Kenia: la chica de intercambio (2)

Sentir palpitar su vagina con los temblores de su orgasmo y esa pasión de quien quiere más, su sudor cálido que le infringía mayor sensualidad al momento y el rubor que enrojecía todo su cuerpo.

Después de lo sucedió me quedé satisfecho y consternado. Quien no podía estar satisfecho con ese cuerpo frágil y firme de ángel, con la piel suave y lozana de la juventud fresca. Dios. Sentir palpitar su vagina con los temblores de su orgasmo y esa pasión de quien quiere más, su sudor cálido que le infringía mayor sensualidad al momento y el rubor que enrojecía todo su cuerpo.

Quise hablar con mi padre pero el me evitó y se retiró al trabajo apenas se cambió y ahí estaba yo sin respuestas a mis...

El culo de Araceli

Este relato está dedicado a Samyforce de el distrito federal de México. Una tarde me contó su historia y me pidió que la escribiese. Accedí encantada y aquí está. Espero que os guste y disfrutéis leyéndola, un saludo!

Araceli llegó nueva a mi clase al inicio de aquel curso en el instituto, cuando yo tenía 16 recién cumplidos. Como era la chica nueva, enseguida atrajo la atención de todos nosotros, y no sólo por ser muy guapa y con buen cuerpo, lo que más llamó mi atención y la de todos mis amigos fue su tremendo culo.

Pensaréis que exagero, pero no, el culo de Araceli era perfecto, absolutamente increíble, y ella debía saberlo porque siempre aparecía en clase con prendas de ropa que realzaban aún más esta cua...

Concurso de mamadas

"Estoy cachonda y quiero chupártela". ¿Quién puede negarse ante esta afirmación?

La verdad es que no sabría decir exactamente cómo surgió todo el asunto de la apuesta y sería demasiado difícil y extenso pararme a contarlo aquí, a parte de tener escaso interés para ti, lector. Por aquel entonces casi ninguna de nosotras tenía novio fijo, a excepción de Arantxa que llevaba 5 meses con uno que era dos años mayor y que la manejaba a su antojo. Más de una vez les habíamos visto follando, y ellos a nosotras, lo cual no hacía que se detuvieran ni nada. Pero bueno, eso tampoco viene al ca...

Ahora no lo recuerdo

Ella me dijo que quería algo fuerte. Ahora no soy capaz de recordar si me lo dijo de viva voz o simplemente me lo escribió. Pero el caso es que ahí estaba su petición, una invitación en toda regla a ser malvado.

AHORA NO LO RECUERDO

Ella me dijo que quería algo fuerte. Ahora no soy capaz de recordar si me lo dijo de viva voz o simplemente me lo escribió. Pero el caso es que ahí estaba su petición, una invitación en toda regla a ser malvado. Y a mi me gusta ser malvado, mucho, aunque no siempre, aunque tampoco con todo el mundo. Con ella si, con Mara siempre me ha apetecido ser malvado, desde el primer dia que la vi. Eramos compañeros de trabajo.

Lo somos. Bueno, eso creo. Ahora no le recuerdo demas...

Mi amigo el enfermero

Era un viernes y yo iba muy seguido desde hace una semana al hospital porque mi madre había sido operada y surgió una complicación durante la operación así que estaba recluida en estado de cuidado.

Mi amigo el enfermero

Este relato fue escrito por Susana (obviamente es un nombre inventado por seguridad de nuestra protagonista) le envío un saludo y un beso y espero que este relato sea del agrado de ustedes.

Hola, mi nombre es Susana y tengo 20 años de edad. Soy de Puerto Rico y la historia que voy a contarles es real. Era un viernes y yo iba muy seguido desde hace una semana al hospital porque mi madre había sido operada y surgió una complicación durante la operación así que estaba rec...

Juegos perversos

Lo que mas se disfruta es lo que alimentas en la imaginación.

Juegos perversos

Conozco un hombre casado desde hace unos 5 años con una mujer preciosa, ella: alta, rubia, de envidiables ojos verdes y una figura exquisitamente espectacular. Él: de 35 años, pelo castaño, un poco gordo, de sonrisa arrebatadora y lo más importante: ‘’ajeno’’, con esa cualidad de inalcanzable que nos pone tan cachondas a muchas de nuestro genero.

Verka (que así se llama su deliciosa esposa) y yo somos amigas desde hace dos años y tengo eso más o menos conociendo al marido,...

La profesora de la guardería de mi hijo (y 3)

Las vacaciones en Menorca fueron las vacaciones soñadas, pero su episodio de celos hizo mella en mi.

La profesora de la guardería de mi hijo (y 3)

Los días restantes en Menorca transcurrieron sin novedad. Fueron las vacaciones soñadas por cualquiera: relax, playa, ocio y mucho sexo con un bombón de 20 años.

Sin embargo, tras su episodio de celos, algo en mi interior se había empezado a gestar. Nuestra relación siempre había estado basada en la complicidad y en un gran atractivo sexual, nunca hablamos de compromiso. La independencia de cada uno era algo tácito. Nos veíamos cuando nos apetec...

Despertándote

Son las 6 de la mañana. Me encuentro profundamente dormido y a esa hora, como es habitual, traigo una erección bastante fuerte.

Despertándote

Son las 6 de la mañana. Me encuentro profundamente dormido y a esa hora, como es habitual, traigo una erección bastante fuerte.

Estoy soñando con algo del mar, mujeres, sol…. algo así.

De repente, comienzo a sentir un gran placer, sin saber exactamente de donde viene.

Sin estar totalmente despierto, identifico su cálido aliento en mi pene y segundos después, su lengua haciendo círculos en mi glande.

Si no era biológicamente posible tener una erección más fuert...

El supermercado

Una inevitable erección que en pocos segundos sería muy visible comenzó a elevar mi temperatura, misma que se acentuó más al darme cuenta que me estaba mirando fijamente a los ojos mientras que yo me sumergía en su escote.

El supermercado estaba abarrotado de gente, así que cuando terminé de hacer mis compras y me dirigí a las cajas de pago me quedé de una pieza al ver las largas filas de gente que esperaban turno para pagar.

Eso me llevaría más de media hora, por lo que comencé a recorrer las filas, esperando encontrar una con el menor número de gente posible.

Habría recorrido ocho o diez filas y en una de las más largas se encontraba una chica que me llamó la atención, primero por su aire despreocupado (no...

Un día cualquiera

Mi pene luchaba por salir de mi pantalón, así que en un solo movimiento desabroché este, baje mi pantalón hasta mis rodillas y pegue mi pene contra sus nalgas.

Un día cualquiera.

Aunque no la conocía en persona, sabía mas intimidades de Miriam que sus amigos más cercanos.

La conocí por Internet y nos encontrábamos todos los días en el chat.

Vivíamos en diferentes ciudades, pero gracias a Internet nos veíamos casi a diario.

Todas las mañanas nos saludábamos con un "Buenos días, como amaneciste hoy? y nuestras conversaciones iban del trabajo, al clima o a las cosas del día etc, pero por la noche, terminábamos casi siempre charlando de s...