Sola y dispuesta a cambiar
Manu me había dejado por la guarra de Ana, su ex. Así que me vestí sexy y me fui a correr aventuras.
Él me había dejado hacía apenas unas horas. Yo me sentía la mujer más despreciada y despreciable del mundo y decidí huir. No quería suicidarme ni nada así, ni siquiera lo pensé, sólo quería alejarme de todas las mentiras con las que me embelesó hacía más de nueve meses.
Soy clara, a mí me gusta la gente pasional, abierta, fiel e inteligente. Manu, que así se llama mi ex, además de tener todo eso (o más bien aparentarlo muy bien) era romántico, dulce y muchos adjetivos más, todos buenos.
Tra...