Deseo Oculto - Capitulo II: El regalo

Polar no puede dejar de pensar en la mujer de su amigo Peter. Alessa le propone un encuentro para ir de compras.

En realidad Mel no se estaba bañado sino que estaba masturbándose vigorosamente. Lo sé ya que me dieron ganas de orinar y al entrar la encontré haciendo la pose de 3 a 1 en el suelo del baño sobre la alfombra de microfibras que hacía unos días que habíamos comprado. Ahora sé por qué….

Solo le faltaba un detalle, yo…

-          Hay Polar, entraste… ayúdame con unos dedos si no podes más…

Tengo una mejor idea le dije, la subí al mueble y comencé con un leve juego de cosquillas en sus piernas...

Deseo Oculto. Capitulo tres: El encuentro

Polar se encuentra con Alessa y todo da un giro inexperado.

Capítulo 3 – El encuentro

Nos encontramos en el lugar pactado, a la hora indicada. Yo terriblemente sobre vestido, ella con calzas de gym, remera y zapatillas. Look Casual Chic.

-          Pero que arreglado y guapo estas Polar…

-          Vengo de ver un cliente.

-          Ese perfume.. a ver.. ¿es L'EAU D'ISSEY?

-          Si, que buen olfato…

-          Pues que sepas que me atrae muchísimo, sobretodo en hombres como vos… y sin cortarse me toca el pecho y baja su...

Deseo Oculto. Capitulo 4: Juegos de fuego

El encuentro de Polar con Alessa da un vuelco al descubrir por primera vez los juegos de fuego de la mujer de Peter.

Estando en la oficina recibo un Telegram de Alessa, comentándome que había comprado el reloj y me lo quería mostrar. Acto seguido recibo una foto y veo el reloj y sus piernas desnudas y lo que parecían unas medias deportivas.

-          Joder con esta piba, que patas tiene me dije.

-          ¿te gustan? Me pregunta... mientras las fotos se borraban sin dejar más rastro debido al chat secreto.

-          ¿Qué cosa? ¿el reloj? Si esta bueno…

-          ¿y lo otro también? Si dudarlo l...

La historia de Rubén (15)

Dos o tres días más tarde pasó por casa Fernando y me hizo una señal con la cabeza...

Dos o tres días más tarde pasó por casa Fernando y me hizo una señal con la cabeza, los reuní a todos para que nos explicara las novedades.

FERNANDO: Hemos confirmado que en el local de Sergey se vende mucha droga, y de todo tipo, los que la pasan son sus propios hombres.

AURORA: Eso tampoco es una gran noticia, ya sabíamos que vendían droga.

ANABEL: Sí, pero si la venden sus propios hombres, lo más probable.

BEA: No lo entiendo.

YO: Es que la droga sea suya.

AURORA: ¿Y q...

La historia de Rubén (14)

Llamé por el móvil a Fernando y Enrique...

Llamé por el móvil a Fernando y Enrique, para citarlos a las cinco de la tarde a una reunión en casa, cuando descansaron las chicas comimos, en la mesa les comenté la reunión de la tarde, a las cinco estábamos los seis alrededor de la mesa tomando cafés.

YO: Ahora con más tranquilidad vamos a evaluar lo que ha pasado esta mañana, está claro que ese cabrón quiere saber si tenemos cojones o no.

AURORA (indignada): Si hay que ponerle cojones, dejarme a mí con unos cuantos hombres y al hijo de la gr...

La historia de Rubén (13)

Volvimos a casa, nos pusimos al día de todo y seguimos con nuestra vida...

Volvimos a casa, nos pusimos al día de todo y seguimos con nuestra vida, iba a comer con mis padres algunos días, Bea prefería no acompañarme, no se sentía cómoda habiendo ido antes con mi hermano y ahora presentarse conmigo, mis padres sabían que con mi hermano no me  hablaba y que su ex mujer estaba conmigo, nunca me hicieron ningún comentario al respecto.

Un tiempo más tarde nos llamó Santiago para reunirnos en casa y hablar de algo importante, las gemelas lo invitaron a comer y el día en cuestión...

Planeta Prohibido. Capítulo 7

7. En el mundo de los ciegos, el tuerto es el Dios

7. En el mundo de los ciegos, el tuerto es el Dios

Ariadna gritó y se agarró a mí como una lapa con brazos y piernas rodeando mi cuerpo desnudo. Yo, disfrutando de la situación, la prolongué un par de segundos antes de ordenarle a mi lodo que desplegase unas alas. En cuestión de un par de segundos de mi espalda emergieron dos series de dedos finos y largos unidos por una membrana traslucida que se fueron uniendo en un patagio que había diseñado con la ayuda de Eudora.

Con un simple gesto las...

La historia de Rubén (12)

Un poco de tiempo más tarde empezamos a tener algunos problemas...

Un poco de tiempo más tarde empezamos a tener algunos problemas, supongo que vivir tan bien dedicándonos a lo que nos dedicábamos no iba a ser tan fácil, nos dimos cuenta que estaba bajando la clientela en nuestros locales, el motivo, que los “japos” pagaban a gente para que se peleara en la puerta o robaran a los clientes antes de entrar, corriendo la voz que nuestros locales no eran seguros, ¿quién iba a ir a un sitio para que te roben o te peguen?, si podías ir a otros más tranquilos que no pasaba nada,...

La historia de Rubén (11)

Llamó el abogado a Anabel para decirnos que nos vendría a visitar...

Llamó el abogado a Anabel para decirnos que nos vendría a visitar, al día siguiente lo esperábamos los cuatro después de desayunar bien vestidos, se presentó Santiago para explicarnos que Vladimir estaba a punto de salir y que vendría a vernos, se fue sin decirnos nada más, a las dos horas nos volvía a llamar para que abriésemos la puerta que estaban a punto de llegar, llegó un coche muy discreto, un utilitario que conducía un chico, lo metió en el garaje y del maletero salió Vladimir, nos abrazó a todos, e...

Negocios y Placer 09

De regreso nuevamente, esta serie se ha negado ha finalizar sus días, así como su autor. Espero que la sigan disfrutando.

Habíamos llegado a casa, el contrato estaba firmado y las cosas habían salido como esperábamos, pero para nada estaban tranquilas; durante el trayecto pude ver la distancia que nos separaba, me sentía contento y ansioso por el contrato, estaba feliz por mí y también feliz por haber salvado a nuestra empresa, pero ver a mi esposa que luchaba por aparentar una normalidad que ahora estaba tan distante, era algo que me causaba un terrible desazón ya que hubiera preferido volver a lo éramos ayer y no tener que v...