¡Damela toda, mi amor! (20)

Drámatico final del largo relato por entregas. Gallo Méndez se despide y agradece a los lectores el seguimiento de la narración.

¡DÁMELA TODA, MI AMOR! (20)

  1. Aparece Yovana.

Prosigue el rodaje de la película pornográfica.

Escena cuarta...

En la jungla.

Nos dirigimos con una camioneta a una región pantanosa y de vegetación abundante, semejante a la selva. Su nombre es The Everglades. Atravesamos con dificultad caminos sinuosos entre inmensas lagunas. Los juncos, palmeras y retorcidos árboles nos acompañan en ese paseo. A veces nos saludan aves de plumaje llamativo. Afortunadamente no se ve ninguna...

¡Dámela toda, mi amor! (16)

Gallo Méndez, el boxeador, continúa trabajando en el club Lastritza como empleado de vigilancia, mientras se acerca la tragedia.

¡DÁMELA TODA, MI AMOR! (16)

  1. Una nueva etapa.

El nuevo Club Lastritza abrió sus puertas pronto con las nuevas habitaciones y el lujoso escenario. Allí Misty, Lucy, Davinia, Gabriella, Angela y Helga, entre otras, mostraban sus peligrosas curvas a los asiduos clientes de la noche.

Helga y yo nos retiramos a su casa después de la jornada y allí nos entregamos a una velada de amor. A pesar de estar de pie toda la noche para vigilar, y cansado por las tareas de días anteriores, no comp...

¡Dámela toda, mi amor! (17)

La pareja protagonista se entretiene con lecturas eróticas.

¡DÁMELA TODA, MI AMOR! (17)

  1. Sueños eróticos y un libro.

Macro y yo limpiábamos el local. Eran las cinco de la madrugada y era un modo más de amargar la existencia a ciertas personas. Así pensábamos después de escuchar la sonora orden de la boca de Rowena, la mujer de Miklos, a su vez aconsejado por el fastidioso Sándor. Cuando acabamos, Macro me dejó en mi apartamento y él se fue al suyo.

Aquella noche tuve unos extraños sueños, quizás se debían a la tensión de aquellas semanas. ...

¡Dámela toda, mi amor! (18)

Yovana intenta conseguir el amor de Gallo Méndez, el boxeador, con sus inesperados regresos.

¡DÁMELA TODA, MI AMOR! (18)

  1. Mi enamorada Yovana.

Yovana permanecía tendida sobre el sofá. Solamente llevaba puestas unas bragas rojas y sus preciadas cadenas de oro, regalos de su nuevo amor. Cada vez tenía más. Me acerqué a ella con dos vasos de ron y antes de sentarme a su lado, me acerqué a la ventana de la sala y corrí las cortinas, por si algún voyeur tenía la dulce tentación de observar y masturbarse al mismo tiempo mientras una pareja hace el amor.

Pero mi amiga mulata esta...

¡Dámela toda, mi amor! (13)

Continúan las incidencias en el Club Lastritza.

¡DÁMELA TODA, MI AMOR! (13)

  1. Reformas en el local.

Budapest.

El gimnasio de Dimitri. Y yo hablaba con mi viejo maestro, pues aprendí mucho de él.

-Debes interpretar la vida como un combate, desgraciadamente en deteminadas peleas, no hay un puesto para el perdedor o el número dos -hablaba Dimitri como un filósofo.

-La relación con Helga parece seria -alegué mirando al ring donde empezaban a pelear dos adolescentes.

-Oye. Debéis de aclarar ese asunto tu amiga y tú. N...

¡Dámela toda, mi amor! (14)

Aparecen nuevos personajes que complican la relación entre el boxeador Gallo Méndez y la bailarina de strip-tease Helga.

¡DÁMELA TODA, MI AMOR! (14)

  1. Los negocios de Yumenos.

Los trabajos en club prosiguieron el lunes. Además de vaciar la habitación de Sanakos, Macro y yo tuvimos la desgradable labor de acudir al Ayuntamiento de Budapest, concretamente al Departamento de Obras y hablar con un tal Yumenos.

Subimos las escaleras del viejo municipio y un ordenanza nos indicó el despacho. Nos quedamos por interminables minutos en una sala de espera. Luego se abrió la puerta y apareció un hombre grueso qu...

¡Dámela toda, mi amor! (15)

Se ejecutan reformas en el local nocturno y cambios.

¡DÁMELA TODA, MI AMOR! (15)

  1. Lesbianas en acción.

A las cuatro de la tarde nos presentamos en el club para proseguir el trabajo. Sándor tenía grandes deseos de verme e, incapaz de controlar su odio hacía mi persona, me ordenó que fuese a la habitación de Misty y Lucy por la caja de herramientas.

-Tráela ahora. Debemos cortar unos cables -concluyó el individuo.

Callé, pues quería continuar mi estancia allí sin incidentes.

Subí las escaleras que conducían a la habitación d...

¡Dámela toda, mi amor! (12)

Gallo Méndez agradece a los lectores los comentarios de los seguidores de sus aventuras. Ahora se encuentra otra vez con su amiga Yovana, sin embargo él no olvida a su amada, la fallecida Helga.

¡DÁMELA TODA, MI AMOR! (12)

  1. Yovana me hace una felación.

Invoco a mi nueva musa, una muchacha de raza negra. Se llama Jasmine y es otra actriz de películas X. ¡Oh, mujer de piel como la inquieta noche! Me deleito en el sofá de mi apartamento mientras veo tus buenas actuaciones. Ahora te observo en Taxi Hard, del genial director Narcís Bosch. Tu magnífico papel de una colegiala perversa me calienta la sangre de mis venas. En la pantalla aparece una consulta... El médico te da buenos cons...

¡Dámela toda, mi amor! (11)

Esta vez, en sus aventuras, el boxeador Gallo Méndez y su amiga Helga entrarán en una sombría mansión y presenciarán macabras escenas, sin renunciar previamente a sus dosis de sexo.

¡DÁMELA TODA, MI AMOR!

  1. La mansión del misterio.

Cuando la sombra carmesí del atardecer comenzaba a posarse sobre Budapest, ella me señaló una casa grande de aspecto abandonado, vieja, pero orgullosa. Sus ventanas, con sus vidrios rotos y sus muros de piedras oscuras daban una apariencia siniestra, como un gigante muerto que fuese a cobrar vida inesperadamente.

-Esta mansión pertenecía a un famoso anticuario del siglo XIX -dijo Helga con una extraña seriedad mientras señalaba el ed...

¡Dámela toda, mi amor! (10)

La relación amorosa entre el boxeador Gallo Méndez y la bailarina de strep-tease Helga continúa de una manera morbosa.

¡Dámela toda, mi amor! (10)

  1. Exhibicionistas en el puente.

Nos adentramos en el barrio antiguo y miramos en los escaparates de unas conocidas tiendas de la ciudad que ella visitaba con frecuencia. Mi... exigente amiga no encontró lo que deseaba y nos metimos en el enorme hipermercado del centro de la capital, que había abierto hacía poco tiempo, cuando cayeron los últimos resquicios del comunismo.

Allí vio las ropas que buscaba, y de hecho, ya salió con un modelo puesto, una minifa...