

Levanté la vista y nuevamente, como cada vez que la miraba, me sentí atrapado por sus hermosos ojos y esa sonrisa que desplegaba sin restricciones de ningún tipo. Debía hacer esfuerzos para no bajar la vista a sus piernas, que me tenían atrapado...