Del pueblo a la ciudad (2)
Ahora, le toca jugar a Jesús....
Del pueblo a la ciudad ll
Llegó la mañana del viernes. Bajé a desayunar y encontré a mi tía en la cocina. Estaba alegre y contenta. No me extraña, hasta yo estaba de buen humor después de la sesión de sexo solitario que me había metido esa noche, visionando el pedazo de polvo que mi religiosa y recta anfitriona le había pegado al musculitos.
Cuando quieras nos vamos. Tenemos unas dos o tres horas de viaje y hay que aprovechar el día. Coge un poco de ropa cómoda y mudas, por si tenemos que hacer...