Horas extras bien pagadas

Monica se queda a acabar unos trabajos y acaba follando con el vigilante.

HORAS EXTRAS BIEN PAGADAS(FOLLANDO)

Mónica se había tenido que quedar a realizar algún papeleo en el trabajo después de que sus compañeros se habían ido todos a sus casas ya solo quedaban las chicas de la limpieza que estaban en otros pisos y los vigilantes de seguridad. Después de acabar de hacer un importante documento le entraron ganas de orinar y fue al baño. Al pasar por el pasillo que conducía a los aseos no vió como desde el otro extremo alguien la observaba, era Fernando el vigilante...

Buscando la relajación

Un relajante masaje profesional pasa a ser una de las experiencias mas "ricas" de mi vida.

Después de toda la semana trabajando me lo merecía. Sabía que tendría que pagar por ello, pero valía la pena, en estos casos lo mejor era ponerse en manos de profesionales, y nunca mejor dicho. Necesitaba sentir unas manos recorriendo mi cuerpo, y siendo viernes más que nunca. Me habían dicho que por esa zona había un buen masajista. Al principio no estaba muy convencida porque no era ninguna clínica, era un particular; pero con muy buenas referencias. Muchas de mis compañeras ya habían pasado por sus...

Mi afición a la medicina

De como mi afición a la medicina me llevó a conventirme en el sanitario de un internado femenino.

MI AFICION A LA MEDICINA

Me estoy refiriendo a una época de mi vida en la que viví en un país centroamericano, que no quisiera citar, por si hoy pudieran llegar a leer el relato alguna de mis pacientes de entonces, dada la difusión de esta web.

Una zona selvática en la que la civilización era un poblado de unos 30.000 habitantes y un internado escolar, a donde enviaban las chicas pudientes de la Capital.

Por esas casualidades de la vida, mi afición a la medicina, me llevó a diagnosti...

Janeth el mejor culo de la escuela

La historia de como me tire a la mas nalgona de mi generación.

Hace ya casi tres años que entre al bachiller, cuando entre nunca pensé encontrar a una chica tan buena como con la que me tope, se llama Janeth, es chaparrita, morena clara, con unas piernas perfectamente torneadas que van subiendo hacia un suculento culo, redondito, tiene una cintura muy pequeña y unas tetas, no muy grandes pero tiene lo suyo.

Al primer año casi no nos hablábamos, solo para decirnos hola y adiós y cruzar poco las palabras, el segundo años fue casi lo mismo, poca charla.

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Una fantasía

Llego hasta tu camisa la estiro, los botones vuelan, a la vez que tu respiración se incrementa, gimes muy despacio y esto apenas va comenzando.

Hola de nuevo, este es mi segundo relato por aquí, mil gracias a todos los que enviaron comentarios a mi mail y a los que me publicaron comentarios. Les agradezco mucho y espero esta vez, haber mejorado mi redacción para poder transportarlos a sensaciones tan placenteras que sea difícil separar la realidad de la fantasía.

Me conoces perfectamente, soy como me habías imaginado, y tú eres justo lo que yo deseaba tener a mi lado.

Llegas tarde, sabes que no me gusta esperar, te disculpas de un...

Una Historia Real

De como inicié a mi primita en el sexo.

Una Historia Real

Esto empezó cuando yo tenía 20 años, jamás he sido muy bien dotado físicamente y mi suerte con las mujeres siempre fue bastante mala, aún así siempre he sido muy lujurioso pero también bastante tímido, así que a esa edad no tenía enamorada y toda mi experiencia sexual la había adquirido en los distintos prostíbulos de la ciudad, lo que con el tiempo llegó a provocarme cierto hastío, fue, entonces, que descubrí mi actual afición; me empezaron a gustar las mujeres realmente muy j...

Mauricio la Bestia Sexual

Conocí a Mauricio mi instructos en el gimnasio, que era toda un bestia sexual.

Como sabrán a mi me gusta ejercitarme y además de practicar soccer en un equipo también voy al gimnasio 5 veces a la semana cada que mi tiempo me lo permite . Así que como comprenderán hay veces que la escuela no me lo permite y mas ahora que ya comencé la universidad , Bueno pues ya tenia algún tiempo sin ir , además al gimnasio al que iba ya no me gustaba así que me cambie a uno que queda no muy lejos de mi casa , era mas caro pero valía la pena por muchas razones , estaba as grande , tenia mejores...

Ella no me creía capaz

Mi mano se deslizó por el interior de su braguita, con sumo cuidado aunque sin poder evitar enredarme por unos breves instantes en su vello púbico hasta que uno de mis dedos alcanzó la humedad de su sexo. Estaba completamente mojado.

Ella no me creía capaz

Le había dicho que iría a buscarla, ella no me creía capaz de hacerlo, no creía que era una proposición real, o quizás si lo creyese pero se negaba una realidad que la asustaba. Lo que realmente sucedió es que ella estaba convencida de que yo era capaz pero que ella nunca sería capaz, por demasiados motivos, no podía, no quería, ni debía. Le apetecía, si. Pero no quería. Sucede a diario, nos apetecería comer el pastel de chocolate pero el espejo nos dice que nos sobran uno...

El regalo de mi tío

Mientras seguíamos caminado le pregunte si me dejaba tocarlo antes de llegar a la casa, me miro y me preguntó que quería tocar, no le conteste pero mire hacía su pantalón, me preguntó cuanto había tocado y le dije que dos, pero que me había gustado más el suyo. Me dijo en dónde los tocaste-, le conteste que en el metro y sonrió, me dijo que sólo una vez y ya. Me emocione y le conteste que sí.

Después de mi experiencia en el metro me excitaba cuñado recordaba como había tomado entre mis manos esos pedazos de carne tan duros y calientes y como había logrado hacerles "eso" a esos tipos que nunca más iba a volver a ver en mi vida. Eso era lo que más me excitaba, en no saber a quien había masturbado en el metro.

Un día acompañe a mi tío que vino de visita para que comprara algunas cosas en el centro. El siempre me había dado regalos de pequeña y me daba mi domingo cuando venía. Estaba muy...

La madre y la hija

LLovía y me refugié en un chalet donde ayudé a la madre y terminé jugando con la hija.

LA MADRE Y LA HIJA

Cuando tenia los 17 recién cumplidos iba todos los sábados por la mañana a hacer deporte, a correr por una urbanización de las afueras de mi ciudad. Era una zona tranquila, aún con pocas casas y poca circulación. En el jardín de una de las viviendas estaba como siempre tomando el sol de la mañana una mujer de unos 35 años, preciosa, sobre una hamaca con su bañador pistacho. Me ponía negro solo mirarla todas las semanas al pasar empapado en sudor por el esfuerzo de la carrera,...