SINFONIA PARA DOS. ( 4)

Ismael oye el teléfono. No quiere contestar. Lucía ,entre sus piernas, le está comiendo la polla. Quien sea le volverá a llamar. Ahora está en otra cosa.

Es la joven la que soltando su chupete, le pregunta.

“¿ No vas a atender?. Mira que puede ser o Inés o Pelayo.”

Recapacita y toma el aparato. Es Pelayo.

“Oye que Inés no ha llegado. Me ha dado plantón en Aranjuez. ¿ Sabes donde coño se puede haber metido?. Yo he preguntado a la guardia civil y no ha hab...

En un relato anterior, una amiga introvertida me enseño dos cosas importantes: Que tengo una afición por la dominación y que tengo un lado que no conocía, mi gusto usar juguetes sexuales conmigo.

Ambos descubrimientos, usados juntos, son una combinación bastante erotizante...

Este relato lo voy a tener que dividir en varias partes, incluso no sé cuantas ya que mi gusto por estos artefactos que me acompañan (y hasta ahora solo ellos) sigue hasta el día de hoy.

Julieta, la amiga que descubri...

Casi tres meses después del bombardeo de Düsseldorf el doctor dijo que quizás fuese hora de retirar el aparatoso yeso. No pude evitar sonreír ilusionada al escucharlo, ¡se habían terminado los días de dependencia! Dispuse mi mano en la posición que me indicó, dispuesta a aguantar estoicamente cualquier daño que pudiesen infligirme para liberarme de aquel armazón, pero no dolió lo más mínimo. Me lo habían enyesado cuando el brazo todavía estaba hinchado, así que ahora quedaba espacio suficiente entre el...

Carlos, mi Semental

VIII

Quedé extasiada de placer tras ser cogida brutalmente como una perra por ese semental de Carlos. Había eyaculado sobre mi como una manguera a presión, mojándome el vientre y mi vulva irritada y enrojecida. Me dejó con las piernas separadas, una apoyada en el suelo y la otra recogida sobre el asiento, mostrando mi sexo aun abierto e inflamado, además de enrojecido y cubierto de semen. Sobre mi vientre también había una cantidad abundante de esperma tibia, estaba segura...

Extraña condición médica - La gran búsqueda 5

Para comprender este relato, es necesario leer las entregas anteriores o, cuando menos, la introducción.

Desperté sin tener la menor idea de dónde me encontraba. Todo estaba oscuro y en silencio.

-          ¿Mamá? – llamé por instinto - ¿Dónde estás, mamá? ¿Francis? ¿Anna? ¿Dani? ¿Hay alguien, por favor?

No obtuve respuesta.

Estaba completamente desnuda, pero eso no era nada extraño, ya que desde hacía tiempo que no solía dormir...

Carlos, mi Semental

VII

–         ¡Aaaahhhh, Sasha, sos una perra… una perra mamona buenísima… aaahhhh! – Chomp, chomp… mi boca se tragaba una y otra vez aquel inmenso garrote.

Sentía sus venas palpitando cada vez más fuerte, sentía como aquel musculoso órgano iba poniéndose más y más duro sobre mi paladar. Podía sentir claramente como ese pene se iba poniendo al rojo vivo. Y yo, inclinada sobre su colosal miembro, dentro de su carro y a pocas calles de mi casa.

–         ¡Sasha,...

Carlos, mi Semental

VI

El regreso se me hizo larguísimo y el silencio imperante insoportable. Pero lo peor fue ir junto a mi amiga, lo peor fue ver sus ojos vacíos, ausentes y la nula energía que su cuerpo manaba. Estaba como muerta, sentada a la par mía y respirando, pero como muerta. Ojalá me hubiese gritado y maldecido, ¡incluso habría preferido que se me lanzara a golpes pero no esto, no verla tan abatida! Y yo ni siquiera podía verla a los ojos. La había traicionado, había defraudado su...

Hasta el día de hoy 33

Después de decirme eso Erika me dispuse a hacer lo que me pidió, menos mal que no me molestaba tener que vérmelas con mi propia leche porque a la pobre Teresa le había inundado el coñito al correrme. Pero no me dio tiempo, Erika me sujeto y me pidió que esperara un momento, se agacho metió la cabeza entre la piernas de Teresa y empezó a sorber la leche que esta tenia… Teresa empezó otra vez a gemir bajito, pidiéndonos que por favor la dejáramos por hoy que no podía ya más. ...

SINFONÍA PARA DOS. (2)

Las gaviotas planean sobre la arena. El invierno me gusta. La costa está tranquila.

***Es como uno de aquellos días del pasado, en que fumando un pucho, pensaba en qué iba a ser de mi vida. En que mis ensoñaciones me llevan a huir del mundo donde había pasado mis primeros 29 años, un mundo que me ahogaba y que decidí abandonar cuando llegó la primavera del 72. Se va oscureciendo el cielo, las luces del pueblo viejo empiezan a brillar como pequeñas estrellas. Los edi...

Hasta el día de hoy 32

Cuando nos despertamos por la mañana nos duchamos, recogimos y nos volvimos para casa. Ana no pregunta nada sobre donde habíamos estado esa noche o que habíamos estado haciendo, claro que tampoco hacía falta ser muy listo para imaginárselo. Ana había vuelto a ser de nuevo la misma de antes por completo... incluso otra vez empezó a lanzarnos alguna pullita sobre la noche que habíamos pasado los dos. Aunque algunas veces me parecía que me miraba raro cuando pensaba que no la v...