En el olivar
Según me siento en el coche y cierro la puerta nos comemos a besos. Que hambre de deseo!!! Según le siento en mis labios mi coño late y se excita sin remedio. La pasión nos desborda. Por mi parte no sé muy bien cómo volverla toda en él para que se de cuenta de lo que lo deseo pero creo que se da cue
Ha vuelto de vacaciones. Nos necesitamos. Nos deseamos. Piel con piel es lo que nos piden nuestros cuerpos. Pero no tiene más días libres y tiene que empezar a trabajar al día siguiente de llegar, así que me propone que le acompañe, como la última vez.
Pienso en cada detalle al vestirme para él. Para estar en su coche acompañándole en su tarea mientras yo también voy haciendo la mía. Tengo la ventaja que con mi IPad y el teléfono tengo la oficina montada en cualquier sitio.
Puntuales los dos...