Polvos magicos
Traigo aún amigo a casa para follar a mi mujer y de paso que la preñen
Miguel, mi marido, no me había contado nada hasta justo 24 horas antes de irse de viaje. Se marchaba un domingo por la mañana y el viernes por la noche, cuando estábamos cenando, me preguntó que me parecería que, mientras él estaba fuera para que no estuviera sola en casa, viniera un amigo suyo para hacerme compañía. Le dije que no hacía falta que nadie me acompañara pero él insistió tanto que acabé por aceptar su propuesta aunque sin entenderla demasiado. Me dijo que este amigo se mudaría a nuestra casa du...