Cara a cara
Ambos sólo oyen el húmedo ruido de la verga entrando y saliendo de la boca de la invitada. Mercedes siente su propia respiración profunda, aprisionándola.
Lola golpea suavemente la puerta de cristal del bar, haciendo que el anillo añada una nota metálica al sonido apagado de los nudillos. Tiene detrás el rumor de las olas batientes, pero delante suyo no distingue algún movimiento. El olor que desprende la madera húmeda a sus pies y lo que puede ver alrededor le indica que el chiringuito es de los que cierran tarde, temiendo haber llegado demasiado temprano. Pega las manos al cristal para poder escudriñar el interior. Sigue sin ver ningún movimiento, así que v...