La nueva vida de Anita

Una mujer con una vida intachable descubrirá todo lo que se ha perdido hasta ahora.

Ana, o Anita, como la llaman sus amigos, era una chica muy formal. Realizó sus estudios en el tiempo justo, terminando una de las primeras de su promoción. Siempre tuvo contentos a sus padres y se casó con Edu, su novio de toda la vida. Su vida era ordenada, metódica y jamás hacía nada que estuviese fuera de lugar. Ni siquiera se había emborrachado nunca, y de drogas mejor ni hablar.

Pero un día todo aquello se desmoronó. Su marido se cansó de esa vida perfecta y se fue de casa, dejando a la pob...

Detectives de medianoche

Alex y Elisabeth disfrutan de una tórrida noche en su jornada libre. Al día siguiente continúan la investigación de su caso. Pero Alex se va a llevar una sorpresa de quien menos se lo imagina.

Compañeros con derecho a roce II: Detectives de medianoche

Nos la habíamos arreglado bastante bien para que nuestros días libres coincidieran. Conseguimos que nuestra solicitud al jefe no llamara la atención. De esta forma en torno a uno de cada seis días teníamos una noche para nosotros. Siempre en mi apartamento. Conociéndola era inútil preparar una cena u ofrecer una bebida. Eli siempre los rechazaba, lanzándome excusas la mar de variopintas.

Aquella noche llego a las 10. Abrí la puerta...

Danielita

mi vecina Daniela =)

Hace 7 años me fui a estudiar a otra ciudad, tenia 19, estuve buscando un departamento económico y resulto que al 3er. día lo encontré.

El primer día iba llegando con mis maletas y vi a una bella joven que traía puestos unos pantalones ceñidos y un top.

Sus pechos eran pequeños y sus caderas bien proporcionadas, su cuerpo era esbelto, bien proporcionado, las piernas eran largas y esbeltas, su culito paradito he de decir que la primera impresión que me dio fue que parecía una putita.

T...

Años de juventud

Es un relato sobre los primeros encuentros sexuales de un chico de una ciudad de provincias.

Recuerdo con nostalgia aquellos días, cuando éramos jóvenes. Los tiempos son mejores ahora, es cierto, pero aseguro que el pasado no me decepcionó. Eran los duros años de la posguerra y las imposiciones de aquel régimen político hacían estragos en nuestra sociedad, nuestra cultura y nuestra psicología. No obstante éramos hombres y mujeres en una época con las hormonas revolucionadas y eso difícilmente se podía reprimir.

A mis veintitrés años ya era cuestión de buscar novia, que por entonces no n...

La diosa Viotaltu y el ladrón Hadini

Un relato erótico ambientado en una época antigua e imposible.

La diosa Viotaltu y el ladrón Hadini.

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Un relato erótico ambientado en una época antigua e imposible.

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Quizás, si Hadini hubiese valorado más su vida que su placer, no estaría así. Ahora sólo le quedaba aguardar a su descubrimiento, y a tenor de los pasos acercándose tras la puerta, era inminente.

Pero no. El muy idiota, en cuanto vio a aquella rotunda morena de larga cabellera ondulada y prietas carnes, comenzó a hacer más caso a su impulso...

Mi aprendizaje

Hace unos años una mujer me enseñó que el sexo puede ser mucho mejor si uno está abierto al cambio de papeles entre el hombre y la mujer. Éste es el relato.

Mi aprendizaje

Voy a contarles mi historia con Marga, pensando que quizás pueda entretenerles un rato. Inevitablemente, tengo que resumir mucho y saltarme detalles que no vienen a cuento. No obstante, puedo contar lo importante con todo lujo de detalles, porque es algo que no olvidaré en la vida.

Empezaré por decir que conocí a Marga en Internet. No fue en una página de contactos, ni en un sitio de "relaciones serias" (ya saben qué sitios), sino en un portal de servicios generales, que incl...

Saltandonos clases

Yo era el chico malo del colegio y ella una preciosidad de chica a la que le atraía lo prohibido. buena mezcla...

Muy buenas. Lectores y escritores de todorelatos. Llevo mucho tiempo siendo lector de esta pagina pero nunca publique nada ni aquí ni en ningún otro sitio. No se como saldrá por ser el primero, pero me encantaría recibir criticas constructivas para ir mejorando. Pongo mi e-mail al final del relato a disposición del que quiera contactarme por esta o cualquier otra razón.

Este relato esta basado en hechos reales, se que esto es lo que se suele decir, pero en este caso es verdad. Solo está un poco...

En el baño de un bar

Aquella noche no tenía ganas de salir. Mi novio me había dejado hacía 48 horas y me dejé convencer por mis amigas para salir a tomar algo. No podía imaginar como acabaría la noche... ni que llegaría a casa pringosa de leche...

Aquella semana había sido particularmente dura. Para empezar las largas horas pasadas en la facultad, siguiendo por otras tantas horas dedicadas a terminar el trabajo de fisiología que tenía que entregar en unos días. Pero el remate final a una semana horrible vino dado cuando Jesús, el tío con el que llevaba un tiempo saliendo me dejó. Cierto es que no llevábamos mucho tiempo saliendo, apenas unos cinco meses, pero hay que reconocerle que no lo hacía nada mal en la cama, y que ciertamente, conseguía...

La extraña del bar de copas

Historia verdadera de un camarero que se folló a una cliente.

La extraña del bar de copas.

Aunque parezca incierto, todavía no sé el nombre de aquella chica con la que pasé un buen rato dentro del bar donde yo trabajo en las noches de Tenerife.

En jueves, todo tranquilo sobre las 11 y 30 de la noche, nosotros solemos preparar todo el bar para que luego no falte de nada a la hora en que el local se llena de gente con ganas de diversión.

En la barra numero 3 trabajábamos esa noche Juan Manuel y yo, Rosmen. Mientras repartíamos el hielo por las cub...

Lo siento amor

Ay, ay, ay que se acerca. Me saluda dándome un beso en la mejilla, un beso dulce y tierno que me derrite las entrañas (por así decirlo). Y ahí vuelve mi fantasía, quiero que me agarre por el culo y me coja en brazos, quiero que me folle sin descanso en el ascensor.

Ringring. El telefonillo sonó insistentemente. Sería mi padre, que habría olvidado de nuevo sus llaves. Me levanté de la cama, dejé el libro de Historia en la mesa de estudio, y me calcé mis zapatillas de felpa rosa. Atravesé el pasillo bailando salsa al son de la música que sonaba en mi cuarto, notando como cada pecho iba por su lado, libres de sujeción, y se movían a mi compás bajo la enorme y ancha camiseta blanca. Llegué moviendo el trasero hasta el telefonillo y levanté el auricular:

-¿Quié...