Fantasía en el trabajo
Una buena amiga visita mi despacho y, estando el edificio vacio nos dejamos llevar... pero cuidado que nos pueden descubrir.
Fantasía en el trabajo
Quizás estuviese el último y al final del pasillo, pero era mi despacho, donde pasaba horas entre mis carteles, dibujos, textos… Un despacho que decoré a mi gusto y en el que la mayoría de las veces, a consecuencia de todo el trabajo que tenía, me quedaba hasta muy tarde. Suerte que tenía alguien que venia a visitarme alguna vez a la hora de salir del curro.
Aquel día tuve tanto que hacer que no me di cuenta de que todo el mundo se había ido a casa. Todas las luces del cen...