Recuerdos del barrio. Sexta Entrega

Sexta entrega de los relatos incestuosos entre una madre y su querido hijo.

Recuerdos del barrio

Sexta entrega

XXIII

Un 69 con Mita. Llevo más de media hora mamando el sexo de Mita; ambos acostados de lado sobre su cama que cruje, en sentido inverso; tengo dolorida la verga de tanto que ella me ha mamado, me vine dos veces en su boca, y ella ya lleva tres orgasmos, toda mi cara esta embarrada de sus olorosos jugos, dos dedos de una mano juegan dentro de su culo y huelen mucho a caca, y yo ahí, succionando, lamiendo la enorme abertura en que se ha convertido l...

El Salvaje (5)

Último capítulo.

-¡No! ¡No! ¡NO! Grrr -Bastián gruñe con el ceño fruncido y va hacia el árbol. La lanza ni siquiera se ha acercado a la pieza de piel que hace de diana.

-Es la palabra que mejor te sale. ¡No! -Renata también se enfurruña-. Últimamente a todo me dices que no. ¡A todo! ¿Y a qué viene tanto interés con que aprenda a manejar la lanza? Primero, que si tengo que subir a los árboles a por la fruta, luego que si tengo que aprender a fabricar trampas para cazar, que si teje las nasas para la pesca, que si...

Vieja Culiá (4: primera consumación)

El relato de la sesión de sexo entre la protagonista y el sujeto de su deseo.

Día 13

Julia sentía la humedad de su entrepierna refrescando al contacto al aire. Quería mantenerse por algún tiempo así, desmadejada sobre la cama, abierta de piernas, como una muñeca usada. Aún estaba medio vestida, si se le puede llamar de esa manera: su camisa medio rota con botones menos, abierta y arrugada bajo sus hombros y por detrás de su espalda, su sujetador roto, y suelto a mitad de su carnoso vientre; su falda recogida sobre su pubis y sus pantaletas tan sueltas que pensaba que...

Recuerdos del barrio. Quinta Entrega

Quinta entrega de los relatos sobre el despertar sexual de un adolescente con una mujer madura y... su novia, el barrio donde vive y algo más. A petición del personal, las entregas que siguen van más cortas.

Recuerdos del barrio

Quinta entrega

XIX

El retorno del Wafles . Aquella noche regresaba del trabajo en la mueblería. El mueblero seguía ausente y tal vez sin querer me hice el empleado indispensable de la señora esposa del español. Una mujer joven aún, paralítica desde hacía 10 años, pero bella y sin hijos. Para variar se llamaba Carmen –Mita se llama María del Carmen--; doña Carmen era diferente que su pinche marido, pues al hacer cobros a domicilio y llegar con dinero al ...

Dioses oscuros o perversion de una virgen.

No hay mucho que decir. solo sientanlo.

Los Dioses oscuros o La perversión de la virgen.

Existen muchos puntos en donde podría iniciar este relato. Cada vez que he tuve sexo con él, pudo haber sido material para un relato intenso, diferente e interesante. Él me llevó a los rincones más profundos y perversos del placer. Pero me he decidido por aquella ocasión en especial, en verdad no sé el por qué. Tal vez porque en aquella ocasión yo no era la actriz principal en este teatro de lujuria o tal vez, porque fue cuando comencé a notar...

El Salvaje (4)

Mientras los marineros celebran su fiesta sangrienta, Van Groter deja muy claro lo que desea, y tiene todo el poder en sus manos para obtenerlo.

(*Nota: Las letras que aparecen son fragmentos reales de coplas populares de la época).

El honorable August Van Groter es un caballero de mediana edad, elegante y de porte distinguido: traje con levita oscura, camisa blanca, corbatilla negra. Tiene los ojos claros, los cabellos algo encanecidos por las sienes y luce un poblado bigote. Sin embargo, a pesar de su digna apariencia, no es tan honorable, no es tan caballero. En teoría se dedica al comercio de madera de ébano, aunque esa es la tapader...

Recuerdos del barrio. Cuarta Entrega

Cuarta entrega de los relatos sobre el despertar sexual de un adolescente con una mujer madura y... su novia, el barrio donde vive y algo más. A petición del personal, las entregas que siguen van más cortas.

Recuerdos del barrio

Cuarta entrega

XVI

Una mañana. Aquella parecía una mañana como cualquier otra. A las cinco y media me levanté y encendí la radio, como siempre a esa hora radio Capital inicia su programación con la misma canción: "Demasiado tarde", de Carol King. En media hora tenía que bañarme y vestirme para salir corriendo rumbo a la escuela, y mientras el agua tibia cae escucho la música y la pinga se me para y pienso en Mita, se me ocurre una chaqueta y sólo me lavo bien la v...

Recuerdos del barrio. Tercera Entrega

Relatos sobre el despertar sexual de un adolescente con una mujer madura y... su novia, el barrio donde vive y algo más. A petición del personal, las entregas que siguen van más cortas.

Recuerdos del barrio

Tercera entrega

XIII

Peleas. Una noche llego tarde del trabajo y veo a Paty la tetona platicando con los vagos en la esquina, trae algo bajo el brazo que reconozco, mi libreta de apuntes; la chica sale a mi encuentro: "¡hola bebito!, te he andado buscando, pero como te haz vuelto muy importante nomás no te encuentro, que no te despegas de la vieja esa… loca, que no… que hoy le tocó a la gorda de Ludy, no "bebito", así no se puede… ten, aquí está tu cuaderno,...

Eso (12)

A contrarreloj... Una historia que podría ser real, personajes que podrían ser cualquiera de nosotros. ¿Que pensaste que era imposible hacer y finalmente hiciste?

Eso

Capítulo XLIX

Los días de Navidad transcurrían en calma. Cuando las chicas estaban trabajando o fuera, Raúl aprovechaba para vaguear un poco en el sofá, o para quedar con sus amigos, aunque lo más normal era que finalmente Andrés, Felipe y Adrián terminaran vagueando con él.

-¡Pero que hacéis todo el día aquí metidos! –Les amonestaba Laura cuando llegaba, para beneplácito de todos menos Raúl.-

-Es que hace frío para salir. –Se excusaba él.-

-Pobrecitos. –Ironizab...

El Salvaje (3)

Sorpresas en la gruta sagrada, sorpresas en las ruinas de la misión. Unas muy placenteras... Otras todo lo contrario.

-Harta, harta... ¡HARTA! -Renata le lanza a la cabeza un melocotón, que el joven esquiva con facilidad, y continúa imperturbable, sentado en el suelo, afilando la punta de una lanza-. ¡Esto es horrible! ¡O llueve o hace un calor insoportable! ¡Y no salgo nunca! Te marchas por la mañana al alba con tus lanzas, desapareces, regresas con la caza o la pesca, y yo me quedo aquí sin saber qué hacer, hasta que vuelves, claro, que entonces sí que me mantienes bien ocupada con el mete-saca. Pues ya está bien....